𝙎𝘼𝙂𝘼 𝙇𝙀𝙏𝘼𝙇𝙄𝙎
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En cada extremo del pueblo, tanto en Eurion como en Ordana, viven seres fantásticos, humanos con habilidades fuera de este mundo, pero, este sitio no es tan agradable como podría parecer, aqui no hay cuentos d...
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Marcados •❅──────✧✦✧──────❅•
—¿Qué demonios ibas a hacer?—pregunta Alex sosteniendo mi mano. Está algo alterado y por la forma en la que me mira puedo deducir que también preocupado, jamás me he visto hacer una cosa como esa, me mira como si fuera otra persona, una que él no conoce.
—No lo sé, no se qué me pasó —respondo confundida.
La gente del lugar parece no darse cuenta de lo que pasa, excepto el grupo de chicos de antes, en el que está la chica pelirroja, ella no me presta atención, al parecer es más interesante lo que sea de lo que estén hablando; pero él, el que desprende misterio, el que pretende hacer parecer que es malvado, Thais, me mira fijamente, totalmente serio, como si supiera perfectamente lo que estaba por hacer, sus ojos verdes provocan ganas de bajar la mirada, por la firmeza con la que ven los míos.
Alex se da cuenta de eso.
—Vámonos, ¡ahora!—dice guiandome hacia la salida. Yo estoy aún desorientada pero lo sego sin protestar.
Salimos a los pasillos y como estos estan vacíos, nos quedamos junto al baño esperando a que el timbre suene. De pronto un dolor palpitante azota mi cabeza y mis rodillas fallan, caigo al suelo provocando un estruendoso ruido de huesos contra el piso.
—¿Estás bien?—pregunta Alex intentando levantarme.
—Mi cabeza, duele...
Siento como si mil taladros destrozan mi frente, se siente como martillazos en todo mi cráneo, el dolor es insoportable, tanto que las lágrimas se escurren por mis ojos sin que me de cuenta. Es una tortura que no se detiene.
—Iré a buscar a la enfermera, ¡espérame aquí!—exclama mi amigo mientras corre por el pasillo.
Me quedo sentada, apoyada en una pared del pasillo, sola y muriéndome de dolor. Coloco mi mano sobre mi frente y está hirviendo, estoy volando en fiebre.
Todo a mi al rededor se esta volviendo oscuro, pero puedo ver unos pies acercándose. Su rostro es imposible de ver, ya que tengo que levantar la vista para verlo y mis fuerzas ya no dan para eso.
—Acabará pronto...
Su voz me resulta conocida pero no sé de donde, tampoco intento reconocerla, además, es probable que sólo esté alucinando por la fiebre.
Mis ojos se cierran por fin y caigo en un profundo sueño.
(...) ━━━━━━━ ⟡ ━━━━━━━
Despierto rodeada de gente que no conozco...
¿o si lo hago?
Busco rostros conocidos y encuentro el de Cameron, que esta sentado junto a mi, mientras sujeta un pañuelo húmedo sobre mi frente.
