Enamorándome de Tí (+18) # 2 [Segunda Parte] {Completa}

Capitulo 16

Estoy sentada frente al inmenso plato que ha preparado Lici para mi. Realmente no tengo ni una gota de hambre. Simplemente sigo igual o hasta peor de los nervios. Estoy pensando en que estará haciendo mi padre. Supongo que le iría a contar a Victor, o la verdad es que no se. Suspiro. Siento la pesada mirada de Omar sobre mi. No le miro, raramente me siento un tanto tímida. Quisiera irme a mi casa, solo a pensar. Necesito pensar en todo lo que pasó esta tarde. Quiero hablar con mi padre. Necesito saber si él no está molesto conmigo.

— No has probado la cena... – comenta con un tono bastante frío.

Le miro, Omar ya había acabado con su cena. ¿Cuánto me quede pensando? Si no mal recuerdo hace un momento estábamos "comenzando" a comer. Más bien, él comenzaba a comer.

— Lo siento, pero no tengo hambre.

— No has almorzado y ahora no quieres cenar. Tienes que comer Alina. – me riñe.

Simplemente hago un gesto con la cabeza de forma afirmativa. Estoy fuera de mundo y es frustrante. Omar sigue mirándome y al ver que sigo en la misma posición y sin tocar la comida. Se levanta. Bastante irritado, o es lo que pienso en este momento.

— ¿Has traído lo que te comenté?

Le miro confundida. ¿De qué me habla? Lo pienso, pienso y recuerdo. Estoy segura que está hablando de la ropa.

— ¡Ah! Está en la cajuela de mi auto... – me encojo de hombros.

— ¿Y tú auto?

— En mi casa...

Omar pone una expresión cansada. A lo que yo solo me quedo media perdida por lo que hace. Pero libremente le sonrió.

— Anda vamos a tu casa...

Me levanto de la silla observando lo que no me he comido. Tenía buena pinta. Pero yo sin una gota de apetito. Un verdadero desperdicio. Cosa que realmente odio. No me gusta tirar comida.

— ¡Espera! – digo de momento. Voy directo a la cocina.

Lici y Roben están cenando. Al verme dejan de comer y se levantan. Hago una seña para que se vuelvan a sentar. Y pasó directo buscando un bowls.

— ¿Necesita algo señora?

— No, sigan comiendo...

Cuando por fin lo encuentro voy nuevamente a la mesa. Omar está en la misma posición que lo he dejado. Termina de beber el vino de su copa. Me observa curioso.

— ¿Qué haces?

— Voy a llevarla, cuando tenga hambre la comeré.

No dice nada. Sabe muy bien lo de mi fetiche con lo de desperdiciar comida. Y aunque insista que no es necesario de igual forma no va a hacer que cambie de opinión. Cuando tengo todo listo lo echo en una bolsa de papel.

— ¡Listo! Podemos irnos – sonrió. Omar me ve dulcemente. Me ofrece su mano. La cuál acepto felizmente.

~

De camino vamos los dos en silencio. Extrañamente no hemos hablado mucho de lo que ocurrió. Él no quiere decirme lo que hablo con papá, lo cuál me molesta bastante. Tengo derecho a saber qué paso. Pero de igual forma se niega en soltar una palabra. Es tan frustrante esta situación.