Mercy

Como película....

-Has jugado sucio Sam trae la pelota y te daré tu galletita vamos corre- acaricio la suave cabeza del cachorro que brincotea en la orilla del mar, hace un día hermoso y he decidido salir de la habitación, han pasado dos días desde mi momento incómodo con Damián, todo se ha desequilibrado y he estado pensando en ello.ha sido descabellado lo sé soy una mujer casada, de nuevo observo la brillante alianza en mi dedo anular recuerdo la primera vez que han tocado mi tibia piel. Y ahora son solo un recuerdo.

Ha pasado una semana, he estado una semana en esta isla en la cual he observado maravillosas puestas de sol y a pesar de todas la cosas que Damián me ha contado lo extraño, extraño a mi Said, su sonrisa atractiva al observarme, sus largas pestañas, sus fuertes abrazos que me sorprendian en los establos por las tardes después de largos días de trabajo. Y me duele estar lejos de estos, mi preciosa Gaia se ha quedado a la merced de Joseph y el resto de cuidadores pero el lazo que he desarrollado con ella se volvió irrompible y ahora la extraño mucho.

-Pagaría un dólar por saber en qué piensas- una conocida voz me distrae y observo a un Damián sonriente pero timido a la vez, sus brazos se posan detrás de su ancha espalda en modo tranquilo

-Caballos salvajes y establos-digo tratando de no mostrar mis nervios ante su presencia

-No hay caballos en la isla Lía has soñado con uno?

-Oh no, no lo he hecho en casa he descubierto a Gaia una Mustang salvage que se ha dejado domar con ayuda de dulces manzanas

-Gaia?-su mirada se posa en el mar y se muestra pensativo –recuerdo a la tía mencionar el nombre Gaia pero no muy bien sobre si pertenecía a un caballo

-Me han contado que ella la ha encontrado en los límites del terreno y decidió conservarla, ha sido mi distracción en ese encierro-digo recordando los alocados momentos que vivi en esa casa, pero que masoquistamente extraño las conversaciones en la cocina con Jasmin Raúl y las chicas las fuertes carcajadas con los gemelos, y la única tarde maravillosa que viví con Said. Lo extraño.

-Te hace falta no?

-Qué decías?

-Sé que crees que te he traído ha este lugar por capricho propio Lía pero te he salvado de las sucias garras de Fakhir que con él hundirá a la familia pero no permitiría que fueras con ellos

-Y por qué me proteges Damián por qué lo haces? No me conoces, ni yo a ti lo haces sin saber si quería salir de allí o no

-Deseas estár a su lado no? A pesar de que se ha casado con otra mujer Lía?

-Deseo que todo se acabe y pueda regresar a mi casa con mi abuelo y mi tía no saber más nada que tenga apellido Akram, Damián he vivido a mis 22 años cosas que ninguna chica de esta edad quisiera desearía seguir en la facultad, preocuparme por mis calificaciones, por mis pruebas y las largas noches de estudio al lado de la tía Nora extraño mi antigua vida, y sí no puedo evitar no extrañarlo se ha enganchado en mi alma de la manera que nadie lo ha hecho Damián, Said ha sido mi primer amor le he entregado mi cuerpo y alma a un hombre que no lo ha valorado y ahora me encuentro en una isla desierta con su primo que ,e ha secuestrado.

Su expresión es neutra, no sonríe no está serio se encuentra mirando mis ojos mientras yo observo los suyos, la brisa del medio día agita mi cabello y mi larga camisa azul, las olas relajantes chocan en mis pies.

-Han caído como plaga hacia ti Lía

-Mi padre ha atraído la "plaga" Damián, no ha llegado po si sola, y ahora tengo que lidiar con esta mientras el solo disfruta los beneficios de este acuerdo y claro mi familia también pero lo he hecho por estos.