𝙎𝘼𝙂𝘼 𝙇𝙀𝙏𝘼𝙇𝙄𝙎
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En cada extremo del pueblo, tanto en Eurion como en Ordana, viven seres fantásticos, humanos con habilidades fuera de este mundo, pero, este sitio no es tan agradable como podría parecer, aqui no hay cuentos d...
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Monstruo ❅──────✧✦✧──────❅
En el cuarto de pruebas.
—¿Cómo es que estas viva?
No logro entender nada, pensé que la mataron o peor, que la esclavizaron y torturaron.
—Es una larga historia Lionn—asegura ella
—Pensé que nunca volvería a escuchar tu voz...
No responde pero en cambio se abre una puerta en medio de la gran pared de vidrio y de ella sale nada más y nada menos que mi hermana, viva y respirando.
Siento ganas de correr y abrazarla pero entonces las dudas azotan mi cabeza. Tal vez no es ella, seguro sólo es una alucinación, como en cuarto de antes.
—¡Lionn!—Ella corre a abrazarme pero me aparto bruzcamente haciendo que quede desconcertada.—¿Qué te pasa?
—¿Como sé que eres tu?—pregunto intentando encontrar algo familiar en esa mujer.
Ella levanta su mano, y coloca el dedo índice pegado al dedo medio, a un lado de la nariz. Luego cambia de forma, cerrando el puño sobre su boca. Esas son las señas que le enseñé cuando éramos niños, el puño para "Peligro, quieta" y los dedos arriba para "Sigue". Las usábamos cuando salíamos de la casa, siempre fue peligroso para nosotros, así que tuve que buscar una forma de comunicarme sin decir palabras.
Si es ella, si es mi hermana, está bien, por fin se ha cumplido lo que tanto tiempo desee.
Me apresuro a abrazarla con todas mis fuerzas rogando que este momento dure para siempre, pero no lo hace.
Ella rompe el abrazo y se aparta de mi en un segundo. Se acerca a la puerta de donde salió y desaparece tras ella. Yo la sigo y me adentro en una cabina plagada de computadoras y pantallas, con botones y teclas por todos lados.
—¿Qué es esto Raven?—Pregunto, observando cada detalle del cuarto.
—Es una sala de control, es todo lo que necesitas saber—soltó mecánicamente.
—Tu...¿Qué hacías aquí?—pregunto pasando mis dedos por las pantallas.
—Necesito que te unas a mi, hermanito, contigo a mi lado podremos hacer cualquier cosa—dice tomándome de los hombros para hablarme directamente.
—¿Unirme a qué?, no entiendo de que estás hablando, tenemos que irnos de aquí, ahora, buscaré a mis amigos y nosotros...
—¡No!—Me interrumpe—¡los marcados se quedan aquí! ¡Y tú deberías saber de que lado estar!.
¿Desde cuándo dejaron de ser personas a ser "marcados"?
—Raven, Tú...—No puede ser cierto, no quiero creerlo, mi pequeña hermana se convirtió en uno de ellos.
