CAPÍTULO 16.

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Aisley.

Nunca he tenido un parto, pero dicen que todas las mujeres antes de convertirnos en mamás desarrollamos el instinto materno — o algo así — mismo que creó desarrollé desde Andrei llego a mi vida, desde que me convertí en su mamá.

Régine me dijo que habían podido detener el parto, pero algo me dice que no lo lograron del todo, quizá solo por algunas horas. Aarón después de hablar con Danielle intentó distraerme, aunque funcionó perfectamente, pude dormir tranquila y algo me decía que así debía estar. No solo por las personas que estaban preocupadas por mí, ni siquiera por mí misma, pero si por mi bebé. No pregunté nada y solo me limité a recordar algunas cosas de mi embarazo, pero también sobre Andrei, como sus primeros días en el colegio. Algo me dice que quizá conozcamos a Aidan antes de lo planeado.

Cuando despierto es demasiado obvio que Aarón no durmió absolutamente nada. De hecho, creó que fui la única que lo hizo. Mis papás y Ezra llegaron mientras yo dormía y no regresarán hasta que yo salga del hospital. Realmente necesito a mi mamá, la necesito mucho.

Aleshka y Darrell llamaron mientras yo aún dormía durante la noche, pues ellos siguen en Suiza.

— Mamá. — Está sentada en el sofá de la habitación con su iPad, papá y Ezra fueron por algo de comer, por supuesto Aarón no se ha separado de mí. — Quiero que en el parto estés conmigo. No importa cuando sea, te necesito conmigo. — Se pone de pie y toma mi mano.

— Cariño, siempre me vas a tener contigo cuando me necesites. — Me da un beso en la frente y aún sigo con esa extraña sensación.

Durante un par de horas entran y salen personas de mi habitación, pero Aarón sigue sin moverse, ni siquiera se ha cambiado de ropa.

— ¿Cómo te sientes mi amor? — Me pregunta un momento en que al fin estamos solos.

— Muy bien, pero prefiero nuestra casa y estar con Andrei. — Suspiro y me da un beso en la frente. — Sólo espero que no me quedé una cicatriz. — Digo con sarcasmo tocando suavemente la herida de mi frente.

— Por suerte tu madre es cirujana plástica. — Suelto una carcajada, pero siento un dolor terrible en el vientre. — ¿Qué pasa?

— Régine. — Apenas soy capaz de hablar, las contracciones son horribles. Presiona el botón y dos minutos después entran Régine, Karina, mi madre y Danielle seguidos de algunas enfermeras. — ¡Dios mío, esto duele! — Aarón toma mi mano y comienzo a apretarla con toda la fuerza que tengo. Pero luego caigo en cuenta de que mi bebé va a nacer antes de tiempo. — Régine, no puede nacer ahora, aún no es tiempo. — Pero llega otra contracción horrible. — Tienes que detener el parto de nuevo. — Todos me miran como si me hubiera vuelto loca.

— Lo siento, pero ya no puedo hacer eso. — Debe de estar bromeando. Aidan no puede nacer hoy.

— Aarón, por favor. — Toma mi mano con sus dos manos y me da un beso en la frente.

— Mi amor, Aidan tiene que nacer hoy. — Niego con la cabeza. — No podemos hacer nada, estoy aquí contigo, mírame. — Lo hago cuando las contracciones no son tan fuertes. — Estoy aquí y tú puedes hacerlo. — Una nueva contracción llega y quiero llorar.

— Aisley, tienes que pujar. — Me dice Régine, pero es que no puedo. — Tienes que hacerlo, tú puedes.

— No puedo, no quiero que le pase algo, tengo que seguir cuidándolo. — Una lágrima sale de mi ojo izquierdo.

— Linda, mírame. — Me dice Karina y la miro con los ojos llenos de lágrimas. — Tú ya cuidaste de Aidan por ocho meses. Ahora tiene que venir a este mundo. Ya hiciste todo el trabajo. Solo necesitamos un último esfuerzo y luego yo me haré cargo de él. Tienes que hacerlo. — Asiento, aunque tengo miedo, muchísimo.

UN BESO DE SEDUCCIÓN. (TS #2)Where stories live. Discover now