Mercy

Eres mía

Un cosquilleo se propaga desde mi mejilla hasta mi cuello, pero mis ojos perezosos no quieren se abiertos el sedante está siendo eliminado de mi cuerpo y el dolor esta regresando 

-Lía-un susurro hace que me abra mis ojos una luz tenue, ilumina la habitación y recuerdo todo, Said me ha arrullado en sus brazos, ha sido dulce y comprensible, sé un poco más de él eso me emociona

-Buenas noches dormilona-su ronca voz hace que voltee y observe algo que me hace sentir....diferente, Said recostado en uno de sus brazos mientras el otro acaricia mi mejilla, su cabello negro despeinado, y sus ojos adormilados

-Has estado durmiendo-digo asombrada de que se haya quedado 

-Ha sido la mejor siesta que he podido tener en años en esta casa, no suelo dormir más de las ocho horas necesarias-sonríe cómodamente 

-Sonríes, nunca lo haces al terminar de hablar- digo extrañamente

-Me siento diferente, Lía-dice levantándose dejando a descubierto su moreno y perfecto torso, su abdomen fuerte y matado sale a La Luz, y sus caderas son cubiertas por un pantalon negro de chandal, mierda es lo más sexy que he visto. Trato de esquivar su cuerpo pero es imposible, toma su teléfono y escucho como teclea recostado al frente de la ahora cama revuelta, que huele a Said. 

-Sabes que en pocos minutos inicia nuestra bienvenida no?-dice mirándome y sonriendo 

-Bienvenida?-digo levantándome sé que mi cabello es una locura 

-Los socios cercanos de la petrolera, mi familia y unos amigos estarán abajo, es una especie de celebración por nuestro regreso tras nueve meses fuera, y el cierre de un negocio exitoso-sigue tecleando en el móvil, vaya que es atractivo. 

-Oh, que hora es?

-Ocho, hemos estado en la cama desde las tres de la tarde-dice mirándome de una manera diferente, lo sé su ultima oración me ha hecho ruborizarme

-Vaya señor Akram, mis sabanas te han atrapado-digo alejándolas y dejando al descubierto mis piernas, Said coloca su mirada en estas, y me mira. Mirón.

-Tu cama me ha resultado comfortable Lía es cierto, he pedido a Bel que cierre las persianas de la habitación para que no hubiese claridad, y que en el pasillo solo estuviese ella por si necesitabas algo, ambos estábamos cansados

-Lo estabas?-digo tratando de levantarme, pero rápidamente Said se acerca, a mi lado. Está muy cerca. Su nariz roza la mía antes de desviarse por mi mejilla hasta la base de mi cuello,, inhala profundo.Me quedo paralizada ante su cercanía su tamaño, y su aroma

-Sabes que tu olor me gusta, antes la vainilla nunca fue mi elección, seguiré comprando artículos de vainilla para ti-susurra de nuevo en mi oído, mis ojos se aprietan fuertemente necesito control, haré algo que no es debido

-Sa......Said...Said-por favor detente, no debemos hacer es...esto-susurro 

-Eres mía Lía recuérdalo-sus palabras me hacen olvidarlo todo, sus labios regresan por el camino de besos dejado hace segundos y se acerca a mi boca, así que quito la lejanía y tomo su rostro y uno nuestras bocas en un fuerte beso, me levanto de la cama lentamente necesito estar lejos de esta, su altura me lleva tres cabezas lo que tiene que bajar su cabeza, sus manos se posan en mi cadera y me acercan a él, puedo sentirlo todo. 

Nuestras bocas debaten en un salvaje beso, estoy perdida en su encanto, tomo su rostro fuertemente y lo acerco de nuevo al mío, nuestras lenguas batallan, sus manos recorren todo mi cuerpo, y se posan en mi trasero y me empuja hacia él. Desfalleceré si no se detiene, lentamente me alza y se acerca a la cama. Oh oh.No podré detenerme. Me pone lentamente en esta, sin separar nuestras bocas, con su tibia mano abre una de mis piernas y se posa en medio de estas, puedo sentirlo, nunca había sentido este sentimiento de.....deseo. Sus manos forman una celda en mi cabeza, las coloca a cada lado y sé que está reteniendo su peso pero mierda se siente bien tenerlo cerca.