Extra/Año Nuevo.

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Alana Evans.

- ¿Como se empieza esto? - Pregunta Sara viendo con desconcierto el pollo crudo frente a ella.

- Busca un tutorial. - Le responde Alice.

- Debimos dejarle esto de la cena a los adultos. - Refunfuña Diana y río entre dientes.

- Somos los adultos.

- Pues a unos más experimentados, como tu madre o la mia.

Hoy es el último día del año y quise hacerme cargo de la cena esta vez, el veinticuatro se celebró en casa de mis suegros y se me ocurrió que todos la celebraramos en la mia esta vez y con algunas sorpresas que me hacen querer que todo salga perfecto; las chicas están aquí porque a última hora decidieron unirse y que de paso fuera un día de chicas, cosa que hace rato no hacemos.

Noah ya va a preescolar y clases de fútbol lo cual mantiene ocupada a Sara, Allison y Maddison tienen año y medio y están comenzando a caminar pero son unas bebés que exigen atención, Alice se la pasa viajando con Luke y en el último decidieron adoptar a un niño dulce y adorable de tres años y Diana está en su séptimo mes de embarazo por lo que Andrés no la deja sola ni a sol ni a sombra. En resumen, nadie tiene tiempo nunca.

Nos vemos, sí, pero son reuniones basadas en limpiar desastres de niños o corretearlos. Hoy la casa es completamente de nosotras y el jardín la zona de bebés y hombres.

Miro como aquellas tres se pelean descifrando al pollo y con un suspiro dejo de cortar verduras y me acerco.

- Yo lo hago, ustedes encarguense de la ensalada y el postre.

- Háganle caso a mami Alana. - Bromea Andrés entrando a la cocina y yendo directo a la nevera.

Sara me pasa un brazo por los hombros de forma sospechosa y muy dulce para ser ella.

- ¿Harás tú pastel de fresas?

Y ahí está.

- No tengo los ingredientes aquí. - Río.

Mi amiga mira a su alrededor pensando y se queda fija en un punto, en Andrés que está por salir, más específico.

- ¡Tú! - lo señala como si fuera una pistola.

El padrino de mis hijas niega apartandose despacio y quiero reír. Si, fue fácil escoger a su padrino, Andrés en el embarazo me soportó incluso más que Daniel, hasta bromeamos con que es el papá sustituto... Además, dijo que publicaría fotos mías vergonzosas si no lo escogía como padrino después de vomitarlo dos veces.

- Yo nada, no estoy, no me viste.

- Te estoy viendo.

- Inhalaste mucha harina.

Sara le da una mirada asesina y veo de reojo que Diana también se está acercando.

- Ve a la tienda, quiero pastel de fresa.

Él enarca una ceja y noto como hace una seña disimulada con una de sus manos, luego entiendo que va dirigida a Daniel y Adam que vienen por el pasillo que da al jardín, estos se frenan de golpe y al ver la situación prefieren regresarse en silencio.

- No iré, hoy no conseguiré nada abierto.

- Tu hijo y yo también queremos. - Le dice Diana con una mano en el abultado estómago, apoyando a Sara.

Andrés en este momento me da cosita.

- Esta bien, iré por las llaves del auto.

Ambas mujeres sonríen triunfantes y se chocan las manos.

Enseñame a Querer Where stories live. Discover now