Enamorándome de Tí (+18) # 2 [Segunda Parte] {Completa}

Capitulo 24

Foto de multimedia: Profesor López

Habían pasado unos minutos más de la misma forma. Y cuándo digo la misma forma, me refiero a que falta casi nada para que me quedara dormida. Jamás había estado tan aburrida. Él bendito profesor no deja de hablar cosas relacionadas al curso. Y yo simplemente ya estoy hasta la madre de esto. ¡Que se callé! O por mi madre le voy a aventar con uno de mis tacones. Con suerte le rompo la cabeza y puedo irme a casa. Sonrió con malisia ante mi reciente idea. "Alina estas loca"

— Bueno chicos, es todo por hoy. Pueden ir a las oficinas principales a recoger sus horarios. – concluye observando unos papeles.

Casi podría morir de felicidad. Por fin me puedo largar. Agarre mis cosas. Todos comenzaron a salir. Y yo faltaba poco para que me pudiera a bailar de alegría. ¿se puede ser más feliz? Me levanto de mi silla.

— Lo olvidaba. ¿Alina Hurley está aquí?

La madre que te parió, la puta madre que te parió. ¿Porqué? ¡Carajo! Mire la salida con dolor. Mi felicidad va luego de esa puerta. Lejos de este lugar.

Los que quedaban en él aula siguieron su camino sin ninguna importancia. Él observo con la mirada todo el aula, hasta que me ve parada en mitad de salón.

— ¿Usted es Alina? – me observo.

Supongo que mi expresión de dolor se notaba a distancia.

— Si... – murmuré.

Me acerqué hasta estar más cerca. El cuello me seguía picando y era tan desagradable. Podría jurar que estaba irritado. Ya comenzaba a doler.

— Estuve hablando con su padre. Arthur, me explico muchas cosas sobre usted académicamente. Por lo que iré directo al grano. – me observa. Su mirada oscura se encontró con la mía. Haciéndome sentir nerviosa.

¡No me mires pelotudo!

— Me parece perfecto – me atrevía a contestar. Calma Alina. Es solo un profesor. Nada de otro mundo.

— La clase que estaré dando aquí, no es es para usted.

— ¿Cómo?

— Todos los que viste son chicos nuevos. No saben nada respecto al tema. Todo se iría por lo básico. Y por lo que su padre me dijo. Desea que algo más rápido. ¿Estoy en lo cierto? – Se mueve de un lado a otro.

Ligeramente me siento nerviosa.

— Si, deseo eso. – rasco mi cuello.

— ¿Qué le parece clases particulares? – tiene una expresión profesional. Pero parece ligeramente divertido.

Frunzo el ceño. ¿Clases particulares? ¿Es eso una buena idea? Me lo pienso. Es algo no muy fácil de decidir, o tal vez si. ¿Qué pensará papá de esto? Pero lo más importante. ¿Qué pensará Omar? No creo que le agrade la idea de que tenga que estar con un hombre a solas. ¡No! Definitivamente no le va a gustar.

— No lo sé. – acepto pensativa.

— ¿Ocurre algo con su cuello? – se acerca. Y yo retrocedo.