Mercy

Días infernales

-Lo he hecho desde que me casé contigo he terminado con mi vida- digo secamente

-Bien, es bueno saber lo que piensas Lía Akram, solo así escupes lo que piensas, crees que han sido los mejores días para mi? todo se ha iso al demonio Lía y ni siquiera empieza, me tendrás 24 horas al día a tu lado 7 días a la semana odiarás el hecho de haber pensado lo que dijiste, he pedido el traslado de tus cosas para esta habitación al llegar, dormirás como mi mujer, en mi cama, a mi lado, y actuarás como tal estoy arto de tus estúpidos juegos Lía- su tono de voz ha incrementado y mi corazón se detiene.

-No te atreverías- digo acercándome a su cama

-Te he comprado- rapidamente retrocedo ante sus palabras, me han dolido mas que esta confusa situación

-Gracias por traerme al infierno-digo corriendo de la habitación y escucho como de lejos grita mi nombre no regresaré. No me obligará a dormir a su lado, no ahora que sé que su padre planea una segunda esposa.

Me acerco al pasillo y en medio de este Jamil me observa y se aleja de mi paso, rápidamente bajo las escaleras, sin importar si tropiezo y caigo, milagrosamente no lo hago. Al correr aún más rápido mis piernas duelen. Aun las heridas de mi pie están frescas, me dirijo a mi único lugar de escape. Los establos. Las pesadas lagrimas caen de mis ojos, el dolor ha incrementado.

Me acerco al conocido establo y sin importar me adentro en este cierro la puertecita y observo a Gaia que ha retrocedido, sé que me ha podido atacar por no reconocerme y la estoy poniendo nerviosa. Pero no resisto un segundo más, un ronco sollozo sale de mi garganta al recordar las palabras del viejo Fakhir y la mirada asquerosa de Malina, le ha permitido entrar a su propia habitación lo cual nunca me dejo hacerlo en este mes. Todo se ha desmoronado, he confesado mi amor pero ha sido en vano no me ama, y he caído como una tonta. Me ha enamorado para hacerme caer. Y su ultima frase"te he comprado" me hace sollozar aún más.

Decido acostarme en el amontonado heno en el recinto de Gaia, la noche ha caído y no pienso moverme de aquí.

En un susurro de voz gesticulo a Gaia-lo siento pequeña he interrumpido tu espacio, pero eres mi escapatoria en este infierno- las lagrimas caen de lado y golpean el seco heno. Gaia agita su cuello hacia los lados, significa que está contenta, el frío se propaga por el lugar, el invierno se acerca.

-No haré ruido lo prometo Gaia pero dormiré en tu cama, aunque no te eches para dormir pero lo haré prefiero esto que estar al lado del frívolo de Said, en sus sueños- digo sentandome para acariciar la trompa de Gaia, se ha acercado lentamente adora las caricias cerca de sus ojos.

-Eres mi confidente lo sabes? sabes mis secretos y mis anhelos así que no me traiciones eres la única aquí a la cual aprecio-digo abrazando su torso, menea su cola y una de sus patas sé que no le gusta la afección

-Lo siento no de daré más afección pero rayos desearía que hablaras- digo observando como devora el heno fresco

De lejos unos fuertes pasos se acercan, y Gaia se detiene oh no. me alejo lo más que puedo de la puertecita y de Gaia, reaccionara bruscamente. En cuestión de segundos Kenny y tres de sus hombres aparecen y Gaia intenta morderlos acto seguidos uno de ellos grita y los tres se alejan de la puerta. Gaia relincha y se agita nerviosamente,

-Señora Akram he recibido la orden de hacerla entrar a la casa, orden directa del señor Fakhir- Kenny se acerca pero mantiene una distancia prudente de Gaia

-No lo haré nadie tiene que obligarme a entrar a esa molesta casa-digo alejando lo más que puedo de esa puerta

-Entraremos a la fuerza señora Lía por favor deje ese lugar por las buenas-de nuevo Kenny habla