Enamorándome de Tí (+18) # 2 [Segunda Parte] {Completa}

Capítulo 57

{Capitulo largo}

Resoplo sentándome en la cama. No sé qué horas podrían ser pero supongo que he dormido durante tres horas lo mínimo. La oscuridad inunda toda la habitación, excepto por una leve luz opaca que alumbra del baño. Me estiro un poco y doy un leve respingón cuando la palma de mi mano toca algo suave.

—¡Señor Lilo! – lo agarró. Quién diría que este pequeño aparato daría tanto placer. — Eres una locura. – niego con la cabeza levantándome de la cama, directo al lavado. Señor Lilo necesita limpiarse...¿ o ya lo habrá hecho Omar? Así que para salir de dudas lo meto debajo del chorro del agua y lo limpió. Lo dejo en el lavado y me entró a la ducha. Otro baño estaría bien. Así que al terminar me pongo algo más cómodo. Unas bragas y un camisón que he robado del ropero de Omar. Juraría que a él le queda grande.

Al llegar a la sala noto que Omar está sentado en la barra del desayuno, leyendo algo que no logro ver, con una taza de café en mano. Me acerco en silencio. Tengo demasiada hambre, tanto que me comería todo lo que estuviera dentro de aquel refrigerador. Cuando entro por la cocina él levanta la mirada. Sus hermosos ojos azules detrás de aquellos lentes, dándole un toque más mayor. ¿Se me acaban de mojar las bragas? Se ha cambiado de ropa, supongo que después de aquella cogida se dio una ducha. Su cabello un poco más largo que la última vez que se lo recortó. Trae una playera negra y unos vaqueros de algodón color negros también. No puedo evitar extremeserme al sentir como me recorre con la mirada. Con una hambre interna, muy atento y logro ver cómo traga saliva.

— ¿Estás bien? – pregunta tomándome por sorpresa. Me da otro escaneo rápido. Me coloco frente de él sujetando más fuerte de lo normal el borde de la barra.  ¿Qué coños me pasa?

— De maravilla. ¿Y tú? – está vez soy yo la que traga saliva y intento de mantener la postura. Extrañamente el ambiente cambia y se crea una tensión sexual que nos abruma. ¡No jodan! ¿Porqué me siento tan acalorada?

— Perfectamente gracias a tí. – se pasa la lengua por los labios. Mi boca se abre para decir algo y lo único que sale es un jadeó. ¡Alina! ¡Basta! No hace ni cuatro horas que cogieron. Añadiendo que al medio día tuvieron el encuentro de aquel maravilloso sexo oral. ¿Porqué quieres provocar otro encuentro junto ahora?

— Tengo mucha hambre... – mi voz suena más ronca de lo esperado. Y le doy la espalda. Veo lo que Lici había cocinado antes, arroz con vegetales. Sonrió. No es mi favorito pero tengo demasiada hambre. — ¿Comerás? – intento establecer una conversación y romper con aquel ambiente lleno de lujuria.

— Ya comí.

Me sirvo y me siento frente a él. Quién en ningún momento a dejado de mirarme y en ningún momento se a quitado esos malditos lentes. Apartó la vista ha notado que me pone alterada esos lentes. Él muy cabrón sonríe y  sigue leyendo. Noto que es el Demo de Carlos. ¿Desde cuándo lo está leyendo?

— ¿Es bueno no? – comento antes de dar el primer bocado. Uh! Sabe tan bien que logró gemir de satisfacción. Bendita sea la mano sagrada de Lici.

Mi reciente gemido hace que Omar ponga la taza de su café mucho más fuerte de lo normal. Le miro, arqueo una ceja. A qué eso te ha puesto igual que lo que me siento yo por verte con esos malditos lentes.

— Es interesante.

— A mí me gusta bastante.

— ¿Lo publicarán?

— Si, es mi favorito hasta ahora y eso que no voy ni a la mitad. ¿Cuánto has leído?

— No más de treinta páginas.
Le miro sorprendida.