Capitulo 56

12K 651 35
                                    

La reciente plática en el ascensor me había dejado un poco desconcertada. Jamás me había pasado por la mente, que Kate la chica que pasaras altas horas conmigo en la oficina se excitara al escucharnos. Bueno, es una reacción bastante normal viendolo de este punto. ¿Quién no lo estaría? Pero la seguridad que Omar había demandando al decir que la única que se escuchaba gimiendo era yo pues me daba un poco que pensar. No soy una chica que le desagrade, soy muy abierta de mente la verdad. Y bueno, aveces tenemos que abrirnos a las posibilidades. Pero se me haría un poco difícil mirarla a la cara de ahora en adelante. ¡Joder! Me había escuchado gimiendo como una perra en celo. ¡Qué vergüenza!

Así que mientras el tramo al departamento me mantuve pensando.
Omar manejaba mi auto de forma serena con una música de fondo bastante suave. Y yo solo miraba por la ventana entonces me llegó un vago recuerdo a mi mente. Justo el día que Kate llegó a la oficina. Era una chica muy bonita la verdad. Era alta, aunque no tanto como lo era yo. De cabellos oscuros, delgada como un papel y una piel bronceada. Era de esas chicas morenas que fácilmente podían llegar a ser modelos sin ninguna dificultad. Tenía unos veintisiete años. Desde el primer momento que llegó hicimos una bonita conección, teníamos muchas cosas en común y la pasábamos muy bien juntas. El día se iba mucho más rápido cuando comenzamos a trabajar codo a codo. Tanto así que se volvió mi asistente, me gustaba que fuera unos años mayor que yo. Solía regañarme como si hubiera sido su hermana menor. Aunque siempre me hablaba de forma respetuosa y amable.

— No le des tantas vueltas al tema de tu secretaria... – comento a mi lado Omar. Le miro extrañada. ¿Cómo carajos lo ha notado?

— No le doy vueltas, solo estoy pensando en que no me ha dado motivos para pensar eso.

— Estoy seguro que no los tenía. Es diferente cuando pasa algo como lo que pasó. – él parece relajado.

— Lo dices tú qué trabajas con todos esas chicas que se mueren por tí. – me defiendo. Omar se ríe.

— No les presto atención, es solo una cara bonita y estabilidad económica...– comenta frunciendo el ceño. Ahora soy yo la que arruga la frente.

— ¿A qué te refieres?

— Ninguna de ellas me conoce, solo se atraen de lo que ven. Y yo no perdería mi tiempo en ellas.

— ¿Porqué no? – no dejo de mirarlo. Él me mira de reojo y sigue manejando.

— Primero ningúna de ellas me atrae de esa manera. Segundo no tengo ninguna intención de aliarme con el personal, son un dolor de cabeza y tercero te tengo a tí conmigo, no necesito nada más. – me sonríe al ver mi cara de sorpresa. Eso sí no me lo esperaba.

— ¿Y si no estuviera yo?
Arquea una ceja.

— Sería lo mismo. No me agrada para nada tener algún tipo de relación con alguien que trabaja para mí.

— ¿No sería excitante?

— Si, sería excitante pero un dolor de cabeza. No se puede mezclar el placer con el trabajo.

Me le quedó mirando. Me encanta cuando conversamos de cosas así. Me gusta, hace que le conozca un poco más.

— Recuerdo que querías que trabajará para tí... – sonrió cruzándome de brazos. Omar me mira sonriente.

— Contigo todo es diferente nena.

— ¿Porqué? – ahora sí quiero saber. Me gusta cuando se abre así conmigo.

— Lo nuestro no es sólo placer, tenemos muchas cosas más. – se corta. Le miro, siempre tan cerrado para esas cosas. Pero tan suelto para el sexo. ¿Cómo no?

Enamorándome de Tí (+18) # 2 [Segunda Parte] {Completa}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora