•『22』•

6 3 0
                                    

                  Heridas  •❅──────✧✦✧──────❅•

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

                  Heridas
  •❅──────✧✦✧──────❅•

¿Dónde estoy?

Me siento adolorida, contracturada y con mucho frío.

Miro a mi alrededor y no veo nada conocido, hasta que observo un pequeño dibujo que reposa en la pared de la sala, es un lobo completamente negro que yo misma he dibujado años atrás, se ve bien en la cantidad de blanco que tiene esta casa. Intento levantarme pero el dolor en mi abdomen me toma por sorpresa, haciendo que recuerde todo lo sucedido, el disparo, la sangre, Thais, Alex, Kylan...

—Tengo café si te apetece—dice alguien acercándose a mi.
Es Kylan que trae una bandeja con comida, la deja en la mesa de la sala y se sienta a mi lado.

—Debes estar bromeando—digo molesta, el ríe por la nariz y mis expresiones se relajan al darme cuenta de que me esta tomando el pelo.

—Olvidaba que eres tan delicada—Dice rodando los ojos—entonces, ¿qué quieres?.

Lo pienso durante un momento y luego hablo.

—Una malteada.

—¿Acaso crees que tengo una heladería en la cocina?

Pongo ojos de perrito y el suelta un largo suspiro de fastidio y rendición. Kylan y yo tenemos esa confianza.

—Bien, veré que puedo hacer.

Luego se marcha hacia la cocina dejándome sola otra vez. Intento levantarme repetidas veces pero el dolor sólo me hace fracasar, entonces me rindo y tomo el control remoto que esta sobre la mesita de luz.

La casa no ha cambiado, la recuerdo tal cual a como se encuentra y este cuarto... también lo recuerdo bien.

Un golpe de pasado viene a mi mente y yo ya no quiero evitarlo, esta vez decido dejar que llegue, recordar y perderme en mi pasado.

• ✾ •

En aquel recuerdo me encontraba corriendo por la casa, por esta casa, con unos shorts rosas que me gustaban tanto y una camiseta masculina sobre mi pecho. Detrás de mi venía Kylan, hablando y riendo a carcajadas, jamás lo oiré reír de esa forma otra vez. Luego esa Imaginen desapareció y fue suplantada por otra en donde me encontraba abrazándolo, jugueteando con su cabello mientras me acomodaba sobre él.

—Ojalá pudiéramos quedarnos aquí para siempre.— susurró en mi oído.

—por hoy, imaginemos que estamos muy lejos de este pueblo—respondo quedándome dormida.

—El amor no debería ser un crimen, Nisha.

• ✾ •

Así es como aquella visión de pasado se va y vuelvo a la realidad, una triste realidad, donde todo me duele. Una realidad donde no quiero estar.

—Ten, el batido que me pediste—dice entregándome el vaso y sentándose a mi lado.

Lo pruebo, esta delicioso, incluso mejor que el de la cafetería. Le agradezco y me quedo en silencio durante unos minutos.

—Sabes... hoy pensé que ibas a morir, pero por suerte la bala sólo te rozó—Kylan habla rompiendo mi paz.

—Gracias por salvarme— respondo sin pensar.

—Descuida, ahora estamos a mano,—a mano, sí, ahora lo estábamos, una vida por otra.— ¿No te parece extraño que no te estés curando?.

—Lo hago, pero lentamente, aún no domino mis poderes, de hecho, nunca lo hice—respondo sin míralo.

Mi mente pasa a recordar todo lo que sucedió después de esa noche en el auto, el disparo que dió justo en el cuerpo de Kylan, vuelvo a vivir ese momento tan traumático. La sangre corriendo por el asfalto y Kylan desangrándose en el.

—Hey, ¿en qué piensas?—su voz me trae a la realidad otra vez y aquel recuerdo se esfuma.

—Estaba pensando, en la última vez que nos vimos...— respondo aún mirando el suelo.

—Ya no pienses en eso, fue hace años, nadie te culpa por ello, deja de lastimarte tu misma—dice tomando el control de mis manos—veamos algo.

¿Cómo puedo hacer eso?, Si cargo con un error y el dolor de esa noche sobre mi pecho. Aún siento como si fue ayer, como si nunca pudiera librarme de ese tormento.

Ignoro sus palabras y su propuesta y me comienzo a incorporar aún con el dolor en mi cuerpo.

—¿podrías prestarme tu teléfono?, necesito llamar a alguien—le pido, sabiendo que quizá no me lo querrá dar.

—Ten—dice entregándome el artefacto.

Lo tomo un poco sorprendida y me alejo un poco de él.
No he tenido un teléfono en mis manos desde hace años, la última vez que ví uno así de cerca fue cuando mamá me pidió que saliera a conseguir medicamentos para Alex, el cual había contraído una leve enfermedad y no podía levantarse de la cama, ella me entregó su teléfono de emergencias por si las dudas, temía que algo fuera a pasarme, pero para mí buena suerte, lo único malo que pasó ese día fue que Alex me vomitara los zapatos.

—No llames a tus amigos, sólo espera un poco, puede ser peligroso—dice para luego desaparecer por puerta de la cocina.

Marco y espero, suena dos veces y contestan.

—Hola, ¿Quién es?

—¿Mamá?, soy yo, Nisha.

—Oh, Cariño, pensé que te había pasado algo malo, ¿dónde estas?.

Ella se escucha desesperada, un poco asustada quizá pero se le nota la felicidad y el alivio de escuchar mi voz.

—Estoy bien mamá, Alex también está bien, pero no volveremos a casa por un tiempo, y creo que es lo mejor para todos, mami—siento mis lágrimas correr por mi mejilla pero es lo mejor, así la mantendré a salvo, lejos de toda esta mierda, porque ella no se merece perecer de esta forma.

—Pero hija, no puedes irte así con así,—Su voz se quiebra—Yo... ¿qué voy a hacer sin ustedes?.

Sé que le duele mucho, pero debo mantenerme alejada de ella, así nadie la buscará ni la juzgará cuando la vea por las calles.
Danna es una madre para mí, me cuidó, protegió y apoyó desde que tengo memoria. Es de esas madres que puede soportar cualquier dolor mientras sus hijos estén bien, ella es de fierro, le pone el pecho a las balas, como dice Alex, es mi modelo a seguir y tiene todo lo que un día pretendo tener yo cuando sea madre.

Algún día la volveremos a verla pero no será pronto.

• 𝙇𝙊𝙎 𝙈𝘼𝙍𝘾𝘼𝘿𝙊𝙎 •Onde histórias criam vida. Descubra agora