Capitulo 22

1.5K 188 37
                                    


Estoy furiosa, más no puedo actuar sin pruebas contundentes.

Y por eso mismo estoy escalando una pared con ayuda de los chicos a las dos de la mañana. Más específicamente: Andrés y Luke. Adam tiene un hijo que atender y una esposa loca que lo asesinaria si lo ve tras las rejas en caso de que nos descubran por malos espías.

Luke ya ha subido y me espera al final de la pared con una pierna a cada lado de esta para poder ayudarme, mientras Andrés es quien me alza, por lo que al colocar mal un pie en una de las imperfecciones de la pared termino dando un resbalón hacia abajo y las manos de mi amigo en mis nalgas son lo único que me detiene de no llegar al piso y tener que empezar de nuevo.

— Tal vez sí Daniel supiera donde están mis manos despertaría de golpe.

— Si Daniel supiera en lo que estamos apoyando a Alana, despertaría para golpearnos a nosotros. — Dice Luke por allá arriba.

Y aunque ellos no me ven una pequeña risa entre divertida y triste sale de mi boca, porque si esto fuese por alguno de los otros chicos Daniel me regañaria pero también lo tendría aquí al lado hasta con una escalera, como el buen compañero de locuras que es.

Termino de subir y una vez en la cima de la pared esperamos que Andrés nos alcance, entonces Luke es el primero en bajar del otro lado para atajarme y Andrés me ayuda desde arriba. En cuestión de dos minutos ya estamos todos caminando entre carros viejos y oxidados.

Dudo que sea difícil conseguir el que buscamos.

Y lo hacemos, lo veo en mi campo de visión y antes de llegar a él nos toca meternos rápido y sin pensar en los asientos traseros de un viejo auto pequeño porque el vigilante aparece con una linterna haciendo su trabajo. Parecemos un sándwich humano por la forma en que nos hemos lanzado dentro y cuando ya es hora de salir termino cayendome al piso del auto por un movimiento brusco de Andrés que lo primero que hace es reírse conteniendo las carcajadas mientras Luke me tiende la mano también riendo. Los observo a ambos indignada y sonrojada con los brazos cruzados bajo mi pecho, parecen que van a convulsionar en cualquier momento o estallar si no paran ya.

— Idiotas.

De un movimiento que los agarra desprevenidos abro con fuerza una puerta del auto oxidado y justo como quería, los golpea a ambos. Aunque también debemos agarrarla entre todos a tiempo para que no haga un estruendo cuando se despega de su sitio. Ahora somos todos los que debemos contener las risas escandalosas.

Me voy a orinar si no paro ya. Literalmente estoy apretando las piernas para no hacerme pis encima.

— ¡Ya! Me mojare los pantalos si no paro de reír. — aviso con lagrimas en la esquina de los ojos por la risa.

Debemos aprender a mantener la seriedad cuando se debe.

Una vez nos queda el camino libre nos apresuramos al auto de Daniel. O lo que queda de el. Lo que antes era un auto super llamativo y que desprendía lujo por dónde se le viera, ahora está todo abollado, rayado y con vidrios rotos; la parte más afectada es el pecho de este. Me da terror solo con verlo, me duele imaginar el desespero que debieron sentir ahí dentro, desde afuera incluso cuesta creer que ahí estuvieron dos personas.

— Hazlo rápido, por favor. — le pido a Luke. — Quiero salir de esto lo antes posible.

— Vale.

Incluso Andrés está serio mirando lo quedó del auto, supongo que también fue muy díficil para él por Diana que gracias al cielo no sufrió mayores consecuencias.

Luke como puede abre la puerta del conductor hasta donde da y se mete, no termina de meter su cuerpo cuando sale de nuevo con una mueca de disgusto.

— No alcanzo la parte del tablero en dónde está el chip de la cámara trasera, está muy destruido y mi mano es muy grande.

Enseñame a Querer Where stories live. Discover now