•『76』•

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                Sin retorno   •❅──────✧✦✧──────❅•

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                Sin retorno
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Me parecía imposible que un ser humano pueda sentir tantas cosas al mismo tiempo, pero al ver el rostro de mi hermano supe que es una posibilidad, ese chico me mira perplejo, con tanta tristeza en sus ojos que siento que mi garganta se me seca bajo su intensa desaprobación. Sus ojos estan rojos, su respiración es agitada pero su semblante deprimido se está transformando y pasa a mostrarme odio, enojo puro que no soy capaz de controlar, nadie podrá.

—¡Alex!, Escúchame, ¡por favor!—exclamo intentando calmar a mi hermano, que está totalmente irreconocible, su enojo es mucho mayor del que imaginé.

—¡¿Qué?!, ¡Dirás qué fue un accidente!,¡ Dirás qué no pudiste evitarlo!, ¡¡No me mientas más!!

Lo fue... No quise hacerlo, cuando vives con la presión de tener que controlar los impulsos que son natos en ti, cada movimiento brusco o enojo repentino es perjudicial, puede hacerte reaccionar de la peor manera y este es un claro ejemplo.
En ese momento no pensé en Félix, no imaginé su rostro cuando lo asesiné, solo veía a Kylan, solo sabía que esa persona había lastimado a lo único más importante en mi vida que Alex, pensé que debía exterminarlo y lo hice, mi oscuridad se alineó con mi dolor y reaccionó de esa forma, solo que luego, cuando el efecto del enojo pasó, me di cuenta de lo que había hecho, entendí que había matado a la primera persona y posiblemente la única que me amó sin importar nada, la persona que me dió todo, desde un plato en la mesa hasta la vida misma.

—Lo siento...—lloro por fin, las lágrimas caen desconsoladamente y sin freno, las suelto porque las reprimí por años enteros, suelto la culpa que guarde en mi alma y me quedo vacía. —No me excusaré, ¡lo siento!, ¡Alex por favor perdóname!

—¡No quiero volver a verte la cara nunca más!, ¡Yo confíe en ti!, ¡te cuidé!, ¡te apoyé en todo los que querías!, ¡fui tu hermano incluso cuando ambos sabíamos que a ti te habían arrojado a la calle!—Grita con furia quizá sin saber el alcance de sus palabras, pero aquella pequeña frase, me rompió, destruyó, tiró abajo todas las barreras que puse entre mi yo normal y la maldad que vive dentro de mi, mató por completo al ser humano que había dentro mío, porque lo que sucedió luego marcó un antes y un después en mi vida, en la de todos.

Alex toma la navaja de un cuerpo al azar y se lanza furioso hacia mi, yo no me muevo, me quedo ahí, esperando mi muerte sin decir una sola palabra, porque me lo merezco, tal vez si me lastima, yo logre sentirme menos culpable.
Pero el cuchillo nunca se clava en mi cuerpo, su filo nunca atraviesa mi piel, porque alguien se ha puesto en medio. Mi par ahora cae al suelo con una navaja incrustada en su pecho. De pronto no puedo respirar, el aire no cruza por mi garganta.

Pánico.

—¡No!, ¡No!,¡ No!, ¡Kylan!, ¡¡por favor!!—Mis lágrimas caen como cascadas acompañando mis lamentos desgarradores.—¡¡¿Por qué lo hiciste?!!, ¡Alexander!, ¡¡Por qué demonios lo hiciste?!!

Mi voz se rompe, soy un manojo de dolor, lágrimas y mocos. Tomo el rostro de Kylan entre mis manos temblorosas y lo miro a los ojos a pesar de mi vista nublada por el agua.

—Lamento haberte fallado princesa—murmura él, escupiendo un hilito de sangre.

—No me fallaste Kylan, jamás lo hiciste, ¡por favor no te vayas!

Si es que de verdad soy un marcado especial, por favor, ¡por favor!, Ayúdenme a salvarlo, quien sea que esté allá arriba.

De pronto oigo unas voces lejanas en mi cerebro que me reafirman lo que ya suponía.

No se puede arreglar lo que debió romperse del inicio, es el precio a pagar por jugar con la unión sagrada

No, no, él no morirá, no puedo dejarlo morir, tengo que poder usar mis poderes y salvarlo, necesito hacerlo.

  Intento curarlo, pero la herida no sana, me desespero y comienzo a perder el control de mis acciones.

Ni siquiera presto atención a la gente que me rodea, ni a Alex, ni a Raven.

—¡¡¿Por qué no funciona?!!—Grito con frustración, aunque ya se la respuesta.

Hemos roto la unión sagrada al enamorarnos y ahora alguno de los dos debe pagar el precio, siempre ha sido así, pero no voy a aceptarlo.

—¡¡por favor funciona!!—vuelvo a soltar lágrimas y gritos ahogados.

—Esta bien, princesa, no hay nada que puedas hacer, voy a estar bien—Kylan sonríe con su mano apoyada en mi mejilla dejando círculos con su pulgar, secando las lágrimas que caen desenfrenadas.—Asi debió ser desde el principio, nuestro destino siempre estuvo escrito.

—¡No!, ¡Olvídalo!, ¡por favor no me dejes!, No quiero estar sola...—Lloro sobre el pecho del gran amor de mi vida.

—nunca estarás sola, amor, créeme, ahora tienes una familia...—la voz de mi chico se debilita cada vez más y por más que intento curarlo, no puedo hacerlo, sus ojos lentamente se van cerrando y es entonces cuando puedo sentir, dentro de mi ser, como su corazón deja de latir. Algo en mi se parte pero no sé con exactitud que es, no creo que mi corazón pueda romperse aún más.

—¡¡Kylan!!—Grito como nunca antes he gritado en mi vida—vuelve...

Jamás había sentido un dolor tan intenso, un vacío en el pecho que me hace pensar que yo también mori con él, es como si la tristeza fuera tan pesada y no puedo siquiera formular palabras, solo puedo llorar. Esto parece sueño, una pesadilla, quiero cerrar los ojos y al abrirlos tener a Kylan abrazándome, diciéndome que deje de preocuparme, que todo saldrá bien, escuchando de sus labios el princesa que tanto me gustaba. Ya no lo volveré a ver, ya no lo tendré para decirle lo mucho que lo amo, ya no podremos conocer el mundo como tanto queríamos, ya no lo veré perseguirme por toda la casa para que le dé un trozo de chocolate.
Jamás volveré a sentir el calor de sus manos otra vez y no puedo soportarlo, nunca seré capaz de hacerlo.

Entre llanto y dolor, un brillo dorado llama mi atención haciendo que mire de dónde proviene. Del brazo izquierdo de Kylan sale un hilo dorado que se extiende por su mano hasta llegar a la mía y una vez en mi muñeca, forma un nudo y se mete en mi piel. Confirmando que este chico estará en mi ser por el resto de la eternidad.

—¿Qué se siente?, Quedarse sola, que todos te odien y que solo te quede tu oscuridad y las muertes en tus manos ¡me encargué de matar a cada persona que te importa para sepas lo se siente!, por intentar poner a mi hermano en mi contra, Por matar a mi madre...—Grita Raven desde atrás mío.

Ya no hay humanidad en mí, solo queda oscuridad, miedo, tristeza y monstruosidad. Me levanto aún de espaldas a esa mujer y lentamente dejo a Kylan para volterme hacia Raven, quien después de todo aún me mira sonriente.

Ya nada va a detenerme está vez...

• 𝙇𝙊𝙎 𝙈𝘼𝙍𝘾𝘼𝘿𝙊𝙎 •Where stories live. Discover now