CAPÍTULO 21.

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Aarón.

Los últimos tres días Aidan no nos ha dejado dormir. Me equivoqué por completo al pensar que sería más fácil. Alejandra dice que solo será mientras se adapta a estar en casa. Descubrimos que se duerme cuando lo recuesto boca abajo en mi pecho. No sé por qué le gusta y no me importa, mientras se quede dormido un par de horas.

Cambiar pañales no, no me gusta, lo odio, y lo hice más cuando esta mañana se hizo pis antes de ponerle el pañal y parecía uno de los aspersores para el jardín. No, no vuelvo a cambiar un pañal. Me niego a hacerlo de nuevo.

— ¿Estarás bien? — Le pregunto a Aisley por tercera vez antes de irme.

— Si, tranquilo. — Me sonríe y mira a Aidan que duerme tranquilamente a su lado.

Por suerte su sueño es muy profundo como el mío.

— Mi amor, tienes que irte. Mi nana está aquí así que estaremos bien. Además, Andrei tiene que ir al colegio y ya es tarde, váyanse de una vez. — Me inclino para darle un beso y sonríe.

— Intenta dormir mientras él lo hace. — Acaricio la mejilla de Aidan y le doy un beso en la cabeza con cuidado para no despertarlo. — Te amo.

— Te amo, que tengas un buen día. — Vuelvo a darle un beso y salgo de la habitación.

Entro a la habitación de Andrei, pero no está, así que bajo a la cocina y está terminando de desayunar.

— Buenos días papá. — Me dice con una amplia sonrisa.

Me siento estúpido por envidiar a un niño de ocho años solo porque él sí pudo dormir.

— Buenos días. — Le doy un beso en la mejilla.

Como siempre Princesa y M&M están acostados a ambos lados de su taburete.

— No les des tu comida. — Sonríe asintiendo.

— Buenos días doctor, ¿Café? — Asiento y le doy las gracias a Ángelo.

— Ya terminé papá. Voy a lavarme los dientes. — Baja del taburete y sale de la cocina seguido por los cachorros.

— ¿Otra mala noche doctor? — Asiento dándole un sorbo a mi café. — No todos los niños van al colegio, caminan, hablan y hacen todo lo que Andrei hace, es un buen padre.

Si él supiera que es lo más cercano a un padre que he tenido los últimos años.

— Gracias Ángelo, cualquier cosa ya sabes en dónde encontrarme. — Me termino el café y Andrei baja. — ¿Listo? — Asiente y toma mi mano, pero la suelta para despedirse de los cachorros.

— Papá, ¿Puedo elegir el auto? — Asiento.

Se pone frente a todos, pero señala el Ferrari. Si Aisley se entera va a matarnos.

— Mamá va a enojarse, ¿Verdad? — Asiento, pero tomo las llaves.

— No le digas. — Sonríe y abre la puerta para subirse. — Ponte el cinturón. — Lo hace con una amplia sonrisa.

No debería hacer esto, pero no voy a subir la velocidad más de lo normal.

— Mamá va a darse cuenta. — Asiento totalmente de acuerdo. — Y nos va a regañar. — Asiento lentamente mientras salimos de la casa. — Papá, ¿Puedo invitar a mis amigos a casa?

— Si, solo no estés mucho tiempo en el jardín, si te da gripe mamá va a matarnos en serio. — Suelta una carcajada. — Pero dile a mamá. — Finalmente me detengo en la puerta del colegio. — Yo vengo por ti más tarde.

UN BESO DE SEDUCCIÓN. (TS #2)Where stories live. Discover now