Enamorándome de Tí (+18) # 2 [Segunda Parte] {Completa}

Capitulo 58

Su cara se vuelve horrorizada y sus ojos no dejan de mirarme. Entonces reaccionó y le quitó lo que sea que tenga en la mano. Es una prueba de embarazo y tiene claramente dos rayas contestando cualquier tipo de pregunta que se me fuera a formar en la cabeza. ¡Está embarazada! Entonces me doy cuenta que está en completo shock. No se mueve, no reacciona y ni siquiera estoy segura que este respirando.

— ¿Ciara?

No contesta pero se mueve un poco. Entonces se pone a llorar encima de mí. Y yo solo la abrazo. No es tan malo estar embarazada... Bueno la verdad es que no. No me imagino a mí en esta situación. Me gustan los niños pero no exactamente uno en este momento. Pero no soy quien para juzgar a nadie.

— Ya mujer. Deberías de estar feliz. – intento de animarla. La sujeto de la cara, ella sorbe por la nariz.

— ¡Me voy a morir! – vuelve a decir y vuelve a llorar.

— ¡No! No te pongas así. No es mayor problema.

— No eres tú las que estás embarazada. – contesta un tanto molesta.

¿Porqué se pone así? Yo no la preñe.

— ¿Te puedes calmar? – me cruzo de brazos.

— ¿Qué voy a hacer ahora? ¡Tengo veintidós años! No quiero ser mamá ahora.

— ¿No estabas tomando la píldora?

— ¡Si! Pero la olvide como dos días y bueno...

—¿La olvidaste? ¡Serás burra! ¿Como no vas a salir embarazada si la olvidas! 

Me mira sería.

— Te dije que te pusieras la inyección.

— Ya se que siempre la cago Alina. ¡Lo sé! ¿Qué le voy a decir a Alexander? – se agarra de los pelos.

— Primero tú no te lo hiciste sola y segundo ¿Qué le vas a decir?  "Hola amor estoy embarazada"

Ella se me queda viendo.

— No le voy a decir. – se mira al espejo.

— ¿Y qué vas a hacer? ¿Negarlo? En unos meses te pondrás panzona.

— Tú no ayudas. ¿Eres mi amiga o mi enemiga?

Me río.

— Soy tu amiga y te quiero. Así que estoy intentando de suavizar la situación.

— Tú forma de suavizarla me da más impotencia.

— ¡Estás embarazada! – levantó la voz y la abrazo por la espalda. — ¿Será niña o niño?

— No lo sé... – murmura más para ella que para mí. Se queda mirándose en el espejo y luego baja la vista a su abdomen. Mis brazos están justo a su alrededor y ella coloca sus manos sobre las mías. — Tengo miedo Alina. – acepta con voz entrecortada.

— Lo sé, yo lo tendría si estuviera en tu lugar.

— ¿Porqué? – parece confundida.

— Por obvias razones.

— A mi padre no le va a desagradar la idea de tener otro hijo. Y menos si es contigo. Estaría encantado. – su respuesta me da un escalofrío.

— No estaría preparanda para un hijo ahora.

— Pero estás con mi padre. Él sabe cómo criar y estar cerca de niños. Es un viejo. – comenta con obviedad.

No puedo evitar reir.