Capitulo 37

13.1K 862 63
                                    

Todo paso tan deprisa, mi corazón latía a mil por hora. Subí las escaleras prácticamente corriendo. Omar justo detrás de mi llamándome pidiendo que me detuviera. Era imposible escucharle, una fuerza me obligaba a seguir. No más secretos, no más. Cuando llegue al pasillo logre ver una de las habitaciones con la puerta abierta. Si, una de las tres espantosas habitaciones. Así que sin dudarlo entre.

Me detuve rápidamente cuando estuve dentro. Mirando todo... Sentía el bombeó de mi sangre por la adrenalina, el miedo y por la repentina curiosidad que estaba sintiendo en este momento.

— Alina...

Mi corazón se desboca, mientras observo la habitación confundida. Es bastante grande, de un color oscuro. Un azul...casi negro. El gran ventanal es tapado con una cortina gris. Mi vista pasa a lo que está dentro de ella. Hay unas mesas, con cosas. Están continuas una al lado de la otra. Separadas por unos cuantos pies. Arriba de ellas fotos.   ¿Fotos de mujeres? Comienzo a caminar...

— Puedo explicarlo – Su voz ronca se hace presente. Siento como entra a la habitación y cierra la puerta tras si.

Doy un pequeño salto, la atmósfera cambia por completo. Siento mi pecho apretado, no es por tristeza. Es miedo, miedo a saber que coños es todo esto.

— ¿Puedes explicarlo? – me giro a mirarlo. Y le señaló el lugar. — ¿Es esto lo que hablabas con Lici?

— Si solo hubieras esperado. Ibamos a hablar malditasea!! – gruñe molesto.

— Ibas a remover todo... ¿qué ibas a decirme?

Se queda callado mirándome. Sus ojos azules no dejan de buscar los míos. Sus puños apretados a cada lado de su cuerpo. La respiración agitada... Y yo vuelvo a girarme. Comienzo a contar 1...2...3...4... fotografías de mujeres. Giró a mi izquierda 5...6...7... y la última soy yo.

Mi mente comienza a crear ideas ¿Qué es todo esto? ¿Quiénes son estas mujeres? ¿Porqué hay fotografías mías aquí? Siento un nudo en la garganta. No sé qué pensar. No quiero equivocarme, no quiero pensar algo que no sea cierto. Pero... Un escalofrío me recorre todo el cuerpo. Desde los pies hasta el final de mi cuello. Respiró con algo de dificultad y doy un paso.

— ¿Qué es esto Omar? – la pregunta sale de mi boca un poco lenta y en un pequeño susurro. Me giro lentamente. Esta parado en la misma posición de horita. Sin moverse, sin dejar de mirarme.

— No es lo que tú crees... – su voz sale mucho más gruesa que de costumbre. Su pecho sube y baja de forma rápida.

¿No es lo que yo creo? ¿Qué es lo que yo creo? Ni siquiera yo misma sé que es. Tengo muchas dudas. Muchas ideas descabelladas en mi cabeza en estos momentos. ¿Son amantes? ¿Ex? ¿Mujeres con las que se ha acostado?

— Dime que todas ellas están vivas... – vuelvo a susurrar con mucho miedo. La simple idea que sea un asesino me destroza. No puede ser... Debo estar equivocada.

—Alina por Dios, claro que están vivas. ¿Quién crees que soy?

— No lo sé. Dímelo tú. ¿Quién eres?

— Nena... Déjame explicarte... – da unos pasos hasta donde estoy.

— No. No te acerques.

Soy yo la que da unos pasos atrás. Le observó. Suspira profundo, su expresión pasa a una totalmente distinta a la que ya había conocido. Dolido y baja ligeramente la cabeza, apenado. Comienza a hablar.

— Ellas...todas ellas incluyendo la madre de Ciara fueron un tipo de proyecto el cual llevaba trabajando hace unos años atrás... – respira y continúa. — Se que te va a parecer extraño y enfermo pero no tengo otra forma para explicarlo sin que te vayas. - me mira. — No quiero que te vayas.

— Continúa Omar.

— Si estuve con todas ellas. Un año promedio. Depende de cuánto aprendieran... – se queda callado mirándome.

Comienzo a darle vueltas al asunto. Mientras pienso poco a poco en qué exactamente me está queriendo decir. Entonces sí ha tenido sexo con todas ellas, estaba más o menos un año con cada una depende de cuánto se tardarán en aprender. ¿Aprender que?

— ¿Le enseñabas a coger?
La pregunta sale sin pensarla. Como es costumbre en mi. Su rostro se levanta levemente. Sus ojos, esos ojos que amaba con todas mis fuerzas me miraban tristes. Dolidos...

— Si.
Contesta sin titubear. Cierro los ojos unos segundos y suspiro pesadamente.

— Entonces siempre fui parte del proyecto. Jamás te interesaste en mi. Solo fui la... ¿número  ocho?

Sus ojos se abren como platos. Alarmado.

—¡No! Eres más que eso. Eres mi...eres todo para mí... Nena... – intenta tocarme pero me muevo de lugar.

—No Omar. No intentes de mentir. Lo has dicho. Le enseñas a coger y luego las dejas. Ese es tu proyecto ¿no?

— Joder Alina. No, fue un error poner tus fotos. Fue un error pensar que eras parte. Nunca lo has sido. Siempre has sido diferente.

— Claro que soy diferente. Te entregue todo Omar. Todo. Y ahora me sales que  te gusta  enseñar a follar a las mujeres inexpertas? ¿En serio? Hubiera preferido que fueras bisexual o cualquier tipo de cosa. ¿Pero eso?

— Todo fue antes de ti. Ya no más. No más.

La mente se me llena de imágenes. Omar teniendo sexo con ellas. La idea me parece descabellada y enferma. Simplemente no la puedo digerir. No ahora. Necesito pensar. ¿Fui parte de esto? ¿Solo fui una más? Simplemente me estaba enseñando a follar. Como a todas ellas. ¿Hasta la madre de Ciara? Pensé que si la había amado. Ya veo que no. O tal vez si. Ya no se. No logro articular algo concreto en estos momentos. Solo llega una y otra ves el mismo pensamiento. "Solo te enseñaba a follar" ¿porque iba a ser diferente? Solo un estupida niña que pensó que él se había interesado realmente en ella. ¿Porqué iba a hacerlo? ¿Porque iba a cambiar su vida por mí? ¿Quién soy yo? No soy nadie.

— Tengo que irme.

Enamorándome de Tí (+18) # 2 [Segunda Parte] {Completa}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora