prometida peligrosa

Capítulo 170

Lo que simplemente habrían pasado por alto como hábitos excéntricos debe haber sido la tiranía que determinaba la vida, la muerte o el curso de la vida de alguien. Ese 'alguien' habría incluido a la madre y el padre de Marianne, tal vez incluso a la difunta madre del emperador, la emperatriz Blair.

"Permitiré que Lonstat acceda a mi salón nuevamente, a partir de hoy. ¿Podrías darme algo de tiempo para almorzar a cambio? "

"Por supuesto. ¡Cualquier momento!" Marianne asintió con la cabeza, sonriendo alegremente. Ella sonrió con una sonrisa refrescante que no podía descartarse como una fingida.

"Gracias por su generosa decisión, señora. Te volveré a ver en el salón. "

Solo después de comprobar sus sentimientos hasta el final, abandonó el edificio principal, escoltada por Ober. Deliberadamente fingió no reconocer la enorme preocupación de la señora Charlotte y Cordelli por ella mientras esperaban cerca.

Los dos pasaron junto a varios dolientes y se dirigieron al tranquilo jardín trasero. A un lado del jardín bien cuidado, se amontonaban flores de condolencia como una montaña. Habían sido enviados por los nobles que recibieron el obituario del Duque Hubble después de explorar todas las tiendas de flores en la capital y las áreas circundantes ayer. Las flores blancas como los lirios, los narcisos y los crisantemos de verano se apilaban en alto, con una apariencia triste y elegante.

"Sir Ober", dijo Marianne, tirando de su vestido negro detrás de una pila de lirios familiares.

Las sombras de los dos hombres aparecieron detrás del muro de flores creado por el sol de la tarde.

"¿Hiciste este obituario repentino e inesperado por ti mismo?" ella preguntó.

"¿Se está difundiendo ese rumor en la capital?"

"Sí. Aunque dijiste que el decreto del emperador ofendió el orgullo del duque Hubble, parece que todos creen que lo llevaste a la situación extrema en la que acabó con su vida ".

Ella le dio una información sencilla que era moderadamente ingenua pero no estúpida. Si quería mantenerse en contacto con él, que tendía a distinguir a las personas basándose en el principio de necesidad e innecesaria, no podía fingir saber lo que estaba pasando en los clubes sociales.

"Bien. Si ese es el caso, incluso los tontos podrán comprender la situación. "

Ober se encogió de hombros y le sonrió. Marianne ocultó su enfado y sostuvo el abanico en su mano con tanta fuerza como para romperlo.

Ober no mostró ninguna culpa ni vacilación al confesar que fabricó la muerte de alguien.

Parecía que el asesinato era una de las armas más simples y comunes para él. Al igual que un gigante no se sentía culpable cada vez que pisaba una hormiga, Ober nunca se sentiría culpable por quitarle la vida a los demás.

De hecho, eso no era nada nuevo. ¿No era Ober el tipo al que le preocupaba que su funeral se llevara a cabo en el verano mientras intentaba ahogarla en el lago?

"Bueno, todo esto fue para Su Majestad ..."

"El emperador," la interrumpió Ober con voz aguda. "¿No tienes que usar esos molestos honoríficos para el emperador que no está aquí?"

A primera vista, parecía considerado, pero lo que acaba de decir fue una especie de traición en sí mismo.

Marianne se calló impotente. Los ojos de Ober eran demasiado oscuros y sombríos para que ella lo desafiara.

"... Solo quería preguntarte si esto era parte de tu plan para matar al emperador. "

Solo después de escucharla responder de la forma en que quería escucharlo, Ober iluminó un poco su expresión.