Capitulo 28

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Tocó a su puerta con algo de nervios. Omar habla bastante formal. Me indica que pase pero su tono es serio. Bastante serio. ¿Ciara no le dijo? O ¿le molesta que esté aquí? Abro la puerta un tanto tímida. Y le veo, tan sexy sentado detrás de ese gran escritorio. Revisando papeles. Tiene un semblante serio, típico de él. Ni siquiera se ha dignado en mirar a mi dirección.

— Hola... – susurro aún más tímida que antes. Espero que mi visita le anime.

Al escuchar mi voz su semblante cambia por completo. Su mirada pasa rápidamente a mi persona. Me recorre con su azulada mirada de arriba a abajo y luego sonríe satisfecho de algo. Se levanta de su silla.

— Que grata sorpresa – dice cuando está frente a mi.

— ¿Ciara no te dijo?

Omar me envuelve entre sus brazos y me abraza. Uou que cariñoso. Me acurruco en su pecho.

— No, solo dijo que alguien quería verme. Jamás pensé que fueras tú... – me da un casto beso en la frente.

¡Wow! Nuevamente sorprendida. ¿Qué ocurre con ella hoy?

— Esta distinta hoy – comentó pensativa.

— Vino en la mañana. Deseaba tener nuevamente su trabajo. Así que se lo he dado. Le viene bien distraerse. Sabes que no tiene muchos amigos. – Omar me mira preocupado. Es más que obvio que se preocupa por su hija. Y esa simple reacción me conmueve el corazón. ¡Tan mono!

— Supongo que Dana y ella han mejorado...

— Supones bien. Por esa razón he movido a Dana cerca de ella. Las he visto conversando y me tranquiliza que tenga a alguien con quien hablar.

— Suena perfecto – le sonrió. Y él me la devuelve más tranquilo. Me muevo cerca de su escritorio. Me tomo la libertad de sentarme en su silla. Omar mi mira divertido.

— Tan trabajador como siempre... – ojeo algunos de sus papeles. Cuentas, contratos etc etc.

— Se te ve tan atractiva hoy – comenta de la nada. Me sorprende. Y ligeramente siento mis mejillas arder. ¡Por Dios! Cómo consigue ponerme nerviosa al instante.

— ¿Hoy solamente? Que ingrato eres... – bromeó un tanto tímida. Él me sonríe. Se acerca a paso lento. Sin dejar de mirarme.

— Todos los días... A cada momento... Hasta cuando hablas dormida.

Rio sin poder evitarlo.

— Yo no hablo dormida  – muerdo mi labio riendo. Él también lo hace. Y que risa.

— No, no hablas dormida,
Solo susurras cosas que es más o menos lo mismo. – se agacha un poco.

Le miro sonriendo. Él me la devuelve pero una sonrisa distinta. Una coqueta. Me agarra de la cintura y me levanta sentándome en el escritorio. ¡Uou! Siento que se aplastan todos los papeles. Pero a él no le importa en lo absoluto. Separa mis piernas con las suyas pegándose a mi cuerpo seductoramente.

— Dime lo que me susurras mientras duermes.  – pide a centimetros de mis labios. Me tienta como él solo sabe hacerlo.

Y yo me quedo e putrefacta. Sé que aunque lo niegue con mi vida de vez en cuando hablo dormida pero no sabía que lo había echo junto a él. Pensé que ya no me pasaba.
¡Qué vergüenza! ¿Qué demonios he dicho? ¿Qué es lo que le he dicho?

— Omar...yo... – jadeo.

Su cercanía me desespera. Me excita. Su cuerpo me incita a mil pecados prometedores. Mi corazón se acelera y ese esquisto cosquilleo en mi entrepierna me altera. Me acalora.

Enamorándome de Tí (+18) # 2 [Segunda Parte] {Completa}Where stories live. Discover now