CAPÍTULO 67.

504 38 0
                                    

Aisley.

Sasha me confunde, en el Seducción prácticamente es una perra, me llego a decir muchas cosas solo para hacerme sentir mal y hoy lo acepto. Pero mientras estuve hablando con ella me di cuenta que es diferente fuera del Seducción, incluso puedo soportarla.

Trabajar con Aarón me enseñó a detectar cuando las personas son sinceras o no. Sasha lo fue al contarme todo. No voy a negar que cuando vi el vídeo sentí unos celos mayores que cuando vi la fotografía de Aarón con Katherine. Odié aceptarlo, pero le creí todo. Pudo hacer lo que quisiera con ese vídeo. Enviarlo a la prensa, pedirle dinero a Aarón o incluso chantajearlo para que se volviera a acostar con ella. Pero no lo hizo.

Vino personalmente e incluso soportó una de mis bofetadas que según Aarón y sobre todo Danielle, duelen más que un latigazo.

Una semana después y Henry aún no ha podido dar con la dirección del lugar en que fue enviado el email. A los tres comienza a preocuparnos.

— Aisley, tienes que estar tranquila, no nos va a ayudar que estés apunto de vomitar frente a la trabajadora social.

Hoy, Renata Cantú vendrá a evaluar el ambiente familiar. Andrei está en el colegio y no sé si eso vaya a afectar.

— Mi amor, de esto depende que nos concedan la adopción o no, ¿Y si la trabajadora social se asusta por la seguridad en la casa? ¿Y si piensa que somos narcotraficantes o que alguien nos quiere matar?

— Princesa, todos saben porque tenemos seguridad y no es un delito tenerla. — Ángelo entra y se me baja la presión.

— Señora, la trabajadora social está aquí.

Renata Cantú, una mujer de aproximadamente cincuenta y seis años entra en la estancia de nuestra casa. El corazón se me va a salir del pecho.

— Buenas tardes señores Ivanova. — Nos sonríe con amabilidad y estrechamos su mano.

Le da un lento vistazo a todo lo posible y se detiene en la fotografía familiar sobre la chimenea.

— ¿Le ofrezco algo de tomar?

— Café, por favor, si no es mucha molestia. — Ángelo asiente y se dirige a la cocina. — Bien señores Ivanova, ¿Cuántas personas viven aquí? — Aarón y yo acordamos responder una pregunta cada uno iniciando yo.

— Seis. Nuestros dos hijos: Andrei y Aidan, mi nana, Ángelo que es nuestro mayordomo y nosotros dos. — Asiente tomando nota. Ángelo deja dos tazas de café y jugo de naranja para mí.

— Desde el momento en que entre pude notar que cuentan con un equipo considerable de seguridad, ¿Por qué? — Gracias a Dios yo no tengo que responder esa pregunta.

— Por lo general me hago cargo de casos difíciles o de personas importantes, la prensa siempre quiere saber más. Cuando se dio a conocer mi relación con Aisley comenzaron a meterse en nuestra vida personal, es más seguro así.

— ¿Corren algún peligro?

— En absoluto, simplemente nos gusta mantener nuestra vida privada lo más privada posible. Nunca hemos recibido amenazas ni nada por el estilo. — Asiente y suelto el aire.

— Bien, considerando su posición económica creó que no será necesario preguntar sobre los electrodomésticos básicos. Pero si tengo que preguntar esto, ¿Con cuántas habitaciones cuenta la casa? — Hago cuentas mentales. Tres en el primer piso y seis en el tercer piso más dos de servicio.

— Nueve y dos de servicio. — Abre un poco los ojos, pero asiente.

— ¿Qué edad tienen sus hijos?

UN BESO DE SEDUCCIÓN. (TS #2)Where stories live. Discover now