CAPÍTULO 25.

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Aarón.

Cuando regresamos al comedor es obvio que Alicia no dijo nada de lo que vio, pero Aisley baja la mirada totalmente avergonzada al ver a su madre que casi está sentada frente a ella.

— ¿Estás bien mi amor? — Le pregunta William con un tono cariñoso mientras retiro la silla para que Aisley pueda sentarse.

— Si papá, es solo que estaba nerviosa por esta noche.

Al parecer todos creyeron eso, excepto Danielle que la mira de la forma en que siempre le hace sentir incómoda y me aprieta la mano. La cena es simplemente deliciosa, pero por supuesto no se puede esperar menos, tiene el toque italiano de Ángelo y mi madre.

— Te amo. — Me susurra Aisley.

Me inclino para darle un beso al tiempo que una de las empleadas temporales que contraté nos interrumpe.

— Doctor Ivanova, disculpe, pero hay alguien que quiere verlo, dice que es de la familia. — Frunzo el ceño.

Pero todos los lugares están ocupados. Miro a mi madre, a mis hermanos y niegan.

— ¿Te dijo su nombre? — Esta por responder justo cuando aparece detrás de ella la persona que menos esperaba y menos quisiera volver a ver.

Todo mi cuerpo se tensa y mis manos se forman en puños.

— Hijos... — Dice con la misma seguridad de siempre.

Darrell, Danielle y yo nos ponemos de pie de golpe.

— Adrik... — Murmura mi madre y notablemente su respiración se acelera.

— Papá... — Dice Annia y sus ojos se llenan de lágrimas.

— ¿Qué carajo haces en mi casa? — Me acerco a él ignorando cuando Aisley dice mi nombre. — ¿Cómo carajo saliste de la cárcel.

Han pasado ocho años, pero yo lo odio igual o incluso más.

— ¿No te da gusto ver a tu padre, hijo? — Sin terminar de pensarlo si quiera una vez, lo golpeo provocando que caiga al piso.

— ¡Aarón, no! — Aisley tira de mi brazo y aunque quiera no podría apartarla.

— Así que tú debes de ser la novia de mi querido hijo. — Levanta la mano tratando de tocarla, pero se la apartó.

— No te atrevas a ponerle una mano encima. — Suelta un bufido de fastidio.

Por el rabillo del ojo puedo ver como Logan y nana se llevan a los niños.

— ¿Por qué se llevan a mis nietos? — Hace cara de pena y quiero volver a golpearlo, pero Aisley está frente a mí.

— Es mejor que te vayas. — Dice Darrell al lado derecho de Adrik, pero lo ignora por completo.

— Hola Ann. — Esta vez sí hago a un lado a Aisley y sujeto de la chaqueta a Adrik.

— No te vas a volver a acercar a ella, no le vas a volver a poner una puta mano encima de nuevo Adrik. — Interviene Danielle y la sonrisa burlona de Adrik hace que vuelva a golpearlo.

— Es mi hija. — Se encoge de hombros y Annia se acerca a él.

— Eso debiste pensar antes de violar a tu propia hija.

Comienza a golpearlo al mismo tiempo que solloza, le rasguña la cara y le da un par de bofetadas.

— ¡Eres un maldito monstruo! Deberías estar muerto hijo de puta. — Nadie mueve un músculo, Annia lo necesita.

UN BESO DE SEDUCCIÓN. (TS #2)Where stories live. Discover now