CAPÍTULO 10.

702 47 0
                                    

Aisley.

Caminando al interior del yate de la mano de Aarón siento una sensación extraña en el vientre y quiero llorar, aunque no he visto nada aún. Todo está completamente oscuro. Hasta que al llegar a la parte superior del yate puedo ver un poco de luz. Pero parecen velas. En el piso hay pétalos de rosas rojas y negras que hacen un contraste increíble en el piso blanco, al fondo hay una pequeña mesa con copas y cojines negros en el piso.

— Feliz cumpleaños mi amor. — Pega su pecho a mi espalda y acaricia mi pequeña barriga.

— ¿Tú lo hiciste? — Asiente. — Esto es increíble, te amo. — Me pongo de puntitas y le doy un beso. — Es precioso. — Me acaricia la mejilla y me pide que bajemos.

Entramos a una pequeña habitación con velas y los mismos pétalos de arriba, pero también sobre la cama.

— Mi amor, esto es... — Pero un sollozo no me deja terminar.

— Poco para lo que tú te mereces princesa. — Me rodea con sus brazos y como siempre, tengo la misma sensación de sentirme protegida y, sobre todo, amada entre sus brazos.

Me pongo de puntitas rodeando su cuello con mis brazos para poder besarlo, subo las manos hasta su cabello sin separarme de él. Sus manos acarician mis brazos, mi espalda, mi cuello, mi barriga y regresan a mi espalda. Deslizó su chaqueta por los hombros hasta que cae al piso, a partir de ahí todo se vuelve un poco más ansioso, como siempre me rompe las bragas y a este paso voy a terminar sin bragas que ponerme.

Me recuesta con cuidado en la cama sobre todos los pétalos de rosas que me hacen cosquillas en la espalda. Besa mi cuello y comienza a bajar lentamente hasta llegar a mi entrepierna, aunque ya lo ha hecho antes aún me siento nerviosa.

— Mírame, recuérdalo. — Suspiro y hago lo que me pide.

Desliza su lengua por toda mi entrepierna provocando que mi respiración se acelere al igual que los latidos de mi corazón. Cuando lo hace intento poner mi mente en blanco y me concentro solo en él, en lo que me hace sentir. Después de unos minutos siempre funciona.

Llevo mis manos hasta su cabello y comienza a morder suavemente mi clítoris provocando que comience a mover las caderas. Al hacer eso, siempre siento como sonríe. Gemidos comienzan a salir de mi garganta, a sentir el cuerpo con una ligera capa de sudor, arqueo la espalda y continúa con una tortura que se vuelve deliciosa. Una sensación increíble que con el embarazo ha ido creciendo más y más.

Enredo mis dedos en su cabello, pero cuando estoy a punto de correrme se detiene y yo siento como si me hubieran quitado todo el aliento. Posiciona la punta de su pene, pero no entra y de no poder respirar, ahora mi respiración es totalmente acelerada. Me acaricia solo con la maldita punta de arriba hacia abajo y se inclina hasta que toma uno de mis pechos entre sus labios, chupando y mordiéndolos. ¡Dios! No entiendo por qué no entra, intento empujar las caderas varias veces, pero no me lo permite.

— Aarón, por favor. — Digo jadeando.

Pero continúa haciendo exactamente lo mismo. Mi desesperación crece y ya no puedo más.

— Por favor. — Me sigue acariciando con la punta, pero más rápido y nuevamente siento que voy a correrme cuando se detiene por completo de nuevo. — ¡Hazlo ya! — Pero solo obtengo una sonrisa maliciosa de su parte.

Entra lentamente en mí y es la sensación más placentera que he sentido alguna vez, pero sale por completo y continúa con mis pechos, mordiendo cada vez un poco más fuerte. Esta vez sí me corro gimiendo y arqueando la espalda.

— Siempre podré hacer que te corras sin siquiera estar dentro de ti. — Asiento jadeando y lo empujó por los hombros.

Me siento a horcajadas en su regazo para bajar lentamente sobre su erección, cuando estoy completamente sentada, muevo un poco las caderas a los lados para acomodarlo y hace la cabeza hacía atrás. Me inclino para besarlo aun moviendo las caderas hacia adelante y hacia atrás rápidamente.

UN BESO DE SEDUCCIÓN. (TS #2)Where stories live. Discover now