•『EPÍLOGO』•

2 0 0
                                    

   •❅──────✧✦✧──────❅•

—¡Llegué!

  La chica bajó las escaleras con una caja en sus manos, cuidando de no errar el escalón. Al final de ella la esperaba Lionn con su bella chaqueta de cuero y una mochila sobre sus hombros. Él sonreía alegremente mientras se acercaba a ayudarla con las cosas de la mudanza.

Encontraron un bonito lugar en las afueras de Roma, el sitio era realmente bueno, con buenos vecinos, puestos de comida muy agradables y una vida próspera. No habían marcados ni cazadores, solo personas caminando a la par, no habían bosques tenebrosos o ciudades subterráneas, solo había casas bonitas, calles estrechas y luces de colores.

Nisha dejó las cajas sobre la mesa y Lionn la rodeó con sus manos para plantar un beso en sus labios.

—Feliz cumpleaños bonita.

—Gracias—ella lo besó otra vez.—Me gustaría poner una flor para Cassie...

—claro que si, compré una como cada año, y...—alargó la última letra—te tengo una sorpresa—dijo sacando algo de su chaqueta.

Le extendió las entradas a un concierto, de un cantante que le empezó a gustar mucho, Lionn quería que ella supiera que él le prestaba atención.

Nisha ha pensado desde que nació, que estaba fuera de lugar, ocupando el sitio que no le correspondía, tomando el amor que no era suyo, no se creía merecedora de él, sin saber que aún siendo pura oscuridad, para los demás, siempre ha sido luz. A Lionn por ejemplo, ella lo salvó de todas las maneras en la que una persona puede ser salvada y él quería hacérselo saber.

—¡¿como los conseguiste?!, ¡estaban agotadas!—lo abrazó y el la levantó un poco.

—Tengo mis contactos—guiñó un ojo.

—¡Es hoy!—dijo la chica mirando las entradas.

Ella corrió escaleras arriba dejando a Lionn riendo abajo, en ese momento su mayor preocupación era verse bonita.

Era irónico,  lo mucho que cambiaron las cosas, ahora ya no hay que preocuparse por mantenerse con vida, ahora, ella puede estar preocupada por no tener nada que ponerse, jamás había pasado eso.

Nisha se observó en el espejo antes de salir de su habitación, todo parecía estar en orden, se veía bonita, mucho más que otros días, pero le faltaba algo.
Ella corrió hacia la cómoda que había junto a la cama y sacó de la misma un largo collar plateado con las iniciales K.G, lo observó unos segundos y luego le dió un leve beso a la pequeña medalla, soltó un largo suspiro cargado de nostalgia y se colocó el accesorio en el cuello, ahora sí, estaba lista para festejar su cumpleaños.

                       (...)
     ━━━━━━━ ⟡ ━━━━━━━

Aún faltaba una hora para entrar al concierto, ambos estaban emocionados. Fue entonces cuando una voz familiar les llamó la atención haciendo que voltearan.

—No sabía que te gustaba el rock—dijo el chico.

Lionn se giró con cara de pocos amigos, pero al ver el rostro del chico su sorpresa no cabía en él.

—¡Tienes que estar jodiendome!, ¡¿Que haces aquí desgraciado?!—Lionn saludó a su amigo con un fuerte abrazo.

Nisha se sorprendió ante aquel suceso, nunca los había visto abrazarse.

—Vine con mi novia—dijo riendo por la reacción de Lionn. Ambos miraron sorprendidos buscando a la chica, pero desde atrás de Thais salió nada más y nada menos que Katrina, luciendo un hermoso vestido rojo a juego con su cabellera.

Que el fuego y el aire no se llevaban bien dicen por ahí, el viento solo provocaba que las llamas se expandieran quemando todo a su paso, pero, estaba más que claro que ellos dos encajaban en su imperfección.

—¡Lo sabía!—Exclamó Lionn mirándo a su chica—págame.

—Estafador—dijo ella entregando el dinero al perder la apuesta.

—¿Y el niño?—preguntó Lionn más que nada por compromiso.

—Se ha quedado con unos amigos de Katrina, decidimos que hoy, disfrutaríamos nosotros.—Contestó Thais.

Les dijo que al otro día fueran a una cafetería llamada Amnesia, que allí estarían Gus y Cam, a Nisha  le fascinó el hecho de que al parecer su relación funcionó de maravilla, la hacía muy feliz saber eso.

Faltaban tan solo minutos para entrar cuando un estruendo hizo que Lionn y Nisha se pusieran alertas, miraron a donde venía el ruido pero solo vieron a dos perros gruñirse después de tirar los tachos de basura. Ambos animales eran inmensos, parecían lobos, cada uno con un color distinto, uno era negro como el carbón y el otro completamente blanco. Los animales se detuvieron cuando sintieron las miradas sobre ellos y sin dudar se acercaron a la pareja de marcados.  El perro negro se paró frente a Nisha mirándola con sus ojos verdes cuál esmeraldas relucientes, mientras que el blanco se paró frente a Lionn, flechandolo con ojos completamente azules.

Ellos no se asustaron en presencia de los animales, a diferencia de los demás presentes. Al contrario, se sintieron curiosos de tan bonitos especímenes. Los perros se miraron entre si y luego hicieron algo que la pareja jamás olvidaría, se inclinaron ante ellos.

En ese mismo momento el brazo de Nisha y el de Lionn comenzaron a brillar, él pequeño hilo dorado que se había tatuado en el brazo de la chica, el día que su guardián murió, ahora cambió de forma. Transformándose en un lobo. Para Lionn la cosa fue similar, su hilo, tatuado el día que Cassandra murió, se convirtió en el mismo lobo que su acompañante, tan plateado y reluciente como el filo de una espada.

Fue algo extraño ese suceso, ellos nunca lo olvidaron, pero lo que no se dieron cuenta ese día, es que esos dos lobos los seguirían a dónde sea que vayan, porque la unión sagrada, puede transformarse o cambiar de forma, pero jamás romperse.

• 𝙇𝙊𝙎 𝙈𝘼𝙍𝘾𝘼𝘿𝙊𝙎 •Where stories live. Discover now