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Toco la puerta del departamento de Martín. Abre seguro de que soy yo.

— Entra, ex mugre. — Me dice mientras me da la espalda.

Su tono calmado, me tranquiliza. Entro y cierro la puerta detrás de mí. El departamento de Martín es genial. Una habitación, baño, living compartido con cocina y el lavadero en la parte de atrás. Tiene ventanales que da a los patios y el lugar ya vino amueblado. Si no tuviera la casa, estoy seguro de que tendría un departamento igual a este.

Me siento en el sofá que está en medio de su living. Martín trae una caja de pizza. Me cruje el estómago. Mientras comemos pizza y tomamos un refresco me doy cuenta que mi mejor amigo me mira de reojo. Largo un suspiro.

— ¿Vas a decirme de una vez? — Estoy impaciente.

— No puedo creer que la siguieras... — Me cambia de tema.

— La vi después de que pensé que jamás la volvería a ver... Ni siquiera se dio cuenta que estaba ahí... Salían de una ferretería.

— ¿Ferretería?

Asiento.

— Cuando pasaron por mi lado Julieta hablo de algo asi como que esperaba que algo fuera "idea de ellas."

Mi mejor amigo frunce el entrecejo.

— Tal vez fueron a comprar un teaser... o un gas pimienta para cuidarse de tí. — Suelta con sarcasmo mientras se ríe y le da un sorbo a la cerveza.

Me río pero al mismo tiempo pienso que es posible.

— Por eso mismo te voy a contar lo que ocultamos por varios meses.

Me le quedo mirando ¿Qué? Martín se levanta, se va hacia su habitación y luego vuelve con un papel blanco en la mano ¿Qué es eso? Se sienta en frente de mí y pone el papel dado vuelta en la mesa.

— Ahi está escrito el número de Ivanna.

Abro los ojos como platos. Luego de que termináramos, al mudarse Ivanna cambió su número y cuando recibí el archivo con todo lo que Gastón había averiguado de ella, me llamo la atención que no estuviera su número de teléfono.

Agarro el papel y lo miro. Memorizo números y arriba escrito con tinta negra "Ivanna". No puedo creer que me lo ocultarán. Estoy furioso. Entorno los ojos y Martín ni siquiera me está mirando. 

— ¿Por qué mierda no me lo dijeron?

— Gastón no tiene nada que ver. Yo le dije que no te diera su número...

Abro la boca y vuelvo a cerrarla. Me froto la nuca con ambas manos e intento controlar la ira. No quiero volver a pelear con él pero estás cosas hacen difícil que me controle.

— ¿Por qué maldita sea? ¿Por qué? — Mi voz es dura.

— Estabas inestable y hasta el día de hoy te dejas llevar por tus impulsos. No puedo permitir que hagas locuras. Sabía que si te daba el número la ibas a acosar con mensajes y llamadas todo el dia.

— ¡Eso no lo sabes!

— Si. Si lo sé Julián...Pero también es tiempo de dejar de tomar las decisiones por tí. Ahí tienes su número, averiguaste su dirección, lo tienes todo... Espero que hagas las cosas bien.

No le contesto nada. Cambiamos de tema, termino de comer, nos tomamos una cerveza y luego me voy a mi casa como si no hubiera pasado absolutamente nada. Freno en un semáforo y miro el papel blanco con el número por décima vez, desde que me lo entregó Martín.

Cuando por fin llego a casa, subo a mi habitación para intentar dormir. Me desplomo en la cama. Primero guardo en el celular, el número de Ivanna. Cierro los ojos para poder dormir. Acerco mi brazo a el lado vacío de mi cama. Ivanna ya debería estar aquí.

                                ~•~

Al día siguiente.

Me levanto como si nada. Dispuesto a ir al trabajo. Luego de un corto desayuno, estoy conduciendo hacia mi trabajo. Pero... estas no son las calles que me llevan a mi trabajo. No quiero pensar. Ni siquiera yo sé que estoy haciendo. Sólo quiero conducir y estar cerca de ella. Estoy enfermo de amor.

Me estaciono en frente del edificio. Cerca de los árboles, donde se que no pueden notarme. Sólo quiero verla de nuevo y me voy. No voy a molestarla. Sólo verla. No pido nada mas.

Pasan unos minutos y veo movimiento en la puerta del complejo. Julieta sale del lugar, el viento le vuela el pelo hacia la cara y parece muy apurada. Espero, expectante a que salga ella. Pasan los minutos y aún no la veo... Pasan 10... 15... 20 minutos y nada.

Esta ahí dentro. Estoy seguro. Primero me pongo nervioso. Comienzo a revolverme en mi asiento, impaciente,  hasta que el enojo comienza a aparecer ¿Dónde carajo esta? Necesito verla ¿Y si se dio cuenta que estoy aquí y no quiere salir? Miro hacia las ventanas del tercer piso.

Me dejo llevar nuevamente por mis impulsos. Martín tiene razón pero es que no puedo controlarme cuando se trata de ella. Saco mi celular, marco su número y la llamo. Contesta en el segundo tono.

— Batman.

Esperaba una llamada de Bruno. Su voz es música y calma para mis oídos pero al mismo tiempo siento como si me estuviera a punto de caer en un barranco. Mi respiración comienza a acelerarse con fuerza. Todo lo que tiene que ver con ella, me pone como si estuviera a punto de morir.

— ¿Hola? — Pregunta Ivanna luego de unos segundos en silencio.

Su voz es algo tensa. Seguro le asusto. Yo continuo respirando con fuerza, sin saber que decir. Incluso puedo sentir el miedo de Ivanna desde donde estoy. Una sensación tan familiar. Me hace feliz saber que siente algo por mí... al menos en un mal sentido. Me hace sentir vivo.

— ¿Quien es? — Vuelve a preguntar en un hilo de voz.

Su voz es aguda, temblorosa y puedo imaginarmela, así como es ella, hermosa, con su cabello negro y carita pálida, tiritando de miedo sólo por sentir mi respiración. Así como también me hace sentir vivo, también estoy enojado con ella porque intentó escapar de mí ¿Por que intentas escapar? ¿Acaso todavía no te das cuenta de que siempre te voy a encontrar? Estás tan equivocada mi amor si piensas que voy a dejarte alguna vez. Las palabras salen de mí boca antes de que pueda detenerlas.

— ¿Cuánto creiste que me tomaría averiguar tu nueva dirección?

Volver a verla. [2] (BILOGIA)Where stories live. Discover now