Enamorándome de Tí (+18) # 2 [Segunda Parte] {Completa}

Capitulo 21

Giro mi vista un tanto asustada, Omar se queda en la misma posición anterior. Sin preocuparse que nos vieran en pleno beso. Y él prácticamente restregándose contra mi. Lici está justo en las escaleras del recibidor, con todo su rostro rojo. Ni siquiera nos mira a la cara, tiene la cabeza agachada. Supongo que está bastante apenada. ¿Y cómo no?

— ¿No te di tu día libre? – dice Omar alejándose de mi. Tiene mala cara. Su tono es frío.

Le miro boquiabierta. ¿Son esas formas para hablarle a Lici? Entiendo que nos viera y que por así decirlo interrumpiera en lo que estábamos. Pero no es eso motivo para ser tan frío y cortante con ella. ¿Acaso es culpa de ella que nosotros estemos como animales en celo?

Lici se ve aún más apenada. Tiene sus manos juntas frente a ella, juguetea con sus dedos nerviosa.

— Lo siento Señor, no era mi intención interrumpir... – se queda callada.

— Nana no tienes porque disculparte, no pasa nada – digo dándole una mirada resentida a Omar. Pasó cerca de ella, agarro su mano y le animó.

Ella me sonríe tímida. Aún está nerviosa y apenada por lo anterior.

— ¿Qué haces aún aquí? Es tu día libre... – insiste.

Me giro cruzándome de brazos. ¿Cuál es su problema? ¿La está tomando en contra de ella?
¡Dios Mío! ¿Qué pasa con este hombre?

— Hay un problema Señor.

Omar pasa, su expresión a cambiado. Aún tiene cara de mala leche pero tiene un ligero toque interesado. ¿Qué pasa? ¿Qué anda mal?

— ¿Qué ocurre? – pasa a la sala.

Lici no contesta, me mira y luego lo mira a él. Arqueo una ceja. Omar hace un gesto con la cabeza. ¿Es eso una señal para que los deje solos? Los dos me miran. Obviamente no dirán nada frente a mi. Pongo los ojos en blanco. Levanto las manos en modo cansado.

— ¡Listo! Iré a la habitación.

¿Qué les costaba decirme que me largara?

Camino a la habitación de Omar. Un tanto resentida por esto. ¿Porqué no dijo nada frente a mi? ¿Tiene que ver conmigo? Lo que me faltaba. Que Lici no confíe en mí. Entiendo que ella no es mi nana ni mucho menos. Pero tampoco soy una mala persona. ¡No lo soy! Entro a la habitación cerrando la puerta un poco más fuerte de lo normal. Dejó mi bolso encima del pequeño mueble que hace esquina. ¿Porqué tanto preámbulo? Voy directo al balcón. Necesito un poco de aire. Tengo la ligera sensación que nunca nada en este lugar anda bien. Es como un sentimiento de alerta. Bastante extraño, nunca había sentido algo como esto. Colocó los brazos en el barandar y me inclino un poco, cerrando los ojos y disfrutando de la brisa. Un tanto fría. Calmada, serena, disfrutando de la soledad y la supuesta tranquilidad que me probé al estar aquí. Sola, pensando... Hasta que un pensamiento llega a mi cabeza. Abro los ojos. Y salgo disparada fuera. Pasó por el pasillo y me detengo al escucharle.

— La señorita es muy curiosa Señor, no tardará en notarlo...

Escucho la voz suave de Lici. Mi expresión cambia a una sorprendida. Me quedo estática donde estoy. Con la espalda pegada a la pared. ¿Están hablando de mi? ¡Claro que si! Por eso era que no deseaba que estuviera presente. ¿Qué es lo que voy a notar? ¿Qué es lo que está escondiendo? Porqué es obvio que es lo que pasa. ¿Son las tres habitaciones cerradas?

— Resolveré eso lo más pronto posible. Mientras tanto no dejes que suba. – dice él en tono serio.

Tragó saliva. Mi piel se eriza de usa forma preocupante. Mi corazón se acelera. Podría jurar que se escucha hasta dónde están ellos. Hablando... Si, son esas habitaciones, estoy segura. ¿Qué son? ¿Porqué tanto secreto?