𝙎𝘼𝙂𝘼 𝙇𝙀𝙏𝘼𝙇𝙄𝙎
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En cada extremo del pueblo, tanto en Eurion como en Ordana, viven seres fantásticos, humanos con habilidades fuera de este mundo, pero, este sitio no es tan agradable como podría parecer, aqui no hay cuentos d...
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El ejército •❅──────✧✦✧──────❅•
No he sentido este poder en mucho tiempo, tengo tanta energía en el cuerpo que creo capaz de cualquier cosa, no quiero explotar, se que haré daño y no deseo eso, no quiero hacerles daño a las personas que amo. He matado tanta gente que no me alcanzan los dedos para contarlos y no me hace sentir orgulloso, llevo conmigo un peso que no cualquiera llevaría. Dónde quiera que voy, hay muerte, no importa cuánto ame a alguien, siempre termina lastimado por los que me intentan atrapar a mi, o muerto por mi propia mano, aunque verdaderamente no me interesan las personas, quiero proteger a mi familia, es lo único que me importa.
Este poder es realmente peligroso, quizá digno de un cuarto negro, pero logré engañarlos, pude hacer que no me tomaran como un Blooder y salvar mi mente. Supe que dentro de esos cuartos te manipulan la mente hasta matarte, lenta y tortuosamente. Una vez conocí a una chica, preciosa y muy amigable, era inofensiva, al menos eso parecía, pero dió positivo para blooder. Recuerdo que lo único que hizo fue defenderse, pero la mataron sin dudarlo y frente a mis ojos...
La jefa de este lugar es una mujer despreciable, no imagino cuánto daño tuvo que recibir para ser lo que es ahora. La gente como nosotros nunca es feliz, porque estamos acostumbrados a lo malo.
Mi hermana se llevó a los marcados, los ha salvado, pero ahora debería volver por mi.
Planeo escapar, cuando las puertas son abiertas nuevamente y por ellas entra la jefa, esa malvada mujer que nos tiene encerrados a todos. Ella se acerca lentamente como midiendo mis acciones, pero yo estoy cargando, tengo poder suficiente para asesinarla.
Siento el poder apoderarse de mi, tornando mis ojos de un color rojizo, lo sé porque cuando eso pasa, mis pupilas arden. Sonrío satisfecho y extiendo mis manos dejando salir la energía. Esta se arroja fuertemente contra la mujer, pero al tocarla, su cuerpo se deshace como ceniza el viento. En el momento en que eso sucede, veo como más copias de ella se paran frente a mi como un ejército, un ejército de clones.
Son ilusiones.
Cofundido miro en todas direcciones buscando una explicación o una salida tal vez, sin embargo, en lugar de eso, veo a un chico delgado que se posiciona detrás de mí y antes de que me pueda girar para atacarlo, siento la electricidad que golpea mi cuerpo como si de un rayo se tratase, el dolor me choca de golpe por las quemaduras y ocasiona que mi poder salga disparado sin control hacia todos lados, lanzando al chico al otro lado de la habitación.
—Buen trabajo Zion, ahora puedes marcharte, yo me encargo de él—oigo la voz de esa mujer que se acerca a mí acompañada de otra chica un poco más joven que ella, que posee la marca de Caín en la mitad del pecho.
Marcados...
La chica también intenta retirarse, pero antes de que pueda hacerlo, la jefa la toma del brazo con tal fuerza que posiblemente le deje una marca.
