Enamorándome de Tí (+18) # 2 [Segunda Parte] {Completa}

Capítulo 54

La simple idea de estar alejada de ellos dos once meses no me agradaba para nada. Era demasiado tiempo sola a mi pensar jamás habíamos estado tanto tiempo alejados. Sí teníamos momentos que no nos veíamos pero no era así. Pero tampoco podía ponerme en ese plan. Así que muy a mi pesar solo pude "aceptar" y parecer de acuerdo. Primero que nada estaba la felicidad de ellos dos.

— ¿Podré visitarlos? - pregunto mirando a la nada.

— Claro que sí, cuando quieras. Es más podrías venir mañana mismo si lo deseas. – habla papá seguro.

— Me encantaría pero tengo cosas que hacer.

— ¿Estás quedándote en tu apartamento? – me mira receloso. Y yo sonrió.

— Si pa' como te prometí. Yo en mi apartamento y Omar en el suyo. – ruedo los ojos. Él se pone medio rígido. Y Víctor murmura algo y se levanta.

— Es solo para la tranquilidad de tu padre. – parece bromeando pero serio.

— Lo sé...– ruedo los ojos.

— Estoy hablando en serio, sabes que para mí es difícil.

— Papá Omar es muy respetuoso... Comentó pensando. Mi mente me juega una mala pasada. Imaginándome a Omar, desnudo encima de mi.

— ¿Alina?

— ¿Te llamo en la noche? Quiero que me digas más detalles sobre el niño.

— En la noche. Te amo.

— Yo también.

Cortó la llamada y me dirijo a la editorial. Cuando llegó al edificio me da una emoción enorme. Es pequeño el lugar, pero justo lo necesario para el comienzo. Pasó y subo por el ascensor luego de saludar a Don Héctor el guardia de seguridad. Cuando las puertas del ascensor se abren veo el pequeño movimiento en la oficina no tenemos mucho personal pero es el suficiente por el momento. Tenemos varias personas trabajando para nosotras. Exactamente seis  personas, todas chicas. Queremos aportar al trabajo para mujeres. Algo de ayuda a las chicas que no tienen experiencia laboral. Los cubículos están divididos, tres en una esquina y tres en la otra. Tres a disposición de Ciara y tres en disposición para mí. Las que trabajan conmigo son Anna, Kate y Lis. Las tres son de más de veinticinco años. Las que trabajan con Ciara son Tina, Karla y Nonna. Son muy eficientes.

— ¡Buenos Días! – les digo sonriendo. Ellas me saludan muy animadas. Y me detengo frente al escritorio de Kate. Es como mi mano derecha.

— Buenos días señorita Hurley su cita la espera en la oficina. Pero antes la señorita Dickson quiere que pase a verla.

— Soy Alina, Kate. Puedes tutearme.
Ella medio sonríe cabizbaja. Pero no me contesta.

— Iré a ver a Ciara.

Al final están nuestra oficinas, a mano derecha la mía y a mano izquierda la de Ciara, justamente una al lado de la otra. Abro la puerta, está al teléfono. Sonríe cuando me ve. Termina la llamada y se levanta.

— ¿Viste tu cita?

— No, ni he entrado. Olvide por completo la cita. Mira como vine vestida. – me señaló. Ella me mira de arriba a abajo y me sonríe.

— Luces cómoda.

— Descuidada más bien...

— Eres jefa también, puedes venir en bragas si quieres.

— Ya me ví entrando en bragas. – niego con la cabeza.

— Yo vine cómoda también. – la observó trae un vestidito de flores y unos tacones.