Enseñame a Querer

capitulo 23

Les recomiendo poner la canción de multimedia a final de capítulo. ¡Disfruten!

- ¿Que tanto te quejas? - Pregunta Sara divertida.

- Odio lavar ropa - Respondo fastidiada mientras meto la ropa a la lavadora. - Es que enserio, si Adán y Eva no se hubieran comido esa estúpida manzana seguiríamos desnudos y no tendríamos que lavar ni gastar en ropa.

Ella se ríe a carcajadas y luego le sigo yo al recapacitar sobre la pendejada que ha salido de mi boca. Pero odio lavar ropa; puedo cocinar, limpiar y hacer casi lo que sea, pero detesto lavar ropa... Sin contar que tengo el periodo y eso pone mi humor como los mil demonios.

- Me sorprende lo dramática que puedes ser cuando tienes el periodo. - Comenta Sara respirando agitada por la risa, la miro mal.

- La dramática eres tú.

- ¿Yo? Acaso ya se te olvidó esa vez que dijiste hasta el mal del que me iba a morir solo por comentar que estabas más rellenita, o esa vez que lloraste porque querías helado y podías ir a comprarlo.

Vale, si, es que mis períodos nunca sabes cómo pueden venir, es decir, el de este mes puede venir tranquilo y normal y el siguiente mes sentimental y con ganas de matar a todos.

- Cállate. - Le suelto de mala gana, luego me volteo a verla. - ¿Vamos a almorzar mañana con los chicos del trabajo? - Cuando pasan unos largos segundos de silencio sin respuesta de su parte la miro mejor, me está desviando la mirada, eso lo hace cuando me está ocultando algo? - ¿Sara?

- No puedo. - Suelta. - Adam no quiere y también tenemos planes.

"Adam no quiere" agarrenme que la mato.

- ¿Adam no quiere? - Pregunto reuniendo paciencia.

- No le gusta la idea de que salga con varios chicos que no son de nuestro grupo. - Explica. - Y tenemos planes, lo acompañaré a comprar unos libros que necesita para la universidad.

- Ok. - Me limitó a responder para luego darle la espalda y seguir con lo mío.

- ¿Estas molesta? - Pregunta cautelosa.

- Tu sabrás lo que haces o dejas de hacer, es tu problema. - Se me escapa la respuesta. - No estoy molesta.

No dije más nada, la dejé sola.

No digo que ella tenga que ser igual a mí y pensar igual, se que somos personas distintas, pero nunca he estado de acuerdo en que una pareja te límite, te prohíba cosas, que ninguno de los dos se de su espacio, Sara también coincidía en eso antes. Me parece una estupidez, si en una relación no hay confianza no hay nada, no se trata de limitarse, se trata de ser libre juntos.

Adam también es mi amigo y lo quiero muchísimo, pero eso no quita el hecho de que le celebraré todo y menos cuando trata de mi mejor amiga, mi hermana. Ahora no me sorprende que pasara de decirme todo a limitarse a no contar de más sobre su relación conmigo.

Ya que no tuve clase en la universidad aproveche la mañana a pesar de que me levanté tarde, mis ánimos y humor son los peores.

La mañana y parte de la tarde en la empresa va tranquilo, he cruzado pocas palabras con los demás y me he concentrado en mis tareas. Camino hacia el baño de chicas despues de mi turno de descanso - el cual no tomé - a medio pasillo me topo con la sorpresa de nada más y nada menos que cierta secretaria con manos inquietas hacia su jefe, creo que en mi mente solo me visualice lanzándole un tacón en la frente. Daniel no hace nada, solo la mira serio, ninguno de los dos se a percatado de mi presencia y yo no planeo moverme de ahí hasta ver qué pasará, grave error, Daniel parece querer dar la vuelta en irse pero entonces, Karla lo jala sin darle tiempo de nada lo toma del cuello y planta sus labios sobre los de él.