Capítulo 6

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DANIEL WHITE.

Salgo de ahí en busca de mi auto, comienzo a conducir sin un rumbo fijo hasta reconocer el camino. Llego a la empresa y no me interesa que sea casi medianoche, soy el dueño y puedo entrar cuando me plazca, paso a los guardias de seguridad y subo directo a mi solitaria oficina. Necesito distraerme o terminaré en un manicomio para cuando amanezca, me pongo a adelantar trabajo, el cual es poco el que encuentro, así que paso a revisar los porcentajes de la empresa los cuales están mejor que nunca, los expedientes de los empleados recordando que debo despedir a dos inútiles y se me había olvidado y así.

Voy al pequeño bar que tengo en una esquina de la oficina y me sirvo un trago, regreso a la silla y listo... Me rindo. Abro una de las gavetas del escritorio y tomó entre mis manos el collar que evito mirar y siempre lo termino haciendo.

"Si me odias, hazlo y ya." Que más quisiera yo poder hacer, al menos, eso.

"No eres ella"

Esas tres simples palabras me atormentan desde el instante en que salieron de mi boca y luego conseguir a la protagonista de ellas escuchando. Mierda. Era fácil jugar al ignorante cuando no sabía nada de su existencia y había logrado aceptar que ya no estaba, que se había ido sin importarle nada más, sin detenerse a pensar lo que dejaba y lo que causaría su ausencia. Pero ahora, ahora simplemente no puedo ignorarla, a ella ni a nada que la relacione porque su llegada a sido como abrir la maldita caja de Pandora; es como si, todo lo que había logrado mandar al rincón más oscuro de mi mente ahora haya logrado escapar y con ello los recuerdos han estallado. Es que, parece que absolutamente todo nos guía al pasado.

Oírla cantar la canción que cantó la primera vez que escapamos en mi camioneta fue como si el Daniel del pasado saliera y me gritara "Oye, idiota, ve y haz algo para acercarte a ella ¿Que esperas? Métele nitro" bastante estúpido, lo sé. No me gusta ese efecto, ese poder que tiene o que, mejor dicho, le dí y ahora no sé cómo quitarle, no me gusta perder el control de mí mismo y quizás sea algo inmaduro de mi parte pero la única forma que consigo es alejándola.

"Ya me están cansando tus cambios"

Río sin gracia. Es irónico que ahora sea yo quien busque alejarla para mantener mis murallas intactas, cuando hace un tiempo fui yo quien batalle para derribar las suyas.

El teléfono avisa la llegada una notificación, bueno, otra. Lo tomo con fastidio y abro el mensaje más reciente que es de Andrés ¿Con que estupidez nueva saldrá?

Ay, mira la rumba que te pierdes por cabron.

Es un vídeo que a simple vista solo se ven luces y gente bailando... Hasta que el muy maldito enfoca solo a la dueña de mis dolores de cabeza justo ahora. Esta en medio de la pista junto con Sara, Alice y Diana; todas están bailando y saltando con bufanda de plumas coloridas y gorros de fiesta mientras cantan a todo pulmón, ella está más que sonriente y ríe a carcajadas desbordando alegría. Como me gusta verla así y... Quito el vídeo con molestia y bloqueo el contacto de Andrés.

Solo jode y jode ¿Ese puto no se cansa?


La mañana llega junto con los empleados que se sorprenden al verme caminar por los pasillos tan temprano si supieran que aquí amanecí me tomo el tiempo de supervisar todo, cosa que papá no hacía seguido y cuando yo tomé control tuve que arreglar muchas cosas. Lo primero que hice fue despedir a la antigua gerente, siempre me pareció que después de abusar laboralmente de Alana no era suficiente bajarle de cargo y resultó que empezó a hacer lo mismo con otra empleada nueva así que aproveché de despedirla, como se debió hacer desde un principio; no me importaba que tuviera años trabajando para mi padre, yo no iba a aceptar que viniera a joder el ambiente laboral del resto solo por su amargura y aires de jefa.

Enseñame a Querer Where stories live. Discover now