capitulo 6

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                   Alana.

Han pasado ya unas dos semanas desde que fui por primera vez al lago con Daniel, digo primera porque ya hemos ido dos veces más en este tiempo, nos hemos hecho amigos aunque en el trato sigue la odiosidad y llega a parecer que nos caemos super mal, pero supongo que ya eso es parte de nosotros. Sara lo conoció hace no mucho y de inmediato quedó babeadisima, lo molesta mucho — pobre Daniel—.

Yo por mi parte sigo sin ánimos de nada pero ya lo puedo ocultar mejor, me propuse a ocultarlo mejor. Esto no es nuevo para mí, el fingir es algo que se ha hecho tan rutinario a lo largo de los años que ya me sale casi tan natural como respirar. Respirar hondo, ignorar los problemas, sonreír y repetir "estoy bien" hasta creermelo. Simple.

Sara y Daniel tuvieron la maravillosa idea —nótese el sarcasmo— de ir hoy a una discoteca a la que va normalmente con sus amigos, así que nos invitó. La emoción de ambos muestras planeaban todo no le dió cabida a un no por respuesta de mi parte, así que solo asentí en respuesta y me estoy arrepintiendo incluso antes de eso. Soy contradictoria, muchas veces he dicho que quiero ir a alguna noche de fiesta alocada pero luego, cuando comienzo a pensar en la ropa que me pondré, en como no encajo en esos ambientes, en lo desconocido para mi y todos esos estúpidos detalles la ansiedad comienza a embargarme y mientras un lado de mi cabeza me grita "ve, diviértete, haz algo nuevo" la otra me dice que me entierre en un rincón a llorar y autocriticarme.

Aveces las zonas de confort no son cómodas, en realidad sólo son conocidas y soy consiente de que lo desconocido también puede ser mejor.

Con eso en mente comienzo a moverme. Tengo mucho tiempo aún para arreglarme antes de que llegue Sara, tengo ganas de arreglarme como nunca lo hago porque tengo la teoría de que si logro sentirme bien con lo que veo en el espejo podría disfrutar como se debe está noche, así que empezaré desde ahora. Como ya he dicho, puedo ser muy contradictoria, no me interesa arreglarme pero cuando quiero hacerlo, me esfuerzo.

No recuerdo la última vez que me solté el cabello para salir así que me lo aliso — no sabía que tan largo lo tenía hasta ahora. — soy buena maquillando así que hoy lo pondré en práctica, me hago un maquillaje un poco cargado pero no demasiado con los labios rojos, me pongo un short corto negro, una blusa manga larga de hombros descubiertos del mismo color que el labial y unos botines negros de plataforma. — esperemos que no me caiga. — Me miro en el espejo y realmente no parezco yo y eso es lo que queria. Aunque viéndome más detalladamente me veo tentada a cambiar todo eso por pantalón largos, cubrir mis hombros y quitarme el maquillaje porque tal vez exageré y en realidad me vea cómo una payasa. En eso suena la puerta y se que es Sara.

— ¡Pasa!

— Espero que estés lista porque si no lo estás te voy a m....

Cuando por fin me puso los ojos encima se quedó muda, sorprendida.

— Si, tú también te ves linda, gracias por el cumplido, amiga. —le digo sarcásticamente para que salga de su shock.

— Dios, Alana es la primera vez que te veo así... No me lo puedo creer, pareces otra.

— ¿Eso es bueno o malo?

— Te ves preciosa enserio, van a llegarte muchos chicos.

Lucho para no rodear los ojos por su comentario.

— Bueno, entonces está bien supongo. — respondo indiferente mientras reviso que tenga todo en mi bolso.

— Espera ¿No te estas negando a esa idea?— me toca la frente como para confirmar si tengo fiebre y la manoteo.—  ¿Quien eres tu y que hiciste con mi amiga?

Enseñame a Querer Where stories live. Discover now