prometida peligrosa

Capítulo 7

Se habría sentido bien si no hubiera sido por el dueño de esta familiar y espeluznante voz.

Sí, se habría sentido bien, de hecho.

En el fondo, se reprendió a sí misma por su descuido. Estúpido. Se olvidó de que si no fuera por Eva, solo dos de los muchos nobles invitados a la mansión hoy podrían hacerle esto. Su padre, el duque Kling y....

"... Lord Ober. "

Ella podría agregar el título 'Señor' a su nombre porque actuó tan racionalmente como pudo en ese momento. Dio un paso atrás del joyero y levantó la cabeza.

Ober, que estaba apoyado contra el pilar cerca de la ventana a cierta distancia, se acercó a ella.

Marianne apenas aguantó el fuerte deseo de dar media vuelta y salir corriendo.

Sin embargo, retrocedió unos pasos inconscientemente ya que no podía ocultar su odio.

Ojalá no me hubieran engañado Eve y Angel. Debería haberlos detenido.

Lo lamentó instintivamente, pero admitió que ya era tarde. Al mismo tiempo, incluso racionalizó que no podía evitarlo en este momento.

Había demasiadas fiestas que Ober había organizado para ella en su vida anterior, pero obviamente, no hubo una sola fiesta sorpresa.

Pareces más demacrado de lo que te vi la última vez. ¿Estás enfermo?"

Ober ya se había acercado a ella y se detuvo. Incluso preguntó por ella con una mirada preocupada y envolvió su cintura de forma natural.

Ella se puso rígida como leña cuando de repente la tocó. Luego sonrió con torpeza y apartó los brazos de él de la cintura con fuerza.

"Estoy bien. No quise preocuparte ".

Él frunció el ceño levemente ante su actitud reacia. Vio sus ojos grises hundirse pesadamente bajo el pelo rojo oscuro.

"Pareces enojado conmigo."

Estaba asombrada por su rápido juicio de la situación.

En el pasado, ella habría estado complacida con sus cálidas consideraciones como esa, pero su mirada aguda ahora era como una espada para ella. No sabía qué pasaría mañana o de inmediato si perdía el favor de él.

Puso su cerebro a trabajar rápidamente porque tenía que evitar la situación de inmediato.

"Realmente no puedo engañarte. No puedo creer que fuiste tú quien instigó a Evelyn y Angélica a jugarme este ridículo juego de secuestro. ¿Por qué no me avisaste con anticipación? Me sorprendió."

"Si te lo hubiera dicho de antemano, no habría visto la hermosa expresión que hiciste frente al joyero".

Ober respondió hábilmente a su queja y la miró a los ojos.

La abrazó impotente por un momento.

Los ojos de Ober parecían muy afectuosos a pesar de que tenían un color que se consideraba siniestro.

Su hermosa apariencia y su imagen extrañamente erótica fueron suficientes para causar una impresión nítida pero fascinante. Tal vez a su antiguo yo le hubiera encantado este tipo de sentimiento peligroso.

Pero ella negó con la cabeza como si quisiera sacudirse.

En poco tiempo, se dio cuenta de que estaba desconcertado por su extraña reacción, por lo que tuvo que inventar una excusa rápidamente.

"Te equivocas. Hubiera sido feliz incluso si lo hubiera sabido de antemano ".

"Bueno, parece que te gusta mi regalo. ¿Está bien?"