capitulo 15

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- Hey, bella durmiente.- Escucho que me llama la Daniel.

- Dejame- gruñó contra la almohada.

- Vamos, ya dormiste parte del viaje para acá y ya tienes un buen rato aquí.

Me pare de mala gana, de verdad que tengo que empezar a tomar té o algo para dormir en las noches, ya me estan pasando factura los desvelos.

Hace unas horas que llegamos a la casa de playa que por cierto es grande pero aún no miro bien porque llegué buscando una cama para seguir durmiendo. Decidimos que no me quitaria la "barriga" y al llegar bromeamos más pero esta vez con Luke y Alice, la última casi llora de la risa cuando Andrés le mostró nuestro pequeño show para salir de esa fila en la carretera, lo grabo todo de alguna forma.

- Espero que te pongas bikini sin tanta queja, señorita. - Dice Sara que va entrando al cuarto.

La ignoro y me voy a lavar la cara y cambiarme.

Cuando salí del cuarto de baño ya ellos no estaban, todos estaban en la playa jugando con una pelota.

- ¿Que parte de "bikini" no entendiste? - pregunta Sara al verme aparecer.

- Lo tengo debajo, así que básicamente te escuché bien. - le di una sonrisita de angelito, a lo que me puso mala cara.

Lo cierto es que arriba me puse una blusa manga larga y unos pantalones cortos y no planeo andar por ahí semidesnuda con un bikini diminuto ¿Por que? Porque para andar así se necesita la suficiente autoestima y seguridad y la mia es una mierda... Sin contar que con mi suerte una ola me lo suelta.

- ¿Enserio Alana? ¿Manga larga, en la playa?- Pregunta Luke

Los ignore y me fui a sentar en una manta que habían puesto las chicas en la arena. Desde donde estaba podía ver a los demás jugar a una distancia prudente para que no me metieran la pelota en la cabeza. Adam se jugaba con Sara, Daniel y Andrés con la pelota (Este último sin camiseta y echando miraditas a un grupo de chicas que los observaba a ambos como si se los fueran a comer), y Luke le enseñaba a Alice algunas cosas sobre lanzar mejor la pelota. Si ya me estaba empezando a bajonear, al mirar a mí alrededor fue peor, no había ni una sola chica mínimamente tapada, todas con cuerpos ideales y bikinis super pequeños... Y luego estaba yo.

- Ali, vamos anímate, al agua.- Me dice Daniel animadamente mientras se acerca a donde estoy.

- Vayan ustedes.

- Bueno, lo intente por las buenas...

Antes de poder responder algo ya me tenía colgada del hombro riéndose de mi mientras yo protestaba y pataleaba, no tuve que esperar mucho tiempo para verme hundida en el agua. Como me lanzo en una parte baja quedó sentada, él aún riéndose me ofrece su mano para levantarme y yo con mucho gusto la acepto.... Pero para jalarlo y hundirlo también.

DANIEL.

Sabía que me iba a empujar, también.
Creo que una de las cosas que tanto me gustan de Alana es su espontaneidad, lo poco que piensa aveces las cosas para hacerlas o lo difícil que es hacerla molestar. Cualquier otra chica que haya conocido se hubiera molestado al lanzarla de esa forma al agua, ella no, sin contar de que nadie en sus cinco sentidos haría algo como lo que se le ocurrió de camino para acá con el guardia, y bueno yo tampoco debo estar muy bien de la cabeza para seguirla en esas locuras. Aunque creo que la mejor parte de todo eso y por lo que me gusta aún más es porque hasta ahora no he visto que sea así con otra persona y yo tampoco, creo que es algo así como que, separados somos tranquilos pero juntos un desastre en el que jamás entra el aburrimiento.

Al final todos se nos unieron en el agua (en ningún momento se quitó la blusa de arriba del bikini) pasamos horas jugando entre todos, persiguiendonos como niños, definitivamente la gente nos juzgaba con la mirada. Al final cuando comenzó a caer la noche entramos a la casa y las chicas se encargaron de cocinar, después de comer hablamos un rato y uno por uno se fue yendo a dormir, supongo que todos tuvimos una semana pesada y hoy gastamos mucha energía en la playa.

Enseñame a Querer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora