•『20』•

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                 Sangrando   •❅──────✧✦✧──────❅•

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                 Sangrando
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—Kylan...

—¿Me extrañaste?— pregunta con esa sonrisa torcida que he visto tantas veces.

Cada maldito segundo.

—¿Desde cuándo eres cazador?— pregunto mientras busco la mirada de Lionn. Me he dado cuenta que evadir preguntas es mi especialidad.

—Desde que pagan bien, te sorprendería lo bien que gano por matar un par de niños como tú.

—¿Te pagaron por asesinarme?—Intento mostrarme poderosa, haciéndole pensar que nada puede lastimarme, que lo superé, que nada de lo que diga puede afectarme, pero no puedo mentirle, no a él y el nerviosismo en mi voz, el temblar de mis manos me delata.

—Desafortunadamente, hoy no he venido por ti, vine por una mujer que estropeó mis planes y casualmente, está detrás de ti, así que si me permites...—sonríe   ampliamente mostrando sus bellísimos dientes perlados. Me rodea sin ningún problema y toma a la chica de su cabello para que ella lo mire.

—¿Qué te ha hecho ella?— pregunto algo asustada, trato de darle tiempo a los demás para salvar a mi hermano. Sé de que es capaz Kylan cuando se meten en su camino, lo sé perfectamente...

—Es una larga historia, si quieres luego podemos tomarnos un café y te lo cuento—dice guiñandome el ojo desde su posición.

—Sabes bien que odio el café.

—Entonces quizá un jugo de... uva, ¿aún te gusta ese?.

Sí, aún me gusta...

—No creo que tu líder te lo permita—digo mirándolo a los ojos. En ese momento el ríe por la nariz y deja de mirarme para pasar a observar con una macabra sonrisa a la mujer que sostiene de los cabellos, ella se queja por el dolor que le causa pero no baja la mirada nunca, se mantiene firme.

—Te dije que tarde o temprano te encontraría, rata asquerosa—suelta Kylan mirando fijamente a su presa.

—No te tengo miedo—responde ella escupiendo sobre los zapatos del chico.

Grave error.

—Oh, no debiste hacer eso...—suelta él, colocando su cuchillo bajo la mandíbula de la mujer.—Son mis favoritos.

—¡Kylan no!—Logro gritar, pero él no me escucha y arrastra su navaja por el cuello de la chica, abriendo su piel como si fuera un filete. De pronto la sangre comienza a salir por montones y veo la vida irse de su cuerpo.

—¡¿Por qué lo hiciste?!, ¡Prometiste que nunca serías como ellos!

—No me interesan estos bastardos, no soy un cazador, trabajo solo y lo sabes, ella no era una buena persona, iba a matarte en cuanto le soltaras las cadenas, porque es una caza recompensas.—me mira firmemente aún con la sangre cayendo de su navaja.—Para su mala suerte, se metió con algo que me importa, así que le tocó pagar...

• 𝙇𝙊𝙎 𝙈𝘼𝙍𝘾𝘼𝘿𝙊𝙎 •Where stories live. Discover now