Dudas

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Un ruido conocido invade la silenciosa habitación, parpadeo varias veces la claridad me obliga a hacerlo. observo que a mi lado solo se encuentra una sabana arrugada y una almohada, Said está en la ducha. Su oración antes de dormir me hace sonreír, puede ser tan acogedor y frío a la vez, recuerdo su cálido beso al decir sí en el altar, su tibia mano tomando fuerte la mía en el aeropuerto, sus besos, y su aroma varonil, y sus ojos, negros como la misma noche, brillantes con muchos secretos en ellos. Pero no todo me emociona, el contrato de dos años, los beneficios, mi padre me colocó entre la espada y la pared, ya no podiamos con los gastos del médico del abuelo, y el pago de mi universidad, mi relación con mi padre fue fría, desde que madre murió. Al abandonar la casa, se alejo y olvido que tenía una hija, recuerdo sus llamadas las sábados por las mañanas, no más de cinco minutos pero eso era todo, hasta que un día me convenció de asistir a una cena, la cual el objetivo era presentar a Said, y tres reuniones mas casi obligarme a casarme con Said, para así lograr pagar los gastos de la casa y el abuelo, la única que desistió de esto fue la tía Nora ella intentó convencerme pero cada vez era más duro y su trabajo en la librería no ayudaba. Necesitábamos otra fuente proveedora de dinero, y esa fue el matrimonio loco con Said, en la primera reunión se mostró hostil, alejado y silencioso, él ya sabía el plan. Me pareció una locura, Said es uno de los hombres más deseados del mundo, su fortuna, la petrolera, es una familia poderosa e influyente, no hallaba la forma de idelizarme con un Arabe como esposo menos a él. Al cual conocí por las noticias la primera vez.  

El viejo Akram me miraba de reojo y mal , al igual que yo, Said me pareció interesante hasta que su primer palabra fue "lo harás quieras o no", desde ahí supe que le odiaría pero todo el panorama ha ido cambiando, sus gestos amables pero su control extremo, me parece bien. 

Observo las alianzas en mi mano, son hermosas y costosas lo sé, Sasha lo mencionó la otra noche, Said las ha elegido, todo esto es una locura, pero estoy aterrada de como pueda terminar, Said es frío pero su mirada me altera al igual que si toque, sus besos hacen que deje de tocar el duro suelo y viaje a miles lugares, pero a mi mente regresa el acuerdo, el amor no era un punto de ese, era el solo casarnos por la Iglesia, lucir como esposos y eso era, mi odio hacia ellos creció pero estoy confusa que estoy haciendo con Said, el fingir, las caricias, las miradas. Esto me gusta pero me asusta. 

-Buen Día- su voz me saca de mis pensamientos

-Buen Día- digo aclarando mi voz, su imagen me hace sonar nerviosa, un pantalón negro cubre sus caderas, su torso está desnudo con algunas gotas, oh Dios. 

-Como has dormido?- lo veo caminar hacia su cuarto de ropa

-He dormido bien, creo que muy bien-digo levantándome de la gran cama y comenzando a arreglarla, para distraer mi mente de su imagen preciosa. 

-Me he dado cuenta, esta mañana lucías muy cómoda- dice saliendo abotonando una camisa gris muy elegante, sin embargo mi aspecto es diferente, pelo alocado pijamas y medias infantiles, somos muy diferentes-no te molestes en arreglar nada las mucamas lo harán, hoy asistiremos a un evento de automóviles juntos, y en la noche viajaremos a casa.

-Qué?, pensé que esté era nuestro destino Dubai-digo dejando la almohada de lado observándolo atentamente 

-No lo es Lía, nuestra casa nuestro pueblo es el de Marrakech, en Marruecos no Dubai, este es El Centro de nuestros negocios.

-Oh.-gesticulo muy bajo, otro viaje. esto no me agrada, nunca había escuchado sobre ese lugar en mi vida, y eso me genera interés. -El evento será en la tarde?

-Dentro de dos horas, tienes una hora para desayunar, otra para arreglarte, mientras dormías pedí que trajeran el desayuno tuyo a la habitación- dice colocando su elegante saco, pero sin corbata 

-Desayunarás aquí?-digo acercándome al gran cuarto de baño

-No Lía, desayunaré con mi familia.- un pequeño punzón de decepción me invade y me alegro que no lo note, pensé que me acompañaría a desayunar, pero es obvio el no le toma importancia, es algo que no es real. 

-Te veo en dos horas en el living- digo cerrando la puerta oscura del cuarto, digo sin importancia.

Luego de unos minutos en la hermosa y espaciosa ducha, decido colocarme ele albornoz, Said ha mencionado algo de Sasha y supongo que por ser el primer evento que asistimos juntos tendré que lucir impecable, y dejaré que Sasha realice todo. En cuestión de minutos tocan la puerta y observo, que en la entrada se encuentra una mujer vestida elegante e impecable. Lidia.

-Señora Akram, Buen Día, el señor Said solicito su desayuno lo he preparado

-Buen Día Lidia, adelante- digo sonriendo al menos logro ver a alguien conocido

Observo como en la mesa de la espaciosa habitación coloca un platillo con huevos revueltos, tostadas, tortitas, fruta en trozos y zumo de naranja, vaya.

-Está hecho todo con fruta fresca, que tebnga un buen provecho señora Akram 

-Lidia por favor dime solo Lía, no me considero señora aún- mi comentario parece escandalizarla y abre sus ojos - oh no me malinterprete es el tema de la edad- digo tratando de sonreír 

-Ya veo, si me disculpa señora....Lía tengo que volver al restaurante

-Ummm.....Lidia te molestaría quedarte, estoy sola y no me gusta desayunar sola-digo señalando la mesa

-Disculpe señora pero las ordenes del señor Said  son claras, solo dejar el desayuno, lo siento

-La señora entonces en este momento seré yo, por favor me acompañarías es mucha comida para una persona?

-Sí señora- dice no muy segura

Al cabo de unos minutos nos sentamos y no luce comoda, decido ofrecerle frutas a lo que se niega rotundamente, pero acepta un poco de zumo, pregunto por Dín, y en cuestión de minutos su expresión cambia, me cuenta sobre las locuras de Dín y algunas cosas que ha experimentado. Lidia me parece una mujer fuerte.

Lo que parece minutos luce como un hora, hemos conversado muchas cosas y me parece una gran mujer, luchadora y una gran madre, pero se tiene que retirar, le digo las gracias por el maravilloso desayuno, y su valiosa compañía, es la única persona con la que he hablado por mas de cinco minutos en dos días después de Dín.

Al salir Lidia, una alocada Sasha me saluda, y me dirige al tocador, será una hora de historias alocadas, y maquillaje. La escucho parlotear por una hora, y veo que da los últimos retoques. Al salir observo un blanco vestido largo y conozco el estilo, es árabe oh demonios, no con este clima.

-Dime que no usare ese largo vestido, Sasha? 

-Oh señora Lía, el señor Said me ordeno vestirla con cosas largas y que representen a su cultura

Mierda. Lo matare. El día arde y me hará usar ese vestido. Está equivocado, no dejaré que decida eso por mi.

MercyOnde as histórias ganham vida. Descobre agora