CAPÍTULO 7.

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Aarón.

Tener a la nana de Aisley aquí será un respiro, y más ahora con Andrei aquí, no entiendo que es lo que tiene que todos lo amamos. Como siempre, ella tenía razón al decirme que solamente tenía que dejar de ser frío con él.

Por supuesto después del vuelo y de jugar horas con los cachorros, Andrei se siente cansado, pero no se va a dormir solo, los cachorros lo siguen hasta su habitación y tenemos que mover sus camas hasta ahí. Ángelo y Joseph — el nuevo chófer — se encargan de poner el cuadro en la estancia al gusto de Aisley, que los hace moverlo al menos diez veces hasta que finalmente le gusta.

— ¡Me encanta! Al menos ya hay algo de color aquí.

Sólo espero que no terminemos con la casa completamente rosa. Aunque el cumpleaños de Aisley será en un mes exactamente y creó que ya sé cuál será el regalo perfecto.

— ¿Cómo te sientes respecto a que Annia siga saliendo con Ezra? — Me pregunta cuando salimos a caminar por Central Park.

— Me gustaría saber que paso con Alek. Si continúa con tu hermano supongo que está bien, aunque no me agrada que sea nueve años mayor que ella. — Pongo los ojos en blanco. — No he tenido oportunidad de preguntarle nada respecto a él, pero mañana que regresé lo haré.

— Oye, tampoco es como que Ezra sea un anciano. — Protesta. — Tú eres seis años mayor que yo. — Se encoge de hombros. — Quiero ver a tu madre. — Camina con la mejilla pegada a mi brazo.

— Créeme que ella a ti. — Le doy un beso en la frente y sonríe. — Hay que regresar, se está haciendo tarde. — Asiente y es obvio que también tiene sueño.

Al regresar a casa pasamos a la habitación de Andrei que duerme profundamente y los cachorros encima de la cama, pero parece no molestarle en absoluto. Solo espero que cuando crezcan no sea Andrei quién tenga que dormir en las camas de los cachorros.

Aisley se quita el poco maquillaje que llevaba en el rostro y se pone una pijama que literalmente parecen bragas, pero me gusta. Antes de meterse a la cama, se quita el collar con la rosa negra y lo deja en la mesita de al lado.

— ¿Puedo ir contigo mañana al bufete? — Me mira con ojos suplicantes.

— Ya te había dicho que prefiero te quedes unas semanas aquí. — No sé ni para qué le digo eso, si aun así va a terminar acompañándome. — Yo iré en la mañana, hace un mes no pongo un pie ahí. — Suspira y sé lo que viene después.

— Por favor. — Me acaricia el pecho con el dedo índice. — No quiero quedarme aquí todo el día.

— ¿Cuándo regresarás a la universidad? En dos meses te gradúas. — Abre mucho los ojos sorprendida.

— ¡La universidad! — Exclama y suelto una carcajada. No puedo creer que haya olvidado eso.

— Tranquila yo te llevo y luego me voy al bufete. — Se vuelve a recostar en mi pecho suspirando.

— No quiero dejar a Andrei solo. — Pero tampoco puede llevarlo a la universidad.

— Le pediré a Darrell que traiga a los niños, son casi de la misma edad y creó que pueden llevarse bien. — Asiente, pero creó que no está muy convencida. — Ángelo y tu nana estarán aquí todo el día, no estará solo. Tranquila princesa y cuando estés aquí en casa, le puedo pedir a Susan que venga a ponerte al corriente con todo. — Esta vez sonríe ampliamente. — Mi amor, no quiero que salgas sola, contraté a Joseph para que sea tu chófer. Puedes ir a donde tú quieras, pero avísame cuando salgas. — Esta por protestar, pero la interrumpo. — Es eso o dejaré que Danielle te ponga el rastreador. — Cierra la boca y se ríe.

UN BESO DE SEDUCCIÓN. (TS #2)Where stories live. Discover now