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Se queda helada, palidece y comienza a temblarle la mandíbula. Su pecho comienza a subir y bajar rápidamente y abre la boca agitada. El oxígeno ya no entra en su sistema. Un ataque de asma. Le quito el bolso que tiene abrazado contra su pecho, saco el paf y se lo pongo en la boca, dándole dos golpes de aire. Cuando logra recuperarse, rompe a llorar, aterrada y cierra los ojos con fuerza.

— No me hagas daño por favor... — Me suplica en un sollozo.

Se rodea con los brazos y baja la cabeza mirando al piso mientras sigue llorando. Yo sólo la miro mientras sostengo mi revólver. No puedo permitirme sentir ni siquiera lastima por ella.

— No voy a rogarte nunca más Ivanna. O haces lo que te digo o te mato. — Le suelto con rabia.

Mis palabras son tan literales como mis intenciones. Se queda en silencio mientras sólo larga sollozos. No puede parar de llorar.

— ¿Crees que no me di cuenta, que en la clínica intentaste huir de mí? Pasé un año de mierda por tu culpa y no dejaré que me lastimes de nuevo y tampoco dejaré que te vuelvas a ir.

Se lo dejo bien claro por si las dudas cree que estoy jugando. Ella continúa llorando.

— Me engañaste cuando prometiste volver conmigo anoche en el sótano. No me engañarás de nuevo. Si vas a volver a mí que sea en serio o si no muere. Toma tu decisión.

Sigue callada. Ni siquiera se digna en contestarme. Estoy realmente furioso, no tengo paciencia y soy capaz de cualquier cosa. Si ella no quiere contestarme, la obligaré a hacerlo. La agarro fuertemente de la nuca y la obligo a que mi mire a los ojos. Ella lanza un grito sin poder dejar de llorar. La pongo tan cerca de mí que puedo sentir rozar su nariz.

— ¿Volverás conmigo? — Pregunto casi en un susurro.

Ella me mira, aún llorando y con la cara congestionada. Seguro está muy asustada pero yo no puedo seguir esperando. Tarda en responder pero luego asiente lentamente. La suelto de golpe.

— Demuéstralo. Dame un beso. — Le ordeno.

Intenta limpiarse la cara empapada de lágrimas con una mano, mientras que la otra descansa en su pecho agitado por el asma. Tiene la cara muy roja, congestionada y respira hondo dos veces. Yo sólo la espero. Me paso la lengua en los labios para que no se me sequen, mientras aún sostengo el revólver.

Ella se acerca a mi, despacio. Cierro los ojos esperando que sus labios me den paz y todo el dolor desaparezca... Pero solo afirma sus labios contraídos por el llanto, contra los míos, haciéndome sentir todo su rechazo y odio. Abro los ojos, furioso, la agarro del cabello con fuerza, levanto el revólver a la altura de mi cabeza para que vea de lo que soy capaz y ella sólo lanza un grito.

— ¡Eso no es un beso! ¡Quiero mi beso ahora! — Le grito desesperado.

Quiero mi puto beso y me lo vas a dar carajo. Me toma desprevenido al apoyar ambas manos en mis mejillas. Ahogo un grito al sentir sus manos sobre mí. Bajo mi arma despacio y mi respiración se vuelve agitada. Le deseo tanto que me duele. Le miro los labios y aún con el rostro lleno de lágrimas me parece hermosa y adorable. No puedo aguantarlo más... necesito besarla. Lo necesito más que a nada en el mundo.

Con mi mano aún en su cabello, la empujo hacia mi y choco su boca contra la mia. La beso sin darle importancia a su miedo. El revólver cae al suelo y agarro su cabello con ambas manos. Ella me lanza los brazos al rededor del cuello y yo me desespero aún más. Incluso sin moverse ni reaccionar a mis labios, aún me sigue pareciendo deliciosa.

Muerdo sus labios y le meto la lengua en la boca repetidas veces, sintiendo su boca, intentando demostrarle el amor y la desesperación que siento por ella. Me toma de los hombros e intenta empujarme suavemente pero yo ignoro eso y le paso los brazos por la cintura, acercándola aun más a mí. El corazón me late a mil por hora y mi miembro late espectante, impaciente por saber en qué momento será su turno de sentirla. Sigo besandola con todas las ganas que tengo mientras que ella sólo se queda ahi, quieta, debajo de mí.

Pero algo rompe nuestro momento. Un ruido contundente. Paro de besar a Ivanna de golpe, estoy agitado, no me había dado cuenta que me faltaba la respiración. Sin soltar a Ivanna, sintiendo su respiración agitada en mi oido, me volteo a mirar hacia donde vino el ruido.

El calor de la ira comienza a subir hacia mi rostro. Liliana, vestida sólo con jeans y una remera rosa está parada al costado de la camioneta, con el puño sobre el capo negro. La fulmino con la mirada pero ella está mirando a Ivanna con odio ¿Se atreve a mirar a Ivanna de esa manera incluso en frente de mí? Le voy a enseñar que nadie puede tocar a mi mujer sin sufrir las consecuencias.

— Liliana... — suelto para mi mismo.

Sé lo que tengo que hacer para que esta desgraciada deje de interferir en mi relación con Ivanna. Incluso vine aquí consciente de que ella vivía por esta zona pero no pensé que realmente la veríamos.

— Esperame aquí Ivanna.

Ivanna simplemente se queda callada, levanto el revólver del suelo, me lo pongo en la cintura y salgo de la camioneta. Rodeo el automóvil hasta quedar parado en frente de Liliana. Cuando Liliana me devuelve la mirada, se le llenan los ojos de lágrimas y rompe a llorar. A una persona normal le daría lastima pero yo no puedo ver las allá de la drogadicta que me jodió la vida y golpeó a Ivanna.

Y ahora le voy a enseñar lo que le pasa a la gente que decide tocarla.

Volver a verla. [2] (BILOGIA)Where stories live. Discover now