Capitulo 46

13.2K 771 28
                                    

Hace más o menos una hora que la clase con López comenzó, estoy sentada en el mueble mientras él se mueve leyendo uno de sus libros y hace unos apuntes en un pequeño pisaron que está colocado frente al estante de todos los libros que poseo. Giró mi vista dónde Omar que esta sentado en la barra de desayuno mirando hacia nosotros mientras se toma un trago. Es muy intimidante la verdad y es demasiada distracción para mi. Según esta sentado su camisa blanca se ajusta mucho más en él área de sus hombros y brazos. Me observa y sonríe de medio lado y yo regreso la mirada donde López quien aún me da la espalda. Anotó unas sitas importantes, pasos a seguir entre otras cosas.

— ¿Alina?

Parpadeo unas cuantas veces volviendo en sí. ¿Estaba hablándome? ¿Cuándo?

— ¿Si? – balbuceo intentando de volver en mi.

— Te hice una pregunta, parece que andas distraída. – lo dice en forma seria. Y tirándole una mirada a Omar quien sigue en la misma posición anterior.

— Lo siento, estaba anotando y no preste atención. ¿Cuál era la pregunta?

— ¿Si entendiste el material? Ya estamos por terminar. Sabes que no te queda mucho para finalizarlo. Quiero que estés completamente preparada.

— Si, si. Logré comprenderlo. Solo necesito familiarizarme más en la práctica...creo. – digo lo último un poco dudosa.

— Desde ahora eres una excelente empresaria. No será problema. – me regala una sonrisa y yo se la devuelvo educadamente.

— Es todo por hoy señorita. – Vuelve a llevar su vista a Omar. — La próxima clase será en dos días. Quiero que estés preparada para una prueba.

— ¿Otra?

— Si. – dice recogiendo sus cosas. Deja todo acomodado mientras yo hago lo propio con mi lado.

— Hasta luego Alina – me sonríe. Se gira. — Omar.

Omar solo hace un gesto de cabeza. Y López se marcha. El ambiente cargado desaparece y yo me giro a mirarlo.

— Que rápido se fue. – comenta en tono divertido.

— Las clases no suelen ser más de hora y media. – releo unos apuntes.

Omar se acerca. Levantó la mirada del cuaderno y lo observó.

— ¿Realmente te agrada?

— ¿Qué cosa? – Acomodo todo lo que queda y llevo el pisaron hacia la otra esquina. Ya sé por dónde viene su pregunta.

— Ya sabes qué cosa.

— Es un buen tipo. Me cae muy bien la verdad.

— No me gusta que esté cerca de ti.

— Ya habíamos hablado de esto. No quiero tocar ese tema otra vez.

No dice nada. Me giro a mirarlo.

— Es solo un amigo que me ayuda a saber más sobre empresas. Nada fuera de lo normal. – me acerco y lo tomo de la mano. — Te ves tenso. ¿Un masaje? – Me sonríe.

Luego del masaje pasamos lo que quedó de la tarde juntos. Hablamos, sobre todo de cosas pendientes. Cosas que debimos hablar como porque las aquella fotos que tenía de todas las mujeres con las que estuvo. Pienso que fue un poco masoquista de mi parte pero era necesario, para mí lo era. Así que su contestación no fue algo que me sorprendiera o que me desilusionará, ya sabía lo peor ¿qué más me podía decepcionar? Luego de eso tratamos de pasar un tiempo cálido, como buenos amigos. Ahora ya son las 8:00pm y Omar todavía está en el apartamento hemos pedido pizza y estamos sentados en el suelo. Mientras miramos el TV.

— ¿Recuerdas cuando estamos así en el hotel en Chicago? – comenta luego de darle un sorbo a su coca cola.

— Recuerdo que era la primera vez que tomabas una coca cola – digo riendo. Él me sigue.

— Extraño ese lugar...

— Yo también, pasaron muchas cosas divertidas.

— ¿Sabes? Has cambiado tanto mi vida. Que no siento ser el mismo de aquel viaje.

— Has cambiado un poco. – me encojo de hombros.

— No hace mucho tiempo tampoco. Pero si, pero prefiero esto que no tenerte.

— ¿Hablas de nuestra amistad?

— Somos más que amigos, solo que te tienes presionada. Alina sabes que me muero por besarte, por estar contigo. Pero me retengo porqué me has puesto un alto.

Le miro. Tiene razón le estoy poniendo un alto, por miedo, porqué le temo a lo que aún siento por él que no ha cambiado para nada. Si no que crece y crece cada día más. Y me asusta lo que siento. Yo también me muero por estar con él. Pero tengo tantas inseguridades más ahora al saber con cuantas mujeres ha estado y que tan exigente era o es en ese hábito. Antes no pensaba en eso, solo me dejaba llevar y listo. No después de saber todo eso.

— Lo siento. – balbuceo sin pensar. Omar se me queda viendo y se arrastra hasta que queda más cerca de mi. Yo lo miro, me toma de la cintura y me sube a su regazo, mirándonos frente a frente.

No se mueve no hace nada solo nos mantiene así, cerca. Mi corazón se acelera mientras siento como mi cuerpo se eriza. Me lo pienso y acto seguido estampo mis labios sobre los suyos en un beso deseoso, con una excitación retenida. Omar acepta mi beso sin rechistar, no se opone si no todo lo contrario. Me agarra con más fuerza. Su boca se une a la mía y comienza ese juego de lenguas, buscándose, añorándose luego de tanto tiempo. La excitación explota en mi pecho y como si estuviera poseída mis caderas comienzan un leve pero notorio movimiento, hacia delante y hacia atrás. Tentándolo, obligándolo a seguir. Gruñe y me sujeta fuertemente de la cintura, una de sus manos en ella y la otra detrás de la nuca, reteniéndome. Gimo encima de sus labios cuando comienzo a sentir como su miembro se endurece. Lo deseo, tanto o más que antes.

— Alina... – gruñe mirándome y agarrando mi cara con ambas manos. Sus ojos más azules de lo normal, llenos de lujuria, con ese brillo especial que tanto extrañaba. Nuestras respiraciones agitadas, nuestros pechos subiendo y bajando una y otra vez.
— Omar...– su nombre sale de una forma quejosa.

— Dime que pare y lo haré.
Lo miro, no quiero que pare. No.
—¿Paro? – vuelve a decir pasando su lengua repetidas veces por mis labios.

— No, no pares...

Enamorándome de Tí (+18) # 2 [Segunda Parte] {Completa}जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें