𝙎𝘼𝙂𝘼 𝙇𝙀𝙏𝘼𝙇𝙄𝙎
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En cada extremo del pueblo, tanto en Eurion como en Ordana, viven seres fantásticos, humanos con habilidades fuera de este mundo, pero, este sitio no es tan agradable como podría parecer, aqui no hay cuentos d...
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Monstruo
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—¡Los cazadores están afuera—Grita una chica del grupo.
Cameron y Lionn salen disparados, yo aprovecho esa oportunidad para huir de allí, no conozco la casa pero si un lugar. Mientras todos corren de un lado a otro por la cacería yo recorro la casa en dirección al único cuarto que conozco.
El de Thais.
Entro sin más, asustada y sin mirar. Adentro no hay nadie así que me siento en su cama y espero a que llegue. Confío en él, no se porqué, no puedo explicarlo, pero confío en él.
Al cabo de unos minutos la puerta se abre y Thais entra furioso y con las manos ensangrentadas.
¿Qué mierda pasa afuera?
—¿Qué haces aquí?—dice tratando de calmar su ira.
—Tenía miedo...
—Yo no podré salvarte siempre, lo sabes, ¿verdad?.
—Lo sé...—sólo quiero volver a casa.
—Afuera nos están cazando, saben que vivimos aquí y vinieron por nosotros, se llevaron a Gus.
Pensé que los cazadores no entraban al bosque...
—¿El va a estar bien?,¿Qué le harán?
—No lo sabemos, ningún marcado ha vuelvo de ese lugar...
Se lo ve afligido, tiene su cabello alborotado y la frente sudada, esta preocupado, tal vez igual de asustado que yo, pero él sabe ocultarlo bastante bien.
—¿Por qué sangran tus manos?
—Uno de ellos intentó que usara mis poderes, me cortó con su navaja, pero no creo que sea tan profunda.
Me levanto y camino hacia él con cautela, esperando que se aparte al contacto, pero para mi sorpresa sólo se queda viéndome, esperando que haga algo.
Tomo sus manos entre las mías y use mis poderes para curarlo, no funciona del todo pero al menos ahora ya no sangra.
Hace un tiempo he descubierto que puedo curar heridas, al principio solo raspones y cortadas pequeñas, pero luego aprendí a curar todo tipo de heridas, siempre y cuando la persona no esté al borde de la muerte.
—¿Por qué hace tanto frío—pregunto frotándome los brazos.
—Es Gael, esta peleando con los cazadores.
Gael... El chico del libro, el malhumorado. Me estaban siguiendo desde hace tanto tiempo y yo jamás lo ví, es por el que sabían tantas cosas de mí, me vigilaban.
