Mercy

Adiós

-Quítate el sujetador —ordena.
Me incorporo y hago lo que me dice. -Túmbate. Quiero mirarte.

Me tumbo, y alzo la vista hacia él mientras saca el paño de sus caderas. Le deseo tanto. Me mira y se relame.

-Eres preciosa, Lía Akram-Se inclina sobre la cama, y lentamente se arrastra sobre mí, besándome al hacerlo. Besa mis dos pechos y juguetea con mis pezones por turnos, mientras yo jadeo y me retuerzo debajo de él, pero no se detiene. 

-Said- jadeo ante su toque arqueando mi espalda pero sus manos se posan sobre mi cabeza sosteniendo las mías de paso. En mi centro puedo sentir como su miembro duro y erecto roza peligrosamente. Pero algo me alarma y abro mis ojos. 

-Said...no te has colocado protección-digo tratando de pensar ante sus besos 

-Mañana inicias el control no será necesario-dice empujando su cadera haciendo que su roce me haga jadear 

-No....Said...-intento protestar pero  se mueve hasta quedar suspendido sobre mí. Sin apartar sus ojos de los míos, se hunde en mi interior con un ritmo deliciosamente lento. Cierro los ojos, deleitándome en la lentitud, en la sensación exquisita de su posesión, e instintivamente arqueo la pelvis para recibirle, para unirme a él, gimiendo suavemente. Él se retira suavemente y vuelve a colmarme muy despacio. Su fuerte espalda es arañada por mis uñas su penetración se hace más exquisita con los segundos y mi cuerpo le reclama cada vez más

-Eres mía-dice penetrando suvamente una y otra vez a un ritmo dolorosamente lento 

-Said...más rapido- digo intentando mover mis caderas pero su peso me aprisiona. En segundos su boca penetra la mía, su lengua explora mi cavidad bucal con su lengua y me posee en la boca, mientras nuestros se unen lentamente. 

No escucha mi suplica y sigue con su lento baile.....adentro...afuera hasta por un microsegundo puedo mover mi pelvis y puedo adentrarme más en el

-Ahhh- un ronco gemido sale de su garganta y tomo su caderas y las hundo más en mi su grueso miembro entra profundamente y un leve pellizco en mis adentros hace que abra mis ojos.-estás bien?-dice observándome atentamente- Lía mi tamaño puede lastimarte aún estás un poco estrecha-dice mirándome como a una niña que ha cometido un delito-estás bien?-dice deteniendo su lento y delicioso bailoteo 

No respondo y beso sus labios, olvidando el dolor, olvidando todo lo que sucede en nuestro alrededor y en segundos Said responde mi beso y muevo mi pelvis para que retome. Segundos pasan y de nuevo penetra mi interior, pero esta vez la sensación cosquilleante se acerca y muerdo mi labio. 

-Vamos nena- dice penetrando más rápido, besando mis labios pero de a mi mente llega el suceso de la muerte de Akila...cierro mis ojos y trato de olvidarlo todo pero ah demonios. 

-Lía- dice Said roncamente. 

Segundos pasan y la sensación cosquilleante desaparece y no llego a mi alivio, Said sí. Varios movimientos sobre mi cuerpo y siento como se viene en mi interior, se desploma sobre mi cuerpo.  

Said tiene una expresión suave, tierna. Frota su nariz contra la mía, se apoya en los codos. 

-Qué ha sucedido?-dice acariciando mi cabello atento a mi responder  

-Estoy bien-miento. 

-Lía no te moveras de tu lugar hasta que expliques que ha sucedido?-dice. 

Y el mandón a regresado. 

-Esta tarde he discutido con tu padre, ha mencionado que mi padre ha perdido la mayoría de sus acciones- digo observando sus oscuros ojos- Por qué no lo has mencionado?