CAPÍTULO 19.

707 44 1
                                    

Aarón.

Despedirnos de Andrei fue muy difícil, Aisley quería que yo los acompañará al aeropuerto y así lo hice. Han pasado ocho días en los que cada noche hablamos con él para darle las buenas noches. Parece estar muy feliz en Suiza, pero siempre nos dice que nos extraña y que quiere conocer a Aidan.

Régine le dio el alta a Aisley dos días después. Pero todos los días estamos en el hospital con Aidan. Sigue siendo difícil para ambos ver a nuestro hijo sin poder respirar aún por sí solo.

— Ya no quiero verlo así. — Me dice Aisley mientras acaricia la pierna de Aidan. — ¿Hasta cuándo seguirá aquí? — Se le quiebra un poco la voz.

— Yo también quisiera saberlo. — Rodeo sus hombros con mi brazo y suspira.

La policía sigue sin saber nada de Nathe y Andrea. Mi hermana dijo que al parecer estaban en Minnesota, pero no quise decirle nada a Aisley hasta que fuera algo seguro. Incluso la policía recurrió a un caza recompensa para que les fuera más fácil encontrarlos. Cinco millones de dólares será poco si los encuentra.

— No te imaginas las ganas que tengo de tenerte entre mis brazos mi amor, ya es tiempo de que vayas a casa con nosotros. — Le acaricia la cabecita con mucho cuidado. En ese momento una máquina comienza a sonar y parece que Aidan se ahoga por el tubo. — ¿Qué pasa? — Segundos después entra mi madre seguida de algunas enfermeras.

— Tienen que salir, ¡Ahora! — Dice firmemente. Una de las enfermeras hace que salgamos, cierra la puerta y baja todas las persianas.

— No sé qué pasó. — Comienza a sollozar y la abrazo.

— Tranquila. — Me abraza con más fuerza.

Creó saber lo que pasó, pero no quiero decirle. No estoy seguro si sea verdad. Diez minutos después mi madre finalmente sale con una amplia sonrisa, son buenas noticias.

— Karina, ¿Qué pasó? Dime que Aidan está bien.

— Tranquila linda, Aidan está muy bien y respirando por sí mismo.

Por primera en diez días finalmente siento una enorme tranquilidad. Es como si me dejarán de oprimir el pecho y pudiera respirar con normalidad. Aisley abraza a mi madre, pero la toma por sorpresa.

— Lo mantendremos en la incubadora de veinticuatro a cuarenta a ocho horas más. Ahorita solo tiene una pequeña mascarilla de oxígeno para que ayude a sus pulmones, se la retiraremos en algunas horas o quizá mañana.

— Gracias mamá. — Le susurró al oído cuando la abrazo.

— Cuando lo saquemos de la incubadora podrán cargarlo. Pueden estar con él un rato más. — Me acaricia la mejilla y nos deja pasar.

— Al fin princesa. — Sonríe ampliamente y se pone de puntitas para darme un beso. No puedo negar que extraño su barriga. — Te amo. — Sonríe contra mis labios y luego me abraza.

— Te amo más.

Nos acercamos hasta la incubadora y verlo sin el tubo es increíble. Su pecho sube y baja, pero ahora sabemos que respira por sí mismo.

— Es precioso. — Incluso tocarlo es mucho más fácil. Ve el Rolex de su muñeca y sonríe. — Andrei ya no tarda en llamarnos, ¿Crees que podamos mostrarle a Aidan?

— Si mi amor, será más fácil explicarle la mascarilla de oxígeno, y creó que ya es hora de traerlo de regreso.

Puntual como todos los días, a las 3:00pm hora de Nueva York y 9:00pm hora en Suiza el iPad comienza a sonar.

UN BESO DE SEDUCCIÓN. (TS #2)Where stories live. Discover now