Enamorándome de Tí (+18) # 2 [Segunda Parte] {Completa}

Capitulo 51

Le sujeto fuertemente del brazo, Damian sigue mis pasos. Nos guío fuera de la pista de baile hasta la mesa dónde habíamos estado antes. Dónde la estábamos pasando bien. ¿Qué rayos le pasa a Omar? Jamás lo había visto ni oído hablar así. Parecía otra persona, no sé... Distinto, como si fuera otro hombre. Impulsivo, machista, controlador y obsesivo. Esa escenita no fue una de celos normales, entiendo que tal ves metí la pata. Damián nuevamente en mi vida. Aquí, bailando y tomando. Lo sé, pero no era motivo para que Omar reaccionara así. Él no es así, siempre ha sido lindo, respetuoso, un tanto intimidante pero no era algo de lo que yo podía preocuparme. ¿Ahora? Sentía un extraño sentimiento de alerta por todo mi cuerpo. ¿Suya? ¿Por favor? Siempre había notado un poco de posesión en sus palabras y bueno... En sus actos también pero no para llegar a sentir miedo. ¿Es miedo lo que siento? No quiero que intenté de controlarme, no quiero que piense que le pertenezco. ¡No!

— ¿Dónde se fueron? – la voz de Damian me trae devuelta a la realidad. Observó la mesa y está completamente desocupada. ¿Y Ciara?

—¡La mató! 
Doy media vuelta. Y me regreso por dónde venía. No puedo evitar hechar un vistazo al segundo piso. Pero no logro verlo. Por lo que me desplazó rápidamente al área de los baños. Entro dando un portazo.

—¡Ciara! – levantó un poco la voz. Ella sale como una bala de uno de los cubículos, con medio traje levantó. Se arregla. — Niña vas a matarme. ¿No puedo hacer pis en paz? – se lava las manos.

— Quiero irme.

— ¿Irte? ¿Qué pasó? Estás pálida. ¿Molesta? –me observa curiosa.

— Solo quiero irme, no tienes que venir conmigo. Puedo pedir un taxi. –paso mi mano por mi cabello una y otra vez.

—¿Qué te hizo Damián? – me toma de los hombros. ¿Damián? Más bien será tu padre.

— Él nada, más bien un imbécil que se apareció...

— ¿Qué pasó?

— No quiero hablar de eso ahora. ¿Vale? Solo quiero irme a casa. Necesito pensar. – murmuró lo último. Ella me mira preocupada.

— Le diré a Álex que nos vamos. No voy a dejarte sola. – me sonríe. ¿Está intentando de animarme? — Ciara puedes quedarte, no pienso dañar la noche por algo que me pasó a mí. ¿Si? Quédate.

— No.

— Le diere a Damián que me lleve. Así pasas más tiempo con Alexander.

— Dejar que te vayas con Damián para yo quedarme con un chico que acabo de conocer no parece buena idea. Si papá se entera se arma la tercera guerra mundial.

— Pues que se entere, me da lo mismo. – escupo molesta. Su rostro cambia y su postura se vuelve rígida. — El imbécil que apareció no era mi padre. ¿Verdad? – me quedo en silencio ante su pregunta.

— Tu silencio contesta mi pregunta. ¿Qué te hizo? ¿Estás bien? – ahora sí parece preocupada.

— Estoy bien, solo nos peleamos. – intento de quitarle importancia. 

— ¿Vino a vígilarte? ¡Te lo dije! Está medio raro contigo.

— ¿Raro? Raro es poco.

— Hablaré con él.

— ¿Qué? No. Hablaré con él. Pienso que es a mí la que le toca hacerlo.

— Alejate de él. No me parece lo que está haciendo. Es mi padre pero tú eres mi amiga.

No contesto ante eso, solo nos encaminamos afuera. En el pasillo nos esperan Alex y Damián. Me adelantó a Ciara y le pido a él que me lleve a casa. Acepta sin poner peros. Aunque Cia no le agrado tanto la idea se quedó. Yo sé que quería pasar más tiempo con Alex. De camino el silencio nos envuelve mientras mi mente no deja de pensar. Una y otra ves lo mismo. Lo que acaba de ocurrir, no sé si este haciendo bien. Necesito pensar con la cabeza fría. Quizás solo fue un impulso por los celos, Omar sabía muy bien el encuentrito que había tenido con Damian. Y aunque no lo recuerde tan claro para él debía de ser un tanto difícil. Pero no excusa para actuar como lo hizo, seguirnos y decir que yo era suya. Había sido el primero y agradecía a Dios que fuera él. Pero eso no le daba un derecho mayor sobre mi. No me había gustado nada que fuera a vigilarme. Tiene que confiar en mí, tenía que hacerlo.