(15)

6.2K 418 51
                                    

Es de noche. Logro distraerme con asuntos de mi trabajo. Me siento culpable al pensar que Martín se ocupó de todo esto sólo, en estos días. Por suerte ya estoy terminando pero mañana vendré de nuevo.

Estoy ordenando mi escritorio cuando encuentro la carta que le estaba escribiendo a Ivanna. La letra de FAINT de Linkin Park es perfecta para describir lo que siento. Se nota en mi letra que estoy enojado. Pero ahora ya estoy más tranquilo.... creo que debo decirle algo más además de la letra.

Comienzo a escribir pero la lapicera ya no funciona... mierda. Busco otra rápidamente, no importa si es de distinta tinta. Le escribo por segunda vez lo que siento. Si lo tira no me importa. Sólo importa que lo sepa y le quede bien claro.

No me gustó que tirarás mi nota Ivanna. La escribí con cariño. Pensé en ir y asegurarme que no la volvieras a tirar pero creo que por medio de esta canción sabrás como me siento con respecto a ti y no volverás a cometer errores. Todo a su tiempo nena...

Si... creo que eso está bien. Agarro un sobre blanco, pongo la carta dentro y afuera escribo "Ivanna R". Se lo tengo que dejar en el buzón porque como un idiota le devolví las llaves a Gastón. Tocan la puerta de mi oficina. Guardo la carta en mi mochila.

— Adelante.

Martín entra y tiene cara de pocos amigos. Mierda ¿Se enteró de lo que hice hoy? Ya ambos tenemos que irnos ¿Qué le pasa?

— Julián.

— ¿Qué?

— ¿Te tiraste a mi secretaria?

Me quedo callado y sólo lo miro. Lanza un bufido de molestia.

— ¡¿Que mierda crees que estas haciendo?!

— No es para tanto... ¿Por que no la despides y consigues otra? Juro que no me la voy a tirar.

— ¡No despediré a Lara. Fue la única que me ayudó con la sucursal mientras tu tenías una crisis existencial! — Me grita.

Realmente está enojado conmigo. Bajo la mirada. Creo que todo esto se me está llendo de las manos. Me quedo callado nuevamente. Martín cierra los ojos. Como si estuviera cansado de mi.

— ¿Por qué hiciste eso? Creí que estabas enamorado de Ivanna. — Me suelta.

— Lo estoy... Es que estaba enojado con ella y necesitaba desahogarme.

Alza las cejas.

— ¿Tú no fuiste sólo a el edificio verdad?

Niego con la cabeza.

— Vamos a un bar. Necesito salir de aquí. — Me ordena directamente.

Me preocupa que Martín se canse de mi y mande todo esto a la mierda.

                              ~•~

Mientras tomamos una cerveza en un bar, le cuento, que entré, la toqué, le dejé una nota y cuando vi que la había tirado me enfade mucho. Martín me escucha callado mientras da sorbos a su cerveza. Cuando termina espero que me grite, que se enoje mucho conmigo o me trate de enfermo mental. Pero eso no pasa... Me confundo mucho al ver que se está empezando a reír de a poco para terminar en una gran carcajada.

— Mierda. Si que eres un bastardo con suerte. — Me suelta mientras se ríe.

Doy un respingo.

— ¿A qué te refieres? — Pregunto.

— Piensa. Ivanna no se despertó cuando la tocaste y luego pudiste salir sin ser visto... — Reprime una risa. — ¡Pero lo que más me mata de todo esto, es que ella tiró tu maldita nota! — Lanza una carcajada.

Me río y le tiro con un maní en la cabeza.

— Vete a la mierda.

Seguimos riendo.

— Admite que es gracioso Julián. Además me cae bien esta nueva y salvaje Ivanna. Dime ¿Envejeció?

¡¿Salvaje?! Niego con la cabeza mientras sonrío, recordándola.

— Esta cada vez más hermosa... La verdad es que no quiero hablar de ella... Hoy no fue un buen día, socio...

Asiente mientras mira su cerveza.

— Estoy ansioso por ver a Julieta.

Doy un respingo. Eso no me lo esperaba en lo absoluto. No puedo creer que aún este enamorado.

— Le pedí a Gastón que si tenía tiempo también quería saber de la vida de Julieta... sólo para saber... — Comienza a contarme.

Lo observo y me doy cuenta que le cuesta mirarme cuando habla de sus sentimientos.

— Ella está saliendo con un tal Zain... — Le da un trago largo a su cerveza. — ¿Puedes creerlo? Julieta ni siquiera tuvo que olvidarme y sin embargo yo, todos los días, por lo menos un minuto... pienso en ella.

Abro la boca para decir algo, cualquier cosa, pero él no me deja.

— No me digas nada Julián y no quiero volver a tener esta conversación ¿Sabes por qué? Porque yo si acepto que Julieta no es para mi... Y te lo digo sin ánimos de ofender socio.

No me ofendo. Es la pura verdad. Lo sé. No estoy del todo perdido. Es que no se como dejarla ir ¿Pero eso él ya lo sabe no?

Salimos del bar. Martín está algo borracho. Pero no está alegre como siempre. Esta triste. Subimos a mi camioneta, lo llevo hasta su departamento y me aseguro de que entre sano y salvo.

Cuando por fin me quedo sólo, no voy directamente a mi casa, primero tengo que hacer una parada. Conduzco hasta el complejo de departamentos. Me pongo la capucha de nuevo, aunque esta vez, estoy mucho más tranquilo. Camino hasta la puerta del edificio y lo dejo la carta que le escribí a Ivanna en el buzón.

Supongo que mañana por la mañana se la entregará el portero. No importa cuando, pero ella tiene que saber que pronto nos veremos de nuevo. Pronto nacerá amor entre nosotros... ese amor que nunca estuvo en ella antes. Sólo en mí.

Me alejo de la puerta, voy hacia el patio del complejo y miro las ventanas del segundo piso. Me quedo un largo rato mirando. Pensando que estas paredes, no podrán protegerla de mí. Ella está ahí... adentro. Durmiendo, tranquila y en paz. Pronto dormirás en mis brazos nena... y tendremos paz los dos. Pronto.

(Letra y audio de la canción que le dedica Julián, en la carta, para Ivanna)

Volver a verla. [2] (BILOGIA)Where stories live. Discover now