Capitulo 20

2K 158 61
                                    

ALANA.

1 mes y 2 semanas después...

Salgo frustrada del edificio tomando el primer taxi que pasa, estoy apurada, voy tarde y siento que este caso cada vez me fastidia un poco más. Hay algo que sencillamente no me encaja en todo esto y no termino de averiguar qué es, jamás me había tardado tanto buscando pruebas y más de una persona que dice ser inocente.

Mientras el auto está en movimiento vuelvo a revisar el expediente — que ya me sé de memoria. — y no hay más de lo mismo: Saúl Bryson acusado de terrorismo y abuso. Doble sentencia.

Dice que lo están acusando de algo que no hizo y lo tomaron por sorpresa.

Observo la pantalla del teléfono solo para confirmar que voy tarde y que efectivamente ya me están esperando. Le aviso a mamá que se encargue ella en lo que llego y para cuándo lo hago ya han recorrido más de la mitad de mi apartamento. Mientras tanto voy a la cocina por un vaso de hielo y sentada en uno de los taburetes comienzo a masticarlos, me enderezo cuando la chica se acerca a mí con una grande sonrisa  decorando su joven rostro.

— ¿Que te parece? — Pregunto directamente con una sonrisa, ya la había conocido antes.

Cuando puse mi departamento en alquiler los vacantes sobraron, a muchísima gente le interesaba gracias a la ubicación y a la mensualidad que le puse. Pero de todos, esta chica fue la que llamó mi atención, yo estaba un día en una heladería respondiendo a las llamadas de las personas interesadas y dandole más detalle a algunos, la chica que en ese momento se encontraba detrás de mí en la fila me tocó el hombro y me preguntó con mucha timidez  sobre el departamento.

Así terminamos sentadas en una de las mesas del lugar charlando. Ella me contó su historia y sentí la suficiente confianza para contarle parte de la mia.

Teníamos años de noviazgo y aún así el amor parecía crecer cada día más, es... Era... El amor de mi vida. Marco junto con mi mejor amigo eran la única familia que tenía, no había nadie más.

El dolor era algo que podías notar en su mirada a kilómetros de distancia, un dolor que no debería estar en una chica tan joven como ella. No la conocía de nada, solo tenia unos minutos hablando con ella pero quería abrazarla, sabía que lo necesitaba; así que cuando bajó la mirada para disimular las lágrimas que estaban amenazando con salir de sus ojos yo simplemente no pude ignorar eso. Me cambié de asiento al que estaba a su lado y sin mucho rodeo la estreche entre mis brazos, al principio se puso rígida pero tan solo unos segundos después se relajó y aceptó el abrazo.

— Lo veía en cada rincón de mi pueblo, en las noches se hacía presente en pesadillas. No lo pude resistir, así que tomé la decisión de venir aquí y empezar una vida desde cero... — luego se separó de mí, río entre lágrimas y me ofreció su mano. — Te estoy contando mis desgracias pero no nos hemos presentado, me llamo Emilia... Emilia O'Neill.

Estreche su mano.

— Alana Evans.

Esa tarde caminamos un poco por la ciudad, me dediqué a mostrarle lo poco que yo conocía, no la conocía pero quería ayudarla a distraerse y nos llevamos super bien, creo que es unos pocos años menor que yo. Para el final de la tarde decidí que le alquilaría mi departamento a Emilia, después de todo, vino a esta ciudad por primera vez con la meta de empezar de cero y superar su pasado.

— Me encanta. — Responde más sonriente. — Me parece algo grande para mí sola pero por la zona y el precio sería una estupidez de mi parte no tomarlo sabiendo que no conseguiré nada así con facilidad.

Enseñame a Querer Where stories live. Discover now