• 𝙇𝙊𝙎 𝙈𝘼𝙍𝘾𝘼𝘿𝙊𝙎 •

•『73』•

                  Sorpresa
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Despierto un poco adolorido, Raven no está a mi lado así que me levanto rumbo al baño para luego ver por ella.

Últimamente he pensado en eso, ella se va por la madrugada y no regresa hasta en la mañana, casi no duerme, aparece golpeada, muchas veces hasta le cuesta caminar, pero tampoco quiere decirme que le pasa, la última vez que se fue, volvió con la herida de su ojo que por fin comenzaba a sanar, abierta otra vez, sus manos llenas de lastimaduras de una especie de látigo y cuando le pregunté que pasó e intenté curarla, me mandó al demonio y se sentó frente miles de papeles que se puso a leer sin prestar atención a nada más. A veces parece que es otra persona, es como si dentro de un mismo cuerpo, viviera el mal y el bien, comisionando entre si para tomar el poder.

Salgo del baño y voy a la cocina, ella está sentada en la mesa con el codo apoyado en la madera y la mano sosteniendo su cabeza, parece preocupada, tienen frente a ella miles de cuadernos y hojas desordenadas.

—Hey, ¿estás bien?, ¿Pasa algo?

—Los exámenes de tu amiga, dieron positivo—dice ella entregándome el papel.

—¿Qué es ésto?, "Reseteo denegado", "perjudicial para el embrión", ¿Qué significa?

—A tu amiga le modificaron los recuerdos, tal y como había dicho, puedo volverla a la normalidad, pero eso resultará riesgoso o incluso fatal para... su bebé.

—¡¿Para su qué?!

Tal vez no oí bien...

—Esta embarazada...

¡Maldito hijo de perra!, ¡No sólo la utiliza, si no que también la embaraza!, ¡Voy a asesinarlo!

—Tengo que decírselo, ella tiene que elegir que prefiere conservar—Raven parece preocupada.

—¿Qué te sucede?, ¿Por qué estás tan afectada?.

—Es que necesito que ella recuerde nuevamente para que el chip sea compatible, de lo contrario no funcionará, pero...—Ella se quiebra, podría jurar que vi una lágrima caer por su mejilla antes de que se la limpiara.—no puedo obligarla a eso, yo... No quiero hacerlo...

Está sintiendo, nuevamente, de a poco, recupera la tristeza, la culpa.

—Hey, calma, te entiendo, pero Raven, un bebé es más importante que cualquier cosa, debemos poner esto por encima de todo...

Ella levanta la cabeza y me mira así que extiendo mi brazo para atraerla a mi y abrazarla. La escucho sollozar sobre mi pecho y mis ojos se cierran por inercia. Ella es tan vulnerable, tan frágil y fácil de amar, que tiene que crear una muralla entre las personas y su ser para no salir lastimada, quiero cuidarla, necesito demostrarle que no la volverá a estar sola.