CAPÍTULO 26.

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Aisley.

Advertencia: Contenido sensible.

Contarle esta parte de mi vida a Aarón no será fácil y mucho menos revivirla.

— Papá siempre me cuidaba mucho, aunque casi no estuviera en casa, soy su única hija y la menor. Carl ha sido jefe de seguridad de mis padres desde que yo tenía diez años quizá o menos. Siempre tuve guardaespaldas. Papá no me dejaba ir sola a ningún lugar. Pero al cumplir dieciséis, obviamente yo quería hacer muchas más cosas.

Se me quiebra un poco la voz, pero continúo.

— Un par de meses antes de cumplir los dieciséis comencé a salir con Nathe. — Puedo sentir como su respiración se acelera, pero continúa acariciando mi espalda. — Papá lo odiaba, no me quería cerca de él, pero a mí me daba igual lo que me dijera. Así que un par de semanas después de cumplir dieciséis, me escapé de la Mansión Káiser con ayuda de Nathe para ir a una fiesta, le había pedido permiso a papá para ir, pero simplemente me decía que no iría y mucho menos con él. Fue muy difícil escaparme, pues no estamos hablando de una casa común, los hombres de papá, el sistema de seguridad y demás. — Me quedo unos segundos en silencio tratando de continuar.

— ¿Andrea estuvo contigo? — Es él quien rompe el silencio.

— Si, pero a diferencia de mí, ella si fue a esa fiesta con permiso. — Asiente contra mi cabeza. — Estuvimos tomando un poco, divirtiéndonos como cualquier otro adolescente entre dieciséis y diecinueve años. — Las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas. — En la madrugada, ya estaba un poco tomada, pero aún estaba en mis cinco sentidos. Sabía que si tomaba de más mis papás se darían cuenta. Todos se comenzaron a ir, pero yo no encontraba a Andrea y no me podía ir sin ella. Entre a una habitación en la que estaban algunos de mis amigos, cuatro. — Cierro los ojos cuando los recuerdos vienen a mi mente. — Ellos eran dos años mayores que yo y uno tres.

Entierro las uñas en el pecho de Aarón y pone su mano encima de la mía.

— Les pregunté si habían visto a Andrea o a Nathe. Me dijeron que no. Iba a salir de la habitación para seguirlos buscando cuando uno de ellos cerró la puerta y no me dejaba acercarme a ella. Pensé que estaban bromeando conmigo, pero se estaban acercando demasiado a mí y me comencé a poner muy, muy nerviosa.

— Aisley... — Se le quiebra la voz y me abraza con más fuerza.

— Seguí pensando durante unos minutos que estaban bromeando, aunque por dentro me estaba muriendo de miedo. Uno de ellos me metió la mano en el vestido y yo...

Me detengo unos segundos y lo abrazo con más fuerza.

— Intenté salir, los empujé, grité, pero ya casi no había nadie y las pocas personas que seguían en la casa estaban demasiado tomadas, sabía que nadie iba a poder ayudarme, estaba sola en una habitación con cuatro hombres mayores que yo. — Entierro la cara en su pecho sollozando. — No dejaban de tocarme, hasta que me llevaron a la cama, me inmovilizaron las manos y las piernas.

Su pecho se siente rígido y no siento su respiración.

— Grité tanto como pude, rompieron mi ropa y uno a uno me violaron... — Llevo la mano a su mejilla y tiene lágrimas... — Me cansé de gritar y de pelear inútilmente, simplemente me quedé quita mientras me penetraban y me tocaban, sentía demasiado asco, solo podía llorar silenciosamente sintiendo como movían mi cuerpo.

Comienzo a sentir náuseas, pero necesito terminar.

— Pero luego la puerta se abrió, apagaron las luces y pensé que alguien venía a ayudarme. Volví a gritar, pero el hombre que entró a la habitación también se desabrocho los pantalones y me violó, pero los demás se habían ido dejándome sola con él.

UN BESO DE SEDUCCIÓN. (TS #2)Where stories live. Discover now