Capitulo 1

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He sobrevivido a mis primeras tres semanas de vivir sola. No sabía que fuera tan agotador y aburrido. Mientras vivía en casa con mis dos padres todo era más llevadero. Víctor cocinaba, nunca estaba sola y mucho menos aburrida. Y con papá, era como tener un amigo más. A diferencia que te regañaba por todo. El tiempo ha pasado volando, tanto que aún recuerdo clara y perfectamente la conversación que estuve con Ciara. Se preguntarán qué exactamente ocurrió luego de eso. De igual forma Ciara se fue a casa de sus abuelos. ¡Podrán creerlo! Si, los padres de Omar. La señora Caroline y el señor Benjamin. Extrañamente me enteré que Omar no tiene mucha comunicación con ellos. Lo cual pregunte y no me dio una buena razón. Una que un me estoy preguntando. La vez que Omar mencionó su madre parecía y añadiendo de que Ciara me había dicho que ellos se llevaban bien. ¿Entonces qué pasó? Tampoco me compartió eso. Pero escuche que su padre es un grandioso empresario y si madre una cirujana plástica.
¿Interesante no?

Hoy es un día pesado, he pasado una larga mañana en la sala de mi apartamento escribiendo el capítulo 10 del segundo libro. Ya saben, lo de la historia de mis padres. Últimamente me cuesta bastante escribir. Al no vivir con ellos me cuesta recibir sus ideas. Ya no solo puedo pegar un grito para que me cuenten una cosa nueva. Si no que tengo que llamarles. Y mi padre se pasa en el trabajo y Víctor desde que me mudé ha tomado el suyo con bastante amor.

"Que vida la tuya Alina"

Suspiro rendida recostándome en el sillón. Que vida más aburrida. Echo de menos a Ciara. No es lo mismo mi vida sin la loca desquiciada esa. Pero supongo que la está pasando bien con sus abuelos. Realmente le hacía falta despejarse.

Enciendo la televisión para escuchar algo y no sentirme tan sola. Ni siquiera presto atención a qué rayos están pasando. Solo estoy como una estampilla pegada en el sillón. Podría jurar que ya soy parte de la decoración. ¿Cuándo fue la última vez que salí? Hace exactamente dos semanas. Las mismas dos semanas que Omar se fue a un viaje de negocios. ¿Podrán creerlo?
Definitivamente odio y detesto los viajes de negocios. Pero es por el bien de su trabajo y su empresa. Por lo que escuché decir, y no exactamente qué ande de chismosa escuchando conversaciones ajenas. Queda aclarar que Omar toma sus llamadas frente a mí como si fuera la cosa más normal del mundo. Pero bueno, la empresa de Omar esta pasando por una crisis. Así que como todo jefe debe de resolverlos. Y no tuvo más remedio que irse a Chicago y resolver unas cosas.

"Chicago me trae tantos recuerdos"

Por suerte nos llamamos. Él me mensajea. Estamos en comunicación en otras palabras. Pero igual comienzo a echarlo de menos. Tampoco una cosa que esté muriendo. Pero si le extraño. Bastante. El extraño sonido proveniente de debajo de mi me saca de mis pensamientos. Levanto mi pierna derecha y visualizo mi teléfono. Que tono más deprimente. Lo agarro. ¿Damian?

– Hola...
– Hola, Preciosa.
Su tono cariñoso y simpático me saca una inesperada sonrisa.

– Capullo, ¿y ese milagro?

– Gracias por el cumplido... ¿Dónde estás?

–En mi casa. ¿Dónde más?

–Tan amargada como siempre. En tu casa no estás. Te mudaste y es ahora que me entero?
    Su tono es de reproche.

– ¿Desde cuando te doy explicaciones?

–Vamos a salir esta noche. – Pongo los ojos en blanco.

– ¿Para dónde? ¿Porqué?
      Reprochó.

– A las 7:00 pasó por ti, pásame tu dirección

Cuelga. ¡Qué diablos! Me quedo mirando la pantalla de mi teléfono con un gesto ceñudo. ¿No entiende que no? Mi ánimo no es nada bueno como para salir. Y podría apostar que quiere ir a un antro a darse unas copas y bailar. Realmente no estoy para eso. Lo detesto. Me llega un mensaje. Damian...

¿Qué esperas? No tengo todo el día para esperar tu dirección.
Enviado a las 12:45pm

¿Si quiera escuchaste si quería ir? No estoy de ánimos.
Enviado a las 12:46pm

Que humores ¡Dios! 😒
Enviado a las 12:47pm

🙄🙄🙄
Enviado a las 12:47pm

¡Bien! Mañana entonces. Necesitas salir. ¡Te amargaste con el viejo!😋
Enviado a las 12:48pm

¡Vete a la mierda Damian! 🖕🏻
Enviado a las 12:48pm

A las dos de la tarde me dispongo a prepararme algo de comer. No puedo seguir viviendo de comida instantánea. Y no exactamente por estar deprimida. Si no que últimamente la editorial está exigiendo más de mi. Y no me sobra mucho tiempo. Me preparo algo ligero y vuelvo al mismo sillón como es costumbre. Mientras le echo un vistazo a la televisión y muerdo el reciente emparedado que me he preparado. Vuelve a sonar mi teléfono. Esta vez tomó la llamada sin tan siquiera ver quién es.

– ¿Hola?

– Hola, Nena.
Abro los ojos como platos y suelto el emparedado. Su tono de voz me brinda paz.

– Hola, nene
Sonrió, mientras imagino la expresión que tuvo que haber puesto. No suelo hablarse así.

Te echo de menos, pronto estaré de vuelta.

– También te echo de menos...

Establecemos una animada conversación luego del extraño silencio. Me comentó que tenía la tarde libre. Así que se había ido al hotel. Por lo que pasamos la tarde conversando como solíamos hacer. Mayormente en las noches pero hoy había sido más temprano. Solemos poner la llamada en alta voz o llamarnos por cámara por los portátiles y estar horas así. Mientras él lee o revisa documentos y lo que yo escribo.
A las cuatro y media de la tarde terminamos la llamada ya que mi teléfono se quedo sin pila. Así que como no tenía nada más que hacer y me había negado a salir me fui directo a la cama. Cerrando los ojos y quedándome dormida. Muy temprano de no normal.

**

A la mañana siguiente desperté prácticamente muerta. Lo peor que una persona puede hacer es dormirse temprano. Me duele todo, hasta respirar. Con mucho desánimo me levanto de la cama y me di una larga ducha, para cuando salí me vestí con solo unas braguitas negras y una sudadera con gorro. Camine por el pequeño pasillo. Pero me detuve al
instante al percibir el espléndido olor a café recién echo.

¡Mierda! ¡Mierda y más mierda!

Que yo recuerde no hice café antes de irme a la ducha. Y que yo sepa nadie tiene llaves de mi casa... Nadie, excepto... Pero no puede ser. ¡No lo creo!

Camine indecisa. Hasta casi llegar a la cocina. Pero no había nadie. Fruncí el ceño. ¿Nadie?  ¿Me estoy volviendo loca o que? Suspiré medio sonriendo. Ni siquiera sé porque estaba sonriendo pero no duró mucho cuando sentí que alguien se pegaba completamente a mi cuerpo y tapaba mi boca con su mano.

Enamorándome de Tí (+18) # 2 [Segunda Parte] {Completa}Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz