Dulces momentos

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Un suave movimiento en el lugar hace que abra mis ojos, la clara cabina a pesar de la oscura noche se ve iluminada por La Luz de la noche. A mi lado no se encuentra lo que mis ojos deseaban encontrar. Las suaves sabanas enredadas en mi cuerpo lo calientan....en segundos me coloco mis bragas, y lo que parece ser una pijama que yace doblada impecablemente en unas de las sillas de caoba oscura en la habitación.

El movimiento del bote hace que el lugar gire y mi estomago ruja de mal estar. Al lugar girar en mi alrededor rápidamente cierro mis ojos y me tomo de la alta cama al perder el equilibrio. oh rayos.

Trago sonoramente saliva y camino hacia el lavado, tomándome de las cosas cercanas como muebles, sillas para no perder el equilibrio. El lujoso lavado muestra un enorme espejo y una brillante losa. Mi aspecto pálido y adormilado aparece en mi campo de visión, mi cabello color caramelo luce aún con los largos rizos pero revueltos. Mis ojos lucen vidriosos, mis mejillas sin color y mis labios también.

Demonios.

Al terminar de cepillar mis dientes tomo una larga respiración, los mareos han disminuido pero el movimiento del bote no realiza un favor y hace que regresen. Necesito aire.

Al colocar la batilla de seda sobre mi cuerpo la amarro al rededor de mi cintura y con mis pies descalzos decido salir a la cubierta. El frío aire rápidamente se abre paso y agita mi cabello que recae sobre mis brazos. Mis frías manos aún se apoyan en las brillantes paredes de madera dura. El bote sigue en movimiento, pero Said no aparece en mi campo de visión.

Camino unos pasos y evito observar el oscuro océano que rodea el gran bote, al observar el lado del bote la imagen de Said tomado de las barandillas observando el lejano mar derrite mi interior. Su ancha y tonificada espalda se contrae al tomarse de estas.

Ha cambiado su ropa. Yace con una americana negra que cubre hasta sus muñecas, un jeans oscuro y sus zapatillas negras. Hacen que luzca como un chico malo.....mi chico malo.

-Buenas noches señor Said- digo abrazando su espalda apretujando mi rostro sobre esta.

-Lía qué haces despierta?- su tono preocupado hace que lo suelte mientras este voltea y me observa atentamente- te encuentras bien?- dice tomando mis salidas y frías manos

-EL movimiento me ha despertado- digo observando sus oscuros ojos

-Estás pálida....has enfermado?....ven siéntate- dice mientras me guía como a una niña hacia los sofás ubicados en la cubierta mientras el frío viento agita nuestros cabellos

-He tenido mareos por el movimiento al despertar...ahora estoy bien-digo tomando sus calientes manos a pesar de la fría noche- por qué has despertado?

-No es bueno que estés aquí afuera....tomaras una pulmonía..ven vamos a la habitación- dice rápidamente alejando su cuerpo

-No...no por favor la habitación ha provocado nauseas...el movimiento hace que los mareos sean más intensos.....-digo mirando sus ojos- tomaré una de las mantas rojas y me abrigaré pero me gustaría permanecer unos minutos en cubierta- digo apretujando su mano

En segundos toma dos mantas rojas a un costado de los sofás y me indica que me acerque, rápidamente me acerco a su lugar y me recuesto sobre su duro pecho mientras este extiende las mantas sobre mi cuerpo, abrazando protectoramente mi cuerpo.

-Estaremos 15 minutos, la brisa de afectara más y no quiero que enfermes-dice acariciando mi cabello...aspirandolo- hueles a vainilla......y a mi-dice con su gruesa voz

-Me has hecho el amor....tu olor se ha impregnado en mi piel-digo cerrando mis ojos ignorando el malestar en mi estomago dejando que la brisa se lleve todo el malestar.

MercyWhere stories live. Discover now