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Estoy sentado contra la pared, relajado, con mi hermosa chica, desnuda, sentada entre mis piernas y con la espalda apoyada en mi pecho. Observo que esta pensativa... no volvió a hablar desde que terminamos nuestro encuentro sexual.

— ¿Por que estas tan callada? — Le pregunto suavemente acariciando sus brazos.

— Simplemente estoy pensando. — Me contesta secamente.

— ¿En qué?

Ella se revuelve, huyendo de mí, frunzo el entrecejo y le lanzo los brazos a la cintura. Intento no sonar preocupado.

— Dime.

— No lo sé... en nosotros. — Me contesta mientras vuelve a intentar levantarse.

Me levanto junto con ella al darme cuenta de que no me queda de otra. Mientras me abrocho los pantalones la veo ponerse su vestido, cubriendo su desnudez. Parece tan distante ahora. Necesito saber algo.

— Lo de recien... ¿Fue solo atracción sexual o realmente sientes algo por mí? — Pregunto de golpe.

Ella se voltea a mirarme. 

— Realmente siento algo por tí. — Me confiesa.

Sonrío y siento esperanza en mi pecho. La posibilidad de que terminemos juntos y enamorados como siempre quise no es algo que ahora parezca imposible ¡Ella siente algo por mí! Ivanna me saca de mis pensamientos.

— ¿Qué pasará con nosotros después de que termine esta fiesta? — Su voz suena preocupada.

Se me borra la sonrisa. Me pongo mi remera antes de contestar. No entiendo su pregunta ¿Espera que la deje ir?

— Me llevarás a la fuerza a tu casa ¿No es asi? — Insiste.

Levanto la mirada... ¿A la fuerza? ¿No quieres venir conmigo? No me gusta la dirección a la que me llevan sus preguntas.

— ¿En donde has estado todo este tiempo? — Le pregunto ignorando todo lo demás.

— Alquilé un departamento... — Me contesta con voz tímida.

Carajo. El enojo de a poco nace en mi pecho. Levanto la mirada hacia techo y lanzo un suspiro.

— ¿Y luego que pretendías hacer? ¿Vivir allí hasta que te graduaras? — Mi voz suena tensa pero intento sonar amable.

Niega con la cabeza.

— Iba a esperar que me dieran los resultados de mis últimos exámenes y pedir una transferencia a otra Universidad... lejos de La Plata.

Me lo cuenta todo. Pensaba escapar. Irse lejos de este lugar y de mí. Dejando a su mejor amiga, su carrera y todo lo que había armado... atrás. La idea me deprime. 

— ¿Realmente eso quieres? — Le pregunto en un susurro.

Niega con la cabeza. Me siento aliviado por su respuesta y espero que sea la verdad.

— No lo creo...

Nos quedamos en silencio, mirándonos. Estoy enojado y no puedo evitarlo.

— No es un buen lugar para hablar. Vendrás a casa conmigo hoy y hablaremos. Si todo está bien para mañana entre los dos, mandaré a buscar tus cosas y volverás conmigo.

Veo que se queda pensativa ¿Crees que tienes otra opción? No quiero sonar brusco pero a esta altura me resulta extraño que no se dé cuenta de que volví a atraparla.

— ¿Y si está todo mal? — Pregunta.

La miro y sé que no quiero volver a perderla.

— Lucharé para arreglarlo. — Me acerco a ella, rompiendo ese momento tenso y la tomo del rostro con ambas manos.

Cierra los ojos y me complace ver que le gusta. Mi enojo disminuye.

— Déjame enamorarte... — Le susurro suavemente. — Eres todo lo que quiero Ivanna.

Abre los ojos y me mira. Ella ya lo sabe pero me encanta decirlo.

— Te amo, amor de mi vida.

Le planto un beso en la frente. Ella rodea mi cintura con sus brazos y me siento correspondido. Es tan fácil mantenerme feliz y no se da cuenta. Ya ni siquiera estoy enojado.

— Además, ni creas que voy a renunciar tan fácilmente a lo que hicimos recien. — Agrego separándome de ella.

Ella abre los ojos como platos y sus mejillas se tiñen de rosa. Reprimo una sonrisa. 

— Realmente hoy me tomaste por sorpresa y además... estuviste fantástica.

Abre la boca, escandalizada. Es la verdad. Le regalo una sonrisa, la beso en el cuello y me alejo a levantar el preservativo usado.

— ¿Por que siempre llevas un preservativo contigo? — Me pregunta poniéndose una mano en la cintura.

Su tono es acusatorio pero yo no tengo que pensar la respuesta.

— Porque sé que voy a verte. Lo hago desde la primera vez que te vi. — Le contesto.

Se pone roja. Me volteo, para que deje de tener vergüenza y veo su tanga negra tirada en el suelo. Me acerco, la levanto y luego me la meto en el bolsillo.

— Me quedo con esto. — Le anuncio.

— Pervertido. — Me suelta mientras saca su bikini del bolso.

Me río. La miro mientras se viste y me impresiona lo hermosa que es. Podría mirarla todo el dia. Termina de cambiarse, yo abro la puerta de la cocina y le hago un gesto con la mano para que pase. Las damas primero. Pasa por mi lado reprimiendo una sonrisa y observo que ya no me tiene miedo. Ya pasó el mal momento, por fortuna.

Me acuerdo de que tengo el revolver escondido. Tengo que volver por eso. Salimos hacia la fiesta. Todos actúan como si nada hubiera pasado. La agarro de la mano y comenzamos a caminar por entre la gente hacia la piscina. Cuando llegamos no tardo en encontrar a la arpía de Julieta dentro, con un chico entre risas.

Agarro a Ivanna de la cintura cuando ella levanta la mirada y se encuentra conmigo. Se le borra la sonrisa y veo miedo en su mirada. Levanto una mano y la saludo sin ninguna expresión en el rostro. Siento que Ivanna entorna los ojos hacia mí.

— Le debes una disculpa. — Me suelta acercándose a mí.

La miro con seriedad.

— Si no lo haces, me enfadaré contigo. — Insiste con voz tensa.

Mierda. Lo que me faltaba. Levanta las cejas y se cruza de brazos... Dios... ¡Bien! ¡Supongo que tendré que ceder!

— Sólo por tí, no porque en realidad lo sienta, si volvieras a escapar, haría exactamente lo mismo. — Le suelto en el oído.

Me fulmina con la mirada. Se aleja de mí mientras yo la miro fijo. Se saca el vestido, los tacos y los deja al costado de la piscina junto con su bolso. El bikini le queda de ensueño. Es preciosa. No puedo dejar de mirarla.

— Voy a buscar mi traje de baño. — Le digo acercándome.

Asiente y luego entra a la piscina, cortando cualquier posibilidad de una caricia. Nos miramos fijo mientras baja los escalones de la piscina. Sus curvas pronunciadas se van mojando de a poco y yo ya tengo ganas de hacerle el amor de nuevo. Me alejo despacio, mientras nuestras miradas siguen unidas.

Volver a verla. [2] (BILOGIA)Where stories live. Discover now