Mercy

Te cuidaré siempre

No voy a dejar a Gaia me he sentido.....diferente cuando la he visto en sus oscuros ojos, he sentido lo que ella y no es placentero. Hemos sido sacadas de nuestra casa, obligadas a ser algo que no somos. No me alejaré. Mañana la visitaré. 

-Veo que te la has arreglado para acaparar a Said.-una femenina voz me saca de mis pensamientos 

-Disculpa?-la chica de la mañana Maline, ingresa por la puerta que ha salido Said

-Sabes como hacer que se aleje de los demás para que esté siempre a tu disposición, nadie ha logrado eso-su molesta voz me reclama

-No trato de alejarlo, he tenido un accidente y ma ayudado no sé que quieres decir

-Dime la verdad, le amas? 

-Disculpa?-que rayos. 

-Sé que no le amas, ambos se miran con desprecio algo que es bueno, de cuanto ha sido el trato, millones? billones?

-Quien diablos te crees, no ha habido tal trato y no tengo que darte explicación alguna estás muy equivocada

-Ya veo- dice sonriendo malisiosamente- sabías que de igual forma sacrificarán a Gaia no, es un caballo inservible que ya no tiene dueño.

-No la sacrificaran Said me lo ha aclarado-digo mirándola es una mujer molesta y engreída 

-Será cuestión de días, sabes es igual a tí, una forastera no pertenecen aquí y nunca lo harán.-Y sin más se aleja de La Cocina.

Vaya. Qué acaba de pasar. 

Said ingresa a La Cocina con varios papeles y su portátil, recuerdo que tenía que trabajar.

-Te llevaré a tu habitación- me toma en brazos y yo llevo lo que parece ser su trabajo 

-Quien es Maline?-digo sin mirar sus ojos 

-Hija de uno de los socios mas importantes de la petrolera, se ha criado junto con nosotros por que?

-No me agrada.

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El sueño hace de las suyas, y hace que mis ojos se cierren pero algo me detiene, Said. Me observa desde la silla de la habitación.

-Sé que estás muy molesto-digo en un susurro, me he abrigado debajo de las sabanas

-No debiste acercarte a Gaia, pudiste haber sido tu la herida- dice secamente 

-Cometí un error no lo haré de nuevo

-Bien, estoy cansándome de tus alocadas ideas, estaré en mi habitación trabajando si necesitas algo estoy al frente-abro mis ojos y observo como se aleja pero algo dentro d eme se mueve, y me hace pensar algo tonto.

-Said........podrías quedarte aquí- su espalda se tensa al cerrar la puerta, no voltea por unos segundos. Y mis ojos se cierran, el sedante ya ha hecho su trabajo. 

Un cuerpo blando y tibio se acerca a mi, la cama se hunde ante su peso, intento moverme pero es imposible, el sueño me domina. 

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Gaia. Gaia. no. 

Abro mis ojos rapidamente y la oscuridad invade la habitación, mi corazón acelerado hace que me mueva, necesito respirar, mi cara está húmeda, he estado llorando. Tengo mucho calor, pero algo me lo impide. Muevo mis piernas y nada. 

-No creo que me hayas encadenado a la estúpida cama lo mataré-digo con voz adormecida intentando soltar mi agarre

-No matarás a nadie no te he amarrado- sus largas piernas sueltan las mías. Mierda. Siento su tibia respiración en mi cuello, estoy a espaldas de Said. Y recuerdo todo le he pedido que se quedara.