Capitulo 61 (capítulos finales)

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Mi respiración aún se mantiene irregular, mi trasero arde a mil. Y mi sexo se contrae por el reciente orgasmo. Omar me a subido las bragas y se sienta a mi lado en la cama. Me ayuda a sentarme. El culo me duele. Mi piel está pegajosa y sudorosa, entonces me recuesto en su pecho. Una de sus manos me sujeta de la cintura y nos quedamos quietos respirando pesadamente. ¡Qué intenso! Noto su respiración en mi nuca, es caliente y inesperadamente deposita un beso en mi cabeza.

— Eres la mujer perfecta...– ronronea buscando mi cuello. Estoy rendida, pero no puedo evitar sonreír por su comentario.

— Tú eres el hombre perfecto. – contra atacó girando mi cuerpo para míralo. Y creo tener otro orgasmo mental en es mismo momento.

Tiene el pelo alborotado, la camisa abierta. La corbata pasó a mejor vida por qué ni la veo. Con la cara brillosa por el sudor y aquellos lentes. ¡Dios mío!

— ¿Sabes cuánto me excita verte con esos lentes? ¿Lo hiciste a propósito no? – pase su mano por su mejilla. Él sonrió bastante tierno.

— Se que te gustan, solo quería saber qué tal te ponían. Y menuda sorpresa. Sí sigues sorprendiendome así no voy a llegar a cuarenta años. – se ríe. Entonces se recuesta en la cama y con sus brazos me sube a ahorcajadas sobre el.

Mi adolorido trasero roza muy sutil sobre su miembro y sonríe.

— ¿Quieres ver mi sorpresa? – pregunta curioso. Entrelaza nuestras manos. Un acto curioso y cariñoso.

— ¿Qué es? – sonrió.

— Ya verás.

Se sienta y quedamos cerca. Sus manos bajan a mi cintura y me acaricia lentamente. Mientras me mira.

— Si no te gusta tienes que decirme rápido. ¿Si?

Le doy toda la atención. Entonces me levanta y yo me tambaleó un poco pero quedó de pie. Se levanta. Y me mira. Sonriente, complacido y sobre todo contento. ¿Y cómo no?

— Quiero cogerte solo con esos tacones puestos. – comenta girandome y caminando detrás de mí. Nos guía a aquel mueble frente a aquella pared. Se sienta y toma un porte impotente y serio. ¿Y ese cambio?

— Siéntate. – dice. Entonces estoy apunto de sentarme a su lado cuando niega y reprime una sonrisa. — Sobre mis piernas. – lo hago.

— ¿Voy a mirar la pared?
Se ríe detrás de mí.

— ¿Recuerdas lo que te pregunte ayer? – me lo pienso. — Sobre ver a una pareja teniendo sexo. – añade. No me toca, sus manos están acada lado de mis muslos sin tan siquiera estar cerca.

— Si. Lo recuerdo.

Estoy un poco confundida la verdad. ¿Cuál es la sorpresa? Noto que su mano se mueve a su lado derecho y tiene un tipo de control. Y presiona un botón. A mí vista pasa la cosa más loca de mi vida. Aquella que yo decía que fuera una pared normal no lo era.  Una puerta al otro lado nos dejaba una completa visión de otra habitación. ¿Aquella era la habitación que nunca me había mostrado? Era muy parecida a la habitación que estábamos, la única diferencia era de un tono rojo o algo así. Entonces entiendo todo. Nos separaba un vidrio de la otra habitación. Y como de la nada entraron dos personas. Una chica alta, piel oscura como la noche. Bastante voluminosa, pero no de una forma desagradable. Tenía todo en su lugar, dotada de ambos lados. Vestía uno diminuto traje que podia ver una tanga roja a la perfección. A su lado un chico que no debía pasar de veinticinco años, peli rojo con unas notables pecas en todo su cuerpo. Con el cabello un poco hondulado.

No dije nada. Solo me quedé callada. Me sentía un poco incómoda la verdad.

— Saben que estamos mirando. Pero no pueden oirnos. Nosotros a ellos si. Solo si tú lo deseas. – su voz gruesa me saca de mis pensamientos.

Enamorándome de Tí (+18) # 2 [Segunda Parte] {Completa}Место, где живут истории. Откройте их для себя